Capitulo 4

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Narración en PP.

Observo el lugar y me pregunto si fue buena idea haber venido. Las chicas parecían estar desesperadas por acostarse con el primer chico que se les insinué.

A mi derecha se encuentra un chico esbelto, con músculos bien marcados a lo que se le llamaría "físico atractivo'", el típico chico por el cual a cualquier chica se le caería la baba, a excepción de mí. A mi izquierda se encuentra un grupo de chicas las cuales parecen ser las chicas "fresas"del lugar, ya que cada chico que se les acercaba era simplemente rechazado. Simplemente miró con desaprobación y recuesto mi cuerpo en la tumbona.

Me acomodo en dirección opuesta y mis ojos se fijan en un chico que al parecer tiene una estatura bastante alta, su espalda se encontraba bien formada y derecha, su cabello alargado de color castaño caían sobre su nuca. Lo observo por unos segundos y al parecer había sentido que lo observaban y miro repentinamente hacia atrás.
Rápidamente voltee la vista hacia el otro lado con vergüenza o más bien pánico. No pierdo más el tiempo, me paro y me voy rápidamente de alli.

Ahora pensaría que lo estaba acosando...

— ¿Dónde rayos has estado?, ¡te he estado buscando toda la fiesta! —Erica grita tan fuerte que hace retumbar mis oídos.

— ¡Perdona!, estaba en la alberca.

— ¿Y...?

— ¿Como que, y? — pregunto confundia.

— ¡Ay Cath por Dios!, tantos chicos y no te decides por uno.

— No son las clases de chicos con los que estaría o desearía estar.

— Bueno, bueno. Pero Mike parece un buen tipo.

— No me gusta que me están coqueteando sin aun conocerme.

— ¿Y qué tal aquel chico?, se ve tranquilo. —apunta hacia la alberca con su cerveza—. Realmente nunca lo había visto.

— No... el no — Erica ahora miraba al chico del cual inconscientemente había escapado y el pánico había vuelto a mí.

— ¿Que?, ¿acaso ya has hablado con él? —miro asi su dirección y nuestros ojos se encuentran.

— ¿Qué tal si salimos o vamos a la cocina? — digo sosteniendola y llevándola lejos de aquel lugar.

¿Qué rayos me pasaba?, me sentía inquieta.

— ¿Me dirás que fue eso o qué?

— ¿Qué fue qué?

— Eso de sacarme así de la nada, no vengas haciéndote la tontita.

— Sentía calor de repente, solo eso.

— Ajá, ¿Y enserio esperas que me crea eso?

— Pues, a decir verdad, sí.

— ¡Chicas! aquí están, ¿qué pasa que no se andan divirtiendo? — Bruce se nos acerca totalmente ebrio y lo primero que me llega a la mente es que él conduce.

Healer ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora