Capítulo 6

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*Narración en pp*

Los de último(a los cuales yo pertenezco), empiezan a salir un tanto alborotados pero al menos se logra salir. A primera hora nos toca Literatura osea con la señorita Cursh.

Con lo aburrida que es la señorita Cursh no esperen que me mantenga más de dos minutos despierta dice Erica luciendo sus hermosos pantalones en Leder y sus heels a todo poder. Siempre admiraba el estilo con el que Erica siempre lucía tan ''segura de si misma''.

Entramos al aula el cual estaba repleto de nuevas cara, caras que nunca había visto.

—Si que hay nuevos este año, ¿no? —dice Erica tomando asiento detrás de mí.

—Si... —me limito a responder.

La señorita Cursh entra algo apresurada al aula.

—Bien chicos, todos tomen asiento.

Todos toman asiento rápidamente y el aula se suma en total silencio.

—Bien, como ya saben seré su maestra de Literatura y espero serles de ayuda en su último año escolar. Como siempre en cada año escolar yo les invito a los nuevos alumnos que se presenten y den sus nombres así la clase y yo podamos conocerlos .

La clase se suma en total silencio y los alumno se encuentran totalmente cohibidos ante la situación.

—No se sientan incómodos, solo tomenlo como un ejercicio para romper el hielo, ¿si?. Haber que me dices de ti —la señorita Cursh había señalado a una chica con cabello rizado y mirada tierna. La chica se para y para mi sorpresa era más pequeña de lo que habría podido imaginar.

—Mi nombre es Veronica... —los nervios se notan en el sonar de su voz.

—Veronica, de acuerdo. Puedes tomar asiento cariño. ¿Ven que no es tan difícil?. ¿Alguien mas que quiera presentarse voluntariamente?, que conste que si no dicen nada los elegiré yo.

—¿Entonces que sentido tiene que alguien lo vaya hacer voluntariamente si de todas formas se sentirá obligado? —me dice Erica por detrás.

—¿Cuando ha dicho algo lógico la señorita Cursh? —pregunté dándole la espalda a la maestra.

—Tienes razón —dice Erica acomodándose de nuevo para bajar la cabeza contra la mesa.

—¿Qué me dices de ti? —Erica mira hacia adelante con cara sorprendida y mi vista vuelve hacia el frente.

—Oye Cat, ese no es...

—No se de que hablas —no vuelvo a mirar hacia atrás para evitar una conversación incómoda.

—Mi nombre es Cameron.

El sonido de su voz invadió lo más profundo de mi. Mi corazón había tomado un ritmo más rápido que el anterior. Sus ojos se fijan desprevenidamente en mi y redirijo mi vista de una manera brusca y evidentemente notable. ¡Rayos! —me dije a mi misma.

Erica se acerca de manera sigilosa por lo que di un brinco nervioso.

—Ya llegará el momento que en el que me digas que te sucede con ese chico.

—No se de que hablas —me limito a decir y ella solo se aleja.

—¿Quiénes siguen? —la maestra al parecer se tomaría la clase completa para saber los nombres de los nuevos ingresados los cuales eran bastantes a comparación de años anteriores.

—Aun no se como puede haber gente tan estupida en pleno siglo XXI —dice Erica indignada por la ''insolencia'' según ella de muchos alumnos.

—Eres muy exagerada Erica ya para de hablar- dice Bruce colocando su bandeja en la mesa metálica de forma ruidosa. Erica toma asiento mientras nos brinda un silencio con una exhalación de cólera.

Me limito a guardar silencio pero como siempre, los chicos tratan de buscar conversación de lo más mínimo que pase.

—¿Creen que hayan mejorado? —pregunta Bruce en referencia al emparedado que sostenía con sus manos, proveniente de la cafetería escolar.

—No lo se, ¿que tal si probamos todos al mismo tiempo?¿te anotas? —me pregunta y simplemente asiento. Tomo mi sandwich con la esperanza a que no sepa a harina vieja. Erica reza antes de comer su bocadillo y empieza la cuenta regresiva.

—3,2,1... —cada uno toma el primer mordisco pero no, sabia igual, creo que hasta peor. Los tres nos levantamos al mismo tiempo y corrimos hacia los contenedores a deshacernos del mal sabor de los alimentos y nos deshacemos de todo.

—Creo que perderé el apetito por hoy —dice Erica conteniendo las ganas de vomitar. Mis ganas de querer hacerlo eran insoportable. Nunca fui buena en cuestión a la abstinencia y creo que hoy no seria la excepción.

—¿Cat te sientes bien? —Erica y Bruce me preguntan simultáneamente, intente responderles pero lo unico que salio de mi boca fue desechos malolientes. Por suerte no fue sobre ellos.

—¡Qué asco! —escucho decir a una voz aguda y molesta para cualquier oído de la preparatoria. Levanto mi cabeza con la mayor vergüenza de todas para encontrarme con la chica mas insensible e irracional de toda la prepa.

—¿Qué acaso tu nunca vomitas o que?, no me cabría duda que lo hagas a diario para mantener la figura que según tu destacas —ahora Erica se había puesto a la defensiva acerca de mi. Bruce me sujeta y toma a Erica bruscamente por el brazo y nos lleva fuera de allí.

—Qué verguenza siento... —fue lo único que me salió decir en ese momento.

—No te aflijas, tampoco te ibas a dejar envenenar por la comida de aquí. Vamos a la enfermería así te dan algo. No acepto un no por respuesta —y eso era lo que representaba a Bruce, que era decidido y determinado al momento de hablar.

Healer ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora