XLI

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Estaba en el hospital, esperando a poder ver a Pablo. Le estaban haciendo unos análisis y unas pruebas para ver si era grave o no. Yo no podía parar de morderme las uñas y salir al exterior a coger aire.

Tenía un mal presentimiento.

Después de 3 horas, Gavi salió de la sala. En muletas. Con unas putas muletas. Se le notaba decaído y al verme ahí, se sorprendió. Se despidió del médico que lo había atendido, y se dirigió a mí. Pude notar que le dolía al apoyar una pierna.

一 Hey. ¿Qué haces aquí?

一 Mi madre me dijo que estabas en el hospital. Obviamente, iba a venir.

一 Ah.一 dijo él y acto seguido, se puso a mirar el suelo y jugar con una piedra y una de sus muletas. Eso me confirmó que algo malo había pasado.

一 Pablo, ¿qué te han dicho?

一 Tengo que estar en reposo una semana, y no puedo jugar hasta dentro de un mes.一 al decir lo último se le rompe la voz, y yo le voy a abrazar tan rápido como puedo. Él se pone a llorar en mi hombro.

一 Tranquilo. Eres fuerte, a lo mejor puedes empezar a jugar antes. Pero para eso tienes que hacer lo que te digan.

一 Ya lo sé. Pero el club me necesita. Está habiendo muchas lesiones. Vale que salgamos de una, para entrar en otra. Me da rabia.

一 Lo sé cariño, lo sé. Y lo siento tanto. Perdón por no haber estado ahí.

一 Esto habría pasado igual si estabas como si no, no es tu culpa. No es de nadie.

一 Ya sé que no iba a cambiar nada, pero podría haber estado contigo desde el principio de todo.

一 No pasa nada. Me sirve que estés aquí ahora.

Le doy un beso y le digo que mi padre está esperándome en el coche, y que lo podíamos llevar nosotros. Al final vamos a mi casa y Pablo dice de ir a darnos una ducha, para relajarse. Yo acepto, porque no había tenido tiempo para ducharme. Ambos vamos al baño y Pablo empieza a reírse de mí, en cuanto me ve con un gorrito de ducha, para no mojarme el pelo. Cómo aún lo tenía limpio, no tenía la necesidad de lavármelo.

一 ¿De qué se está riendo usted, señorito?

一 Es que- 一 se interrumpe soltando una carcajada.一 pareces una oveja.

Al terminar de decirlo, el muy desgraciado se empieza a reír aún más que antes. Yo pongo cara de ofendida y me meto en la ducha, cerrándole la puerta en la cara.

一Hoy duermes en. el sofá.

一 Pero-. No te piques cariño. Si estás muy guapa. Ya tenemos disfraz de carnaval.

一 No intentes arreglarlo, Pablo Martín Páez Gavira.

一 Sabes que la ducha no tiene pestillo, ¿no?

一 Sí, ¿por qué?

En eso abre la puerta, y me abraza, pegando todo su cuerpo al mío. TODO.

一 Por esto. ¿Me perdonas, ovejita?

一 Vete a la mierda.

一 No que me ensucio. Y si estoy en la ducha es para estar limpito.

一 Una pena.

Empiezo a coger las cosas y abro el agua para empezar a ducharme. Cuando él se acerca otra vez, abrazándome por la espalda mientras dejaba pequeños besos en el cuello.

¡En mi punto débil no!

...

Pablo acabó antes que yo en la ducha, por lo que cuando yo salí, después de secarme el pelo (que Gavi se ofreció a secarme, pero le dije que no porque tiene que reposar); me lo encontré tumbado boca arriba en mi cama, lanzando una pelota de estas que se pegan en cualquier superficie; al techo de mi habitación. Se le notaba decaído otra vez. Y me dolía el alma verlo así. Se lo importante que es para él el fútbol. Y me pongo en su lugar, si a mí ahora me cerraran la cuenta en Twitch, podría pasarlo muy muy mal.

一 Pablito clavo un clavito, hay que animar esa cara bonita.

一 ¿Y cómo pretendes hacerlo?

一 Ya se me ocurrirá algo. Mientras... Esto me sirve.

Y tan pronto como termino la frase, me lanzo a la cama para hacerle cosquillas. Es muy débil a ellas. Mientras yo le tocaba por sus puntos débiles, a la risa, malpensados; él no paraba de reírse y rogarme que parara. Y su risa aumentó cuando la pelota que había lanzado al techo minutos antes; me cayó en toda la cabeza.

一 Oye, esto es bullying. En vez de preguntarle a tu novia si sigue teniendo su última neurona; te estás riendo de ella.

一 Es que tu cara fue muy graciosa, cariño.

一 Graciosa es tu risa.

一 Esto también es bullying.

一 Que va. Yo no te hago bullying.

一 Tu me hac-

Tan rápido como puedo le tapo la boca con la mano.

一 Cállate, Gavira.

一 ¿Por qué? Si no hay nadie más que nosotros en la habitación.

一 ¿Tú nunca sentiste que te vigilaban?

一 Eee, ¿no?

一 Es que, no es normal que tanta gente haga lo mismo que yo o que en vídeos de Tiktok adivinen lo que hago.

一 Boh, tú eres tonta. Eso es porque vivimos en una sociedad donde todos somos copias de copias.

一 Nico te ha pegado expresiones en gallego.一le digo para luego reírme un poquito. Pero no de él, sino de la idea de un Pablo gallego en vez de sevillano.

一 Y yo te voy a pegar el andaluz.

一 Si eso no me hace falta, se me pegan muy rápido los idiomas y lo sabes.

一 Ya, así sabes hablar Inglés, Francés y un poco de Italiano, desgraciada. Comparte un poco.

一 Comparte tú el talento para el fútbol.

一 Eso es suerte y trabajo.

一 Pues lo mío es lo mismo.

一 No lo es, porque a ti se te da bien todo.

一 Mentira.

一 Verdad, te voy a hacer una lista de cosas que se te dan bien. Y ten claro que va a aparecer fol-

一 ¡GAVIRA! Cállate ya.

一 Necesito ayuda.

一 Una pena que no sepa entender indirectas.

一 Tonta.

Y me coge la cara para besarme con unas ganas abrumadoras. Obviamente se lo sigo. Y nos pasamos ahí pegados sobre media hora.

Proyecto Incierto | Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora