Esas hermosas cartas que él va a atesorar con su vida, no había manera que una chica le pudieses llegar tanto al corazón, solo había un problema. la identidad de aquella misteriosa joven era un misterio total.
De aquella chica sólo sabía que le gust...
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Se lo confirmaría en algún momento, aunque él ya se había dado cuenta que lo esquivaba ese día no podía, había dejado de envíar cartas todo para poder mejor sus sentimientos, sabría que tendría un poco preocupado al chico pero, aquella nota lo había cambiado todo, aunque él también tenía muchas cosas que pensar y hacer.
—¿En serio? Ese chico no sé me da malas vibras, pero a mí no me hagas caso, mi novio es la persona que puedes pensar no es como piensas, la apariencia y su manera de hablar no lo definen, sí no sus acciones. —Risu negó, las dos sabían que tenían pésimo gustos para los hombres, por algo eran mejores amigos.
—¿Cuándo piensas presentármelo? —Le preguntó acostándose en la cama de la chica, Shinobu negó con la cabeza.
—El día que decidas hacer una videollamada conmigo, en serio espero que ese novio tuyo te saque de tu zona de confort. —La azabache negó, Uzui era todo menos su novio y menos mal que no la había ido a ver a su casa y si lo había hecho no lo sabía porque lo único que había hecho era pasar las tardes después de la Universidad en casa de la chica, había conseguido evitarlo con éxito pero aquel día le iba a ser imposible.
—No es mi novio, ni siquiera somos nada porque tuve miedo, no seguí escribiendo para que él me invitase, creo que la manera en la que lo estoy evitando constituye su respuesta. —Shinobu sabía muy bien la manera que su amiga huía cuando la descubrían.
—Siempre haces lo mismo, haces que los chicos pierdan el interés en ti, lo hiciste con el pobre Gyutaro en la secundaria y sí amiga tienes gustos raros en otro nivel de rareza, son tan extravagantes como el nuevo hombre que amas.
—No me gusta.
—Sí te gusta y eso es lo que no quieres ver. Risu estás bastante grande para estar evitando a los hombres, debes actuar, porque esté no te dará elección, pon tus sentimientos ya en el tablero de juego e inténtalo.
Risu no quería tenía miedo de lo que pasase, su amiga era la peor persona en darle consejos porque siempre tenía razón, siempre porque era Shinobu la mujer que más la conocía. Sus hermanos también le habían dicho lo mismo sobre sus sentimientos, pero ella nunca seguía los consejos de sus hermanos, siempre estaban un paso delante de ella, jugaba las cartas para cuando tenía la mano ganadora decidir dejarle el lugar a otro, ella había perdido, tenía miedo como había expresado en su última carta.
—La editorial ya me dijo cuando tengo que ir para firmar el contrato ¿No te parece magnífico? —Shinobu levantó la ceja ante la manera tan estúpida que tenía su mejor amiga de cambiar el ritmo de la conversación—. Soy además la mejor en mi clase de fotografía, saqué un sobresaliente, dice el profesor que tengo un talento extraño y que enfoque con mi lente la manera que tengo de ver el mundo. —Shinobu la miró.
—¡Eso! Debes enfocar tu lente en tus sentimientos Risu, cuando decides arriesgarte las cosas salen bien. —Ella la miró y suspiró, lo sabía.
—Dejemos el tema de los sentimientos ya. —Shinobu a regañadientes ocultó por completo su descontento con su mejor amiga, no le caía bien el hombre pero dejarla arruinar una posible relación le daba peor sabor de boca a la chica de cabellos de mechas moradas, debía hacer algo antes que ese chico perdiese el interés en su mejor amiga como había pasado en el pasado.
