De seguro se preguntaran, ¿dónde estamos y qué hemos estado haciendo? Pues, las tres mosqueteras como hemos sido apodadas por Alex viajamos en un vuelo de 8 horas a la bella Italia, en donde estaremos por un tiempo.
Si bien al principio no estaba muy contenta, entendía lo que Alex quería. Ella deseaba que pasaramos un tiempo solas, uniendonos como familia y fortaleciendo nuestros vinculos antes de que tomaramos el gran paso de ser oficialmente una familia.
Ya llevábamos una semana viviendo en Italia y esto era prácticamente estar en una luna de miel adelantada, algo así como una pre luna de miel. Por mutuo acuerdo, decidimos viajar una semana antes para aprovechar de acostumbrarnos a esta nueva rutina y así, poder conocer este nuevo país en el que nos encontrábamos.
No quería arruinar nada ni mucho menos provocar una discusión o momento incomodo, así que antes de llegar, le pedí a Sophia que fuera a mi departamento y quitara todo lo que le pertenecía a Larry. No iba a permitir que Alex encontrara algo y se sintiera incomoda, pues esto se trataba ahora de las dos.
Aunque después de todo, la más contenta de estar en Italia parecía ser Emily, disfrutaba poder despertar y tenernos a ambas ambas preocupadas por ella, el pasar tiempo e incluso sentía que hasta estaba un poco más habladora. Todos se van a sorprender cuando regresemos a Nueva York y se den cuenta de que Emily ha progresado mucho.
Esta semana, Alex ya se había incorporado a su nuevo proyecto a diferencia de mi, que aun no me decidia por ir la oficina. Todas las mañana, Alex nos preparaba el desayuno y regresaba las mayorías de las veces antes del almuerzo para poder estar con nosotras, porque decía que no podía pasar mucho tiempo alejada de sus dos rubias.
Era tan inesperado tenerla junto a mi en Milán, despues de todo lo que había pasado entre las dos y sobretodo, cuando años atrás mi principal motivo por el cual me había decidido a vivir en este país, era para estar lejos de ella.... Pensando en que jamás le iba a dar una oportunidad y que nunca volvería a estar con ella. ¡Nunca digan nunca! Porque hoy me tienen junto a ella, en ese departamento en el que lloré e intente olvidarla, planeando una boda y sintiendome la mujer más feliz de todo el mundo, después de todo.
¿Había dicho que aún no me decidia ir a la oficina? Pues, Alex me habia insistido en que hiciera algo para mantenerme ocupada y avanzar con los planes de nuestra boda así que si.... Voy camino a mi oficina, como lo haría cualquier día pero esta vez una pequeña rubia me acompaña. Emily va tan glamorosa como yo, en un vestido de flores que yo misma he diseñado para ella y no sé cómo me van a recibir mis empleados y mis amigos porque para ellos yo llego en un par de días a Milan.
Piper: ¿estás preparada mi pequeña? - tomo su mano mientras ambas entramos a la oficina, todo está como estaba hace unos meses cuando viaje por última vez. Silencioso, completamente en silencio.
Bernard: no puedo creerlo, ¿no está frente a mi la prometida más sexy de todo el mundo? Piper cariño - me abraza y observa a Emily, quien se aferra a mi mano sin querer soltarla- y esta pequeña es la niña más bella que he visto, espera....... ¿ese es un Piper Elizabeth, no es así?
Piper: así es, ella es mi musa para mi futura colección de niños
Bernard: estoy tan feliz de verte aquí y saber que por muchos días no te iras
Piper: no me iré pronto porque tenemos un vestido de novia que diseñar y créeme que deseo podemos también decir que tenemos que diseñar un traje, pero mi sexy prometida cree que eso es de mala suerte
Bernard: cuando tenga el honor de conocer a Alex, la convenceré. Nadie puede negarse a mi, deja que Bernard se encargue de eso
Piper: si tu lo dices........ - digo pensando en que he utilizado todas mis técnicas de seducción para convencer a Alex, pero hasta el momento nada ha servido.

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Algo como esto
FanfictionHace años atrás, una cita que terminó en un completo fracaso, hizo que Polly Harper pensara en que quizás confiandole a su única hija a Alex Vause y Piper Chapman sería la excusa perfecta para obligarlas a estar juntas. ¿Será que una jugada del dest...