INFIDELIDAD-Dabi x tú

🔹Cap.4 Abrazo🔹

POV DABI

Al llegar a su departamento toqué la puerta, esperando a que abriera. Cuando abrió la puerta tenía una mirada muy triste. Estaba en pijama, tenía los ojos rojos y se le podía ver como sus lágrimas se secaron en sus mejillas.

—Touya... —sollozó limpiando su nariz con el dorso de su mano.

—________, ¿qué te pasó?, ¿Puedo pasar?  —asintió y se hizo aun lado para que pudiera entrar.

En la sala pude ver como en el sillón había una cobija, un litro de helado en la mesa de la sala y en la tele estaba Romeo y Julieta, para ser exactos la escena en la que Julieta muere por un veneno para morir al igual que Romeo y estar así "juntos para siempre".

—¡Esos pudimos ser tú y yo pero te tenías que meter con la zorra barata esa! —exclamó lanzando la cobija al televisor, que pude atraparla antes de que rompiera la tele, y volvió a llorar.

Me estaba dando una idea de a donde iba esto y me gustaba pero no quería darme falsas ilusiones de pensar que ella ya estaba soltera.

—Bien, eso es todo —apagué la tele porque si seguía viéndola ella lloraría más —. Ahora dime, ¿qué pasó?, ¿Por qué estás llorando?, Pero primero, necesito que te tranquilices —la tomé de los hombros para que me viera —, ¿de acuerdo? —afirmó con la cabeza y se sentó en el sillón junto a mí.

—Es que —hizo una pausa para tratar de tranquilizarse —... Fui al departamento de Shoto después de trabajar para cenar juntos, pero cuando llegué lo vi revolcándose con la zorra esa que crea cosas —hizo otra pausa para sollozar —, y ella se estaba burlando de mí... Después, Shoto trató de explicarme lo que estaba viendo, pero lo mandé a la mierda, y le dije que no tenía nada que explicarme y terminé con él —y volvió a llorar, otra vez —. Es que de verdad lo quería y desde hace unos dos meses vi que algo andaba mal y traté de arreglarlo, en serio traté, pero no pude, además los escuché, Touya, le dijo que la amaba y a mí nunca me dijo eso —siguió llorando.

No pude resistirme más y la abracé, ella al principio se sorprendió pero me devolvió el abrazo. Era un abrazo cálido en el que le mostraba que todo estaría bien y que nadie le haría más daño de lo contrario yo mismo me encargaría de hacerle pagar muy caro.

—Tranquila, todo estará bien. Aquí estoy contigo. —susurré sobando su cabeza.

—No sé porque me hizo esto, tal vez no soy lo suficientemente mujer para él y por eso me enga... —no la dejé terminar. Me estaba cabreando lo que estaba diciendo así que me separé de ella y la agarré de los brazos para que tuviéramos contacto visual directo y supiera que todo lo que le decía es verdad.

—No vuelvas a decir eso —me miró sorprendida, puesto que le hablé con un tono autoritario —. Puede que Shoto sea mi hermano pero es demasiado estupido por dejarte ir por otra chica, eres una mujer realmente hermosa tanto por dentro como por fuera y si él no se da cuenta, es un completo idiota, eres demasiado mujer para él y esa chica por la que te engañó no te llegaría jamás ni a los talones. —quité con mis manos sus lágrimas que aún corrían por sus mejillas.

—Touya —me dedicó una sonrisa tan sincera y me volvió a abrazar, escondiendo su rostro en mi pecho —. Gracias, nadie me había dicho algo tan bonito. —me sorprendió saber que ni siquiera Shoto le hubiera dicho algo así.

Si yo estuviera con ella todos los días le diría lo preciosa que es y más. El comportamiento de mi hermano solo me demostraba más, que nunca se mereció estar con ella.

Seguimos abrazados en un silencio muy cómodo, al menos para mí, hasta que ella se durmió y como estábamos en el sillón la cargué para llevarla hasta su habitación y acostarla en su cama para que durmiera más cómodamente.

Qué bonita...

Sonreí apreciando su rostro dormido el cuál estaba algo rojo por la lloradera que había tenido. Intenté limpiar un poco las lágrimas secas que tenía en su rostro y algo dudoso deposité un beso en su frente.

—Te amo... —musité estando a unos escasos centímetros de ella y me alejé para salir de la habitación.

Cuando salí de su habitación recogí las cosas que estaban en el sillón para dormir. En el estado que estaba, no iba dejarla sola, mínimo hasta que se tranquilizara por completo.