Erica me había comentado que la fiesta se celebraría en la casa de un tal Dylan. No se por qué su nombre me había sonado conocido pero ni al acaso.
Busco el vestido que dudo de usar esta noche y me lo pongo.
Me miro al espejo buscando la mínima imperfección para no usarlo. Pero, había costado 80 libras... si no lo uso, me sentiré mal por haberle hecho gastar tanto dinero...
Voy a mi armario en busca de alguna zapatilla que me quedara bien con el vestido. No había pensando en ello en lo absoluto. Voy a mi habitación contigua y abro el closet. Mi tía solía ser una persona fiesteras. Alguna zapatilla que me quedara habría de tener.
Se preguntarán por que no me deshice de sus cosas, pero verán. A veces al tener todo en su lugar me hace pensar que aun está aquí, solo que no la puedo ver...
Tomo unas zapatillas plateadas que encontré y me voy con ellas. Me arreglo el pelo, me pongo un poco de maquillaje y termino poniéndome las zapatillas. No recordaba que andar en tacones era tan fastidioso. Tomo unas sandalias para llevar ya que no me pasaría la noche entera en estos monumentos.
Mi celular empieza a sonar y lo tomó.
—Ya estoy lista. —dije rápidamente. Se cuelga la llamada. ¿Pero por qué... ya mejor ni pregunto.
Cuando salgo lo hago despacio. Tenia siglos sin caminar con unos tacones altos. Un flash me habia cegado y casi mente me tuerzo el tobillo.
—¡Erica! —le grito. — ¡apaga esa cosa!
—Pero si te ves hermosa. Ven acercate. —camino hacia ella sin dejar de mirar el suelo.
—Quedaste hermosisima. Ya súbete.
—¡ay si muchas gracias que generosa! —dije con sarcasmo.
Me subo al auto y nos dirigimos al lugar.
—Creo que no aguantaré ni 10 min con ellos puestos. —digo mirando las sandalias que habia puesto debajo del asiento.
—¡Tu calmate! Te tomas dos tragos y hasta podrás bailar con ellos.
—¿Quién dijo que tomaría?
—Tú ya lo veras. —y ahora a que se refería esta loca.
Entramos al lugar y todo esta abarrotado de gente. No sabría decir quienes son nuevos o no ya que... por mucho que lo intentara, no podría reconocer a alguien.
—Bien, lo que haremos es. Iremos a aquella mesa, jugaremos lo que sea que esten jugando y nos divertiremos va?, nada de quedarse en un sofa y tomando agüita. Agüita para casita. —ahora parecia una mandona. Me toma por el brazo y me lleva a rastras hacia la mesa.
—¡Erica! Mi chica —¿su chica? ¿Dónde esta Bruce? La miró confundida y me acerca hacia ellos.
—Ella es mi amiga Cat, el es Dylan. ¿Lo recuerdas de aquella fiesta donde Mike? —Asiento descaradamente, apenas y lo vi en aquella fiesta.
—Espero disfrutes la fiesta. Siéntete como en casa.
—Queremos jugar lo que sea que estén jugando aquí.
—¿Así? Oigan, les traje dos hermosuras para poner el juego mas interesante.
—Okey, miren. El juego consiste en, tienes tres vasos. Están llenos de alcohol, entonces lo que tienes que hacer es, intentar tomarte el alcohol de los vasos, todo el alcohol, sin usar tus manos, solo con tu boca. No puedes derramar el alcohol en la mesa, ni en ningún otro lugar. Si lo derramas pierdes. —explica un chico.
—¿y que pasa si pierdes? —pregunto.
—Bueno pues, tienes que tirarte a la alberca.
—¿Con todo y ropa? —pregunte confundida.
—Bueno al menos que te quieras tirar en ropa interior.
—No tienes que hacerlo si no quieres —dice Dylan.
—¡Claro que lo hará! Ella vino a divertirse ¿no?
—Si.. —dije dudosa.— ¿puedo probar el alcohol que usaran antes?
—Si claro, toma. —dice el chico pasándome la botella. Le sonrió y tomo la botella. Erica me mira con ilusión y ponga la boca de la botella en mi boca. Tomo un sorbo y empiezo a toser como loca.
—¿Oye Cat estas bien?
—¿Acaso eso es lava o que?
—Si quieres podemos usar cerveza —dice el chico.
—Si, cerveza estaría mejor. —dije conteniendo mi tos. ¿Qué era eso ? ¿vodka o que?
—Bien el juego empieza. —todos rodean la mesa y Erica es la que empieza el juego.
Siento una presencia detrás de mi y miro hacia detrás. Bruce estaba recostado de la pared mirando a Erica de una forma algo confusa... no se si era desaprobación o decepción.
—Hey Bruce, ¿dónde has estado? —digo acercándome hacia él.
—Estaba leyéndole un cuento a mi hermano para dormir.
—Awwe que tierno. ¿Como se llama tu hermano?
—Matthew —responde sin quitarle la mirada de encima a Erica.
—¡yeiiii! —gritan todos al unísono. Erica nos ve a Bruce y a mi.
—Bruce.. ¿dónde estabas bebe? —¿bebé? ¿Acaso ya esta ebria? O me perdí de algo...
—Vamos afuera, tengo que contarte algo. Discúlpanos Cat, será un momento.
—Si si si, no hay problema. —me preocupo un momento hasta que mi momento de desgracia había llegado.
—Oye Cat, sigues tu. —en que mierda me había metido...

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Healer ©
RomanceCatherine Williams ha enfrentado la tragedia desde una edad temprana, perdiendo a sus padres a los 15 años y más tarde a su tía, su única familia restante. Ahora, sola en la casa que alguna vez fue un refugio, encuentra consuelo en los libros de la...