XV

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 Mientras escribía esos tweets vino mi madre con el ordenador, con una sonrisa que no le cogía en la cara

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Mientras escribía esos tweets vino mi madre con el ordenador, con una sonrisa que no le cogía en la cara.

一¿Qué ha pasado? ¿Te han cogido en la universidad de tus sueños?

一Anda, no seas tonta. Mira lo que me encontré revisando las cámaras.

En eso gira el ordenador hacia mí, y me alegré de tener cámaras de seguridad en mi casa. En las cámaras se había captado perfectamente el momento de mi primer beso con Pablo; obviamente iba a descargarlo para poder tenerlo yo.

一 Se nota que ese chico te quiere, le veo en sus ojitos cuando te mira. Estoy muy orgullosa de ti.

一Gracias mamá.

一De nada cariño. Te dejo el ordenador aquí para que lo descargues, que se que te mueres de ganas por hacerlo.

Ella se fue con una sonrisa y yo se la devolví, para después centrarme en hacer todos los pasos para descargarme aquel momento tan especial para mí. Una vez hecho, no pude parar de reproducir el beso. Fue como cuando ves el tan esperado beso de tu pareja de televisión favorita, y le das hacia atrás para revivir el momento las veces suficientes hasta que te lo crees. Lo que pasa es que esa pareja, era yo y el chico de mis sueños.

Mi teléfono empezó a vibrar a la vez que la música de llamada que tenía, empezaba a reproducirse. El nombre del contacto de Pablo iluminaba mi pantalla, y descolgué con una sonrisa.

Proyecto Incierto | Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora