"Dicen que el amor no duele, pero... ¿Qué hago yo con todo este miedo?"
— Sara Bueno
La culpa, debe ser una de las sensaciones más incómodas que se puede sentir, comienza como siendo una molestia casi imperceptible, casi como una pequeña piedra en el zapato, pero a medida que transcurre el tiempo, parece infectar la mente de quien lo aqueja. Remueve la conciencia, recuperando por momentos aquellos actos que carcomen la paz que uno podría poseer. Volkov que se consideraba un hombre que había logrado adormecer todo sentimiento, comienza a creer que es más humano de lo que podría pensar de sí mismo, porque ante todo pronóstico, su pensamientos regresan una y otra vez a la figura encorvada de Horacio alejándose de su auto. Ahora el trabajo ni siquiera logra ser un escape ante aquellos pensamientos, porque su concentración se ha visto debilitada, y de vez en cuando se encuentra a sí mismo perdido en cavilaciones con respecto al chico de la cresta.
La interacción, porque se negaba admitir que existiera alguna relación más que interactuar por el motivo que llevaba al heredero de Conway, en los últimos días se había tornado escabrosa, aunque a ojos de otros, como Mishell, se había tornado más que profesional, incluso para su yó de semanas anteriores, podría decir que la situación actual era la más adecuada, cero contacto, y solo saber de él a través de la información que recibía a través de los guardaespaldas, la ama de llaves y la terapeuta. Pero Volkov se sentía inquieto, no le parecía suficiente, deseaba saber más de él. La noche anterior se habían despedido en buenos términos, eso creía, pero hoy cuando llamó, otra vez solo fue el buzón de voz quien recibió su mensaje, de no haber tenido una reunión importante, quizá se pudo haber presentado en su apartamento, del cual aún tenía prohibido acercarse. Horacio parecía extender una mano hacia él, verlo con aquellos ojos y luego retraer aquella mano volver a mirarlo con aquellos sin vida como cuando lo conoció en ese hospital.
Viktor comenzaba a desesperarse de aquella situación, y consiente que parecía estar nada concentrado, era mejor enfrentar aquella situación y darle la solución que necesitaba: "Horacio siendo accesible a él".
La figura masculina se puso en pie tomada la decisión, comenzaba a abotonarse el traje cuando la puerta se abrió y ante la vista cansada de Blake, tras él la figura femenina de la pelirroja volvió a contonearse ingresando a la oficina.
— ¿Te vas?
— ¿Te quedas?
— Viktor.
— Volkov, para ti.
La mujer respiró y trató de controlar su mal genio, que desde el día de ayer al ser plantada frente a todos había herido su orgullo.
— Me plantaste el día de ayer.
— Es evidente.
— Estoy esperando.
— ¿Qué?
Volkov estaba cansado de la perorata de la mujer, y solo deseaba ir hacia Horacio y solucionar aquel absurdo veto, que nuevamente parecía haber caído sobre él.
— Una disculpa, al menos merezco una disculpa, además que hoy he preparado una cena, quizá invité unos amigos y ...
— No asistiré.
— ¿Cómo?
— Lo has escuchado.
— Volkov, no puedes, ¿Entiendes en qué posición estás?
Volkov que para ese momento ya comenzaba a dirigirse hacia la puerta se detuvo y giró solo el rostro en dirección de ella, el rostro mostraba la dureza de la desaprobación de haber sido amenazado.
ESTÁS LEYENDO
LOST ON YOU | Volkacio
FanfictionUn accidente que cambia la vida de nuestros protagonistas. "Amarse a uno mismo es el principio de una historia de amor eterna". - Oscar Wilde. Horacio es arrastrado al ojo de la tormenta, todos los dedos lo señalan, los rumores aumentan, y él solo...