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Nico nos acababa de venir a buscar

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Nico nos acababa de venir a buscar. Estuvimos todo el resto de la tarde o pintando o haciendo el tonto por el campo, como solo nosotros dos sabíamos. También hubo besos. Muchos besos. Pablo estaba más cariñoso de lo normal. Y eso que él ya es muy cariñoso.

一Nico, ¿sabes? Estoy sorprendido. Mi novia sabe hacer de todo. Osea, ¿viste lo que pintó?

一 Lo vi, lo vi. Es muy talentosa, sí.

一¿Os acordáis de que aún estoy aquí verdad?一los interrumpo yo.

一 Yo ya no sé cuando estás realmente y cuando no. Pienso mucho en ti. 一contraataca Pablo.

Eso hace que mire hacia abajo para intentar ocultar lo roja que me había puesto.

一No sabía que tenía un tomate en el coche. 一dice Nico para reírse de mí, Gavi también se ríe del "chiste", por lo que yo le meto un zape. Eso hace que Nico se ría aún más y que Pablo se gire hacia mí, frotándose la cabeza y con cara de perrito dolido.

一Ahora necesito mimos, sino voy a llorar.

一¡Ay pobrecito miniño!

Y Gavi se aferró a mí todo el camino a mi casa. Cuando llegamos, nos despedimos de nuestro chofer y entramos en mi casa. Mis padres estaban en el salón viendo las noticias.

一¡Pablo! Parece que tu plan fue bien.一dice mi padre.

一¿Tú lo sabías?

一Pues claro que sí. Anda ir arriba. Pablo ahora te llevo algo de ropa para que duermas.

一Muchas gracias, suegro.

一De nada, yerno.

Yo los miré con cara de sorpresa y de confusión.

Mientras subíamos las escaleras, le pregunté que cuándo había estrechado la relación con mis padres, él solo me respondió con: "Argentina"

Una vez en mi habitación, Pablo se puso la ropa que le dio mi padre, que eran unos pantalones grises cortos de chándal, junto con una camiseta de un color negro perdido de un grupo de rock.

Proyecto Incierto | Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora