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Capítulo 2

Era sábado por la mañana y Cath se encontraba en el parqueo del supermercado.

Mientras iba en su camino hacia la entrada, de la nada su celular empieza a sonar incesantemente.

—¿Sí? —contesta el celular con cara confundida mientras

—¿Catherine?

—¿Aja...

—Soy yo, Erica.

—Oh... Erica, ¿qué tal?

—Estoy bien, ¿Dónde andas tú?, no hemos sabido nada de ti.

—He estado algo ocupada estos días —dice Catherine mirando los vegetales del super.

— ¿Ocupada en qué?, ¿ordenando libros? —dice Erica sonando sarcástica.

—Si... ¿Llamas para...?

—Tenemos una fiesta hoy en la noche en casa de Mike.

—¿Y...?

—¿Como que y? Nunca sales de tu casa, a menos que sea a la biblioteca; un poco de diversión no está mal.

—Es que...

— Es que nada, vas y punto. Paso por ti a las 8
—Erica termina su oración y cuelga. Cath suelta un suspiro y sigue con sus compras del día.

Al llegar a casa Catherine ordena sus compras y hace algo de comer. Luego de terminar, se sienta en el sofá y enciende la televisión.

En la tarde luego de tomar una pequeña siesta, va a la biblioteca a ayudar a Ava, aun cuando ni se lo ha pedido.

Cath caminaba como siempre por las aceras de Bruggs Street, mientras llevaba sus audífonos.

Observa el hermoso cielo otoñal con admiración.

—¡ups!, disculpa —dice al chocar con una persona. Voltea instantáneamente y era un chico. Él no miro hacia atrás, si no que siguió su camino.

Catherine miró la espalda de aquel chico que siguió con desdén y continuó su camino.

—¡Hola! —dice Catherine al llegar a la biblioteca.

—Catherine... —dice Ava bajando sus lentes a su nariz y observándola mientras camina hacia el mostrador.

—No digas nada —dice tomando las cajas de la mesa principal inmediatamente.

Catherine coloca las cajas en el suelo de un pasillo aleatorio y toma el primer libro que hay en una de ellas.

''Atracción inmortal''

"Max Wilson ingresó a la universidad Varsity y su llegada despertó inmediatamente la intriga de las jóvenes estudiantes. La belleza masculina que posee provocó que las chicas a su alrededor se derritieran con tan sólo verlo..."

Catherine se pierde en los escritos de Wendy HM  luego de terminar de ordenar los libros y sin darse cuenta son las 7 de la noche.

Se para del lugar con los muslos acalambrados y coloca los libros sobrantes en su lugar.

—¿Ya te vas?

—Si, eso creo...

—¿Tienes cosas que hacer?

—Me han invitado a una fiesta, pero no creo que asista.

—¿Por qué no? deberías ir a divertirte.

—Si, pero ya sabes, me gusta estar en casa, venir ayudarte y esas cosas, no soy de fiestas o esas cosas.

—Diviértete un poco querida, has pasado por mucho, créeme que no te arrepentirás.

—Lo pensaré —dice Cath por último brindándole una sonrisa cálida a Ava— ¡Adiós!

—Cuídate querida.

La noche estaba fresca, a medida que pasaba el tiempo Catherine dudaba entre si ir o no aquella fiesta. Hacía mucho tiempo que no asistía o compartía con amigos.

El celular de Cath empezó a sonar interrumpiendo su música.

—¡Dime que estás lista! —Erica suena algo volátil.

Catherine observa su reloj y faltan 15 para las 8.

—Perdón, se me ha hecho tarde, voy de camino a casa.

—Pero, ¿Irás?

—Pues...

—Pasare por ti en media hora, ni un minuto más —finaliza su oración para luego colgar típicamente.

—Esta chica esta demente —dice Catherine guardando su celular y apresurando más el paso.

Al llegar a casa sube rápidamente a su habitación y busca que ponerse. Catherine se encuentra indecisa acerca de que llevar a una fiesta ya que hacía mucho tiempo no asistía a una. Toma unos Jeans rasgados, una blusa rumbera y unos botines negros.

El cabello de Cath era ondulado por naturaleza, eran de color cobrizos como los de su madre.

Cath termina de vestirse y suelta su espesa cabellera sobre sus hombros. Se observa por un instante pensando para sí — ¿Estoy lista para esto?

Su celular suena interrumpiendo sus pensamientos, era Erica por supuesto.

—Estamos abajo —avisa rápidamente y cuelga.

—¿Por qué es que hace eso?

No es que le gustara mantener una conversación por más de 3 minutos, con lo cerrada que era. Solo le parecía una falta de respeto.

Toma su bolso, se percata de cerrar bien todo y sale.