Mile High Club (SuperCorp)

Capítulo 25 : Aquí viene el aliento

"Te amo."

Al otro lado de la línea, Kara se quedó sin aliento ante las palabras de Lena. Estaba tan sorprendida que no tenía idea de qué decir. Lena colgó antes de que tuviera tiempo de recuperarse y responder.

El cerebro de Kara dio vueltas a través de preguntas: ¿Lena quiso decirlo? Y lo que es más importante, ¿realmente lo dijo en serio? ¿O era solo el alcohol que hablaba? En cualquier caso, parecía que Lena no quería una respuesta, ¿por qué colgaría tan rápido?

Kara pensó en sus experiencias con Lena, más allá de cuán fenomenal fue el sexo. Las muchas formas en que Lena se preocupó por ella: pensando en su comodidad y en cuidarla. Cuán ferozmente luchó Lena para proteger su reputación, su privacidad, su carrera. 
Lena la había defendido con saña contra Kate, y más tarde contra Mike. Era tan poderosa, tan en control, y cuando desafío a otros para protegerla. Pensó en cómo a Lena le encantaba alimentarla y cuidarla. Incluso ahora, cuando Kara había insistido en que solo hablaran como amigas mientras ella trabajaba en su experiencia con Mike, Lena todavía estaba allí, todas las noches cuando llamaba. Muy dispuesta a escuchar, a dar buenos consejos y, sobre todo, a animarla. Ella fue muy paciente y amable.

Y cuando estaban teniendo sexo, incluso cuando Lena estaba claramente desesperada por follársela, todavía ponía a Kara primero. Kara gimió ante el recuerdo de semanas atrás con Lena. Qué agotada, y excitada se sentía después del juego y la fiesta, cómo Lena podía ver eso y estaba decidida a darle esa liberación, sin preocuparse en absoluto por sus propias necesidades. 
Kara recordó la visión de Lena en bata, claramente dura debajo de sus calzoncillos de seda. Kara se recostó en la cama, incapaz de resistir el impulso de tocarse al pensar en Lena esa noche. Ella deslizó su mano dentro de sus pantalones cortos de dormir.

Recordó la boca y la lengua de Lena trabajándola mientras bajaba por su cuerpo. La sensación de la dura polla de Lena presionada contra su cadera. Su boca aterciopelada se sintió increíble sobre el clítoris de Kara, luego deslizó su lengua dentro. Y cuando Kara rogó que la follaran, cómo Lena había metido los dedos dentro, trabajando su punto G como nunca nadie lo había hecho. Lentamente agregando más dedos, estirándola y follándola más profundamente, sin dejar de tocar su clítoris.

Mientras recordaba esa noche, Kara comenzó a hacer círculos alrededor de su clítoris, luego deslizó sus dedos dentro, eventualmente trabajando hasta 3, tal como lo había hecho Lena. Recordó cómo Lena había sido implacable, sin dejarla nunca cuando Kara comenzó a gritar su nombre. Llevándola más y más alto hasta que finalmente Kara se derramó sobre la mano de Lena. 
Kara presionó con fuerza contra su propio punto G, empujando una y otra vez tratando de aliviarse. 
Recordando cómo Lena le mordía los labios con determinación para hacerla correrse. Finalmente, el recuerdo de ver a Lena entre sus piernas, lamiendo vorazmente el semen de Kara de sus dedos, la empujó al límite.

Kara bajó rápidamente de su orgasmo y sintió profundamente el vacío de su propia cama. Lo había estado haciendo muy bien, manteniéndose enfocada en su proceso, tratando de mantener a Lena en la zona de amigos de su corazón hasta que sintió que estaba lista para manejar sus sentimientos. Necesitaba compartimentar. Para terminar con Mike y todo el bagaje que había venido con él. Al menos ella pensaba eso. La confesión de Lena, intencional o no, hizo que ese mundo cuidadosamente elaborado se derrumbara a su alrededor.

A la mañana siguiente, Kara se levantó temprano y preparó montones de panqueques con chispas de chocolate y tocino, su desayuno favorito, y con la esperanza de atraer a Alex para que pudieran hablar. Mientras Kara inhalaba su desayuno, finalmente apareció Alex, frotándose los ojos.

"¿Hambrienta?" Kara cargó un plato y se lo entregó.

"¿Por qué te levantas y cocinas tan temprano?"