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"Una promesa"

S

tolas llegó a la casa arrastrando los pies. La noche había sido agotadora y no había dormido nada; Sus ojeras ocupaban la mayor parte de su rostro pálido, haciéndola verse como un oso panda.

No anunció su llegada a casa como lo hacia de niña, no, solo se quitó los tacones y se arrastró hasta la cocina con la intención de encontrar algo comestible para aplacar su hambre; ¿Huevos? ¿Un tomate? ¿Pan? Lo que sea estaría bien, pero, ¿Que hacían estas personas con el dinero que ella les daba para comprar comida? Nunca habia nada ahí.

Al entrar se encontró con una imágen en verdad muy extraña; Katalina lloraba desesperada mientras sostenía el teléfono en sus manos, Eligor por otra parte parecía una bestia enjaulada mirando todo desde su rincón en la encimera.

La pelinegra elevó sus cejas.

_¡Ey! ¡Buen día, familia!_ Saludo caminando hasta el refrigerador y habriendolo_ Es un día horrible; Soleado y muy refrescante...

Con decepción capto el claro vacío en el frigorífico y se decidió por tomar los dos último huevos y la mitad de una hogaza de pan medio verde que estaba oculta en lo más recóndito del cajón de verduras. Bajo los ojos penetrantes de los mayores la chica tomó una olla, ya que el sarten estaba sucio, y frito los huevos en el.

_¿Que sucede? ¿Eligor por fin va a recrear el suicidio de Cleopratra?_ Se mofo_ Yo puedo conseguír la serpiente, aunque no te aseguro que sea una Aspid, tal vez una Tapian del interior...

Vio el Atisbo de una sonrisa tirar de la comisura de los labios del hombre; El muy imbecil compartía el mismo sentido del humor negro y retorcido que su pequeño retoño.

O bueno, no tan pequeña.

Stolas había dado un buen estirón; Su cuerpo había crecido más y con la ayuda de su tiempo en el gimnasio sus músculo se habían sincelado a la perfeccion. Se había vuelto incluso más hermosa que su madre, con el rostro celestial de un ángel y una figura letal que podríahacer temblar a cualquier hombre, y ni hablar de los críos hormonales.

_Stolas... Tengo un hijo..._ Susurró la rubia con voz temblorosa.

La pelinegra la miró con el seño fruncido y cruzó los brazos sobre su pecho, los músculos de su cuerpo se tensaron haciéndole verse como la imagen viva de una diosa guerrera.

_¿Estas embarazada? ¡Genial! Otro ser destinado a morir de inanición en esta casa..._ Se quejo de mala gana mientras rompía un trozo de pan y se lo comia_ No creo que un bebé pueda sobrevivir con huevo frito y pan día por medio...

Las cejas finas y rubias de la mujer se fruncieron y se colmaron de lágrimas gruesas; Rompió en llanto de nuevo y eso solo logro incomodar más a los Shiva. Padre e hija.

_No llores ¿Si? Siempre hay opciones..._ Murmuró nerviosa mientras apagaba la estufa y le ponía sal al plato_ Abandonarlo en una iglesia... O en una comisaría... O sacrificarlo en un ritual satánico... Opciones...

Se encogió de hombros y se sentó a la mesa a comer; La mujer negó ante su mirada y parecía estar horrorizada.

_Su nombre es Minami... Es un niño..._ Susurró vagamente_ Solo tiene Trece años...

La ojiazul noto la seriedad en el aire así que decidió dejar su humeante almuerzo de lado y miró al par con la misma seriedad.

_Habla claro, ¿Cual es el problema con que tengas un hijo? ¿Hay algo malo con eso?.

Eligor irrumpió, su rostro frio le hizo saber cuan en desacuerdo estaba con la idea de un hijastro; Ni siquiera soportaba a su propia hija ¿Que haría con otro niño problematico en su vida? Odiaba la idea de otra boca a la cual alimentar.

SHORTY "SHOJO"  IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora