VIII

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Asintieron con la cabeza y cuando fueron a su habitación para comprobar en qué estado había quedado el juego de mesa, lo guardaron bien y lo pusieron en su sitio, y al momento de recoger sus mochilas, sacar los libros y preparar los del día siguiente dado a que los deberes que tenían eran mínimos y los pudieron hacer bastante rápido, fue cuando se plantearon la duda del insulto que habían recibido. Y que en gran parte había sido el detonante en la inseguridad repentina de Álex. Los dos estaban sentados en sus asientos, delante del escritorio y se miraban de reojo apoyados en el respaldo de las sillas.

- ¿Deberíamos decirle sobre lo que nos gritó David?

- Bert me dijo que eso se lo gritan a su padre comúnmente y que lo ignoremos...

- Pero papá nos dijo que nunca deberíamos decirlo.- interrumpió antes de que siguiera por ese camino de restarle importancia.- Y si lo ha dicho, es porque esa palabra no es buena... Así que nos han dicho un doble insulto. Eso es el doble de malo...- se encogió de hombros como si resultara evidente.

- ¿Entonces se lo decimos...?

- ¿Decir el qué?- una voz intrusa se coló en la conversación.

- ¿¡AHHHH!?- los dos chicos se sobresaltaron, casi cayendo de la silla y escucharon una carcajada silenciosa y traviesa.- ¿Cómo haces para que no te escuchemooooos?

- Caminar de puntitas...- los dos hermanos se rieron por la forma en la que lo dijo y dramatizó el gesto.- Okay, es broma...- se sentó a los pies de la cama de Álex.- ¿Decirme el qué...?- preguntó de nuevo.

Los dos jóvenes a veces se sorprendían de la habilidad que tenían sus padres para comer rápido sin que les doliera la barriga.

- David, un compañero de clase, el que le hizo eso a Álex...- dijo Keenan señalando las benditas que tenía en su ceja y nariz.- Nos insultó.

- ... Ósea, Que encima qué le hicieron eso a Álex... ¿también os insultó?- asintieron con la cabeza un poco intimidados, la sonrisa se había borrado por completo de su rostro, en ese instante estaba serio, sus labios se habían convertido en una línea recta.- ¿Qué os dijo?

- ¿Podemos decirlo...?- susurró Álex cohibido.

- Solo esta vez.- Álex asintió con la cabeza.

- "Quitaos del puto medio, maricones de mierda"- susurró Keenan cohibido y con un ligero cosquilleo en la lengua al susurrar aquello, más todavía por la reacción de su padre al abrir los ojos con tanta sorpresa en su expresión.

- ¿En serio?- quiso asegurarse de que lo había escuchado era totalmente verídico.

Los dos mellizos asintieron con la cabeza al mismo tiempo.

- ...- hizo una mueca sorprendida desviando la mirada hacia otro lado, carraspeó.- Hablaré con Silver de eso... No os preocupéis...- tranquilizó rápidamente al levantarse del colchón.- Si os lo vuelve a decir ese chico, David, o como sea; o quién sea, decídmelo inmediatamente.

- Vale...- susurró Álex.

Su padre había salido tan rápido de la habitación que les extrañó a ambos. Más todavía cuando lo escucharon en el salón que había contactado con Silver por teléfono cuando este estaba trabajando. Eso debía ser más grave de lo que parecía dado a haber reaccionado así, y es cierto que podría haber esperado a que saliera del trabajo para decírselo, pero aquello verdaderamente era grave, al menos para él.

- Babe... Know, I know ur working. Know. ¡I fucking know! (Cariño, lo sé, sé que estás trabajando. Lo sé. ¡Lo sé, joder!).

Cuando su padre se ponía tenso, estaba nervioso y perdía los papeles: hablaba en inglés; después de todo, su padre era de Estados Unidos. No era nativo de España, fue a vivir a España por trabajo de sus padres, aprendió español cuando entró en la secundaria, la misma de Silver, y aunque su acento era capaz de camuflarse sorprendentemente, cuando estaba tenso, discutía o estaban en familia, solían acabar hablando en inglés... Su padre tenía un acento muy fluido y brusco cuando estaba tenso.

42.- Gorgeous & Ravishing (LGBT+ Straight Partner)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora