El Sacrificio de Amar

Let Me Down Slowly

— ¡Regulus! —Daphne gritó mientras corría tras su prometido, seguida por sus amigos.

Sin embargo, Regulus no se detuvo, al contrario, aceleró su paso, mientras su mente repetía a una velocidad abismal todo lo ocurrido hace unas horas.

Inicio del Flashback

— Entonces bienvenido a la familia, Regulus Black.

— ¿Eso qué diablos significa? —De un momento a otro Hermione había conjurado una silla para ella y su hermano, las cuales posicionó frente al azabache a una distancia prudente.

Se sentaron y sus movimientos eran reflejo de su control sobre la situación que se estaba desarrollando, por lo que él ni se había molestado en intentar usar legeremancia o magia sin varita. Después de todo, si estaban en una de sus propiedades, no podría usar magia para atacarlos.

—Tenemos una propuesta para ti, Regulus—comenzó la castaña, con una expresión indiferente—. Cómo habrás notado, no estamos del lado de tu amado Señor Oscuro

—Hermione—advirtió Theo—. Te puedo asegurar que, aunque sus ideologías sobre la pureza de sangre están algo.... Arraigadas, no está del lado de ese maniático

—O ustedes están locos o son suicidas, para hablar del Señor Oscuro de esa manera—mordió Regulus

—Digamos que tenemos mucha más experiencia que tú con lo que respecta a ese loco, pero primero quítame una duda ¿su nombre es tabú en esta época? —El ceño fruncido de Black confirmó las sospechas de Hermione—Así que no—soltó un suspiro—, ya me sentía demasiado patética llamándolo Señor Oscuro...Voldemort—Probó lentamente y rio cuando ambos chicos se estremecieron.

—Maldito Gryffindor—Maldijo por lo bajo Theo, ganándose una mirada confundida de Regulus—. Ahora que has probado tu punto, creo que es hora de que dejemos de ser crípticos y le contemos la verdad, ya parecemos el director.

Hermione asintió y convocó su bolso de cuentas, del que extrajo la nota que había encontrado Harry dentro del relicario falso. Una vez que obtuvo dicho pergamino en mano, avanzó, colocándolo frente a los ojos grises, los cuales no dejaban de mirarla, por lo que, tras un gesto de exasperación, le hizo un ademán para que leyera las líneas frente a él.

El rostro del azabache era un poema a medida que avanzaba a través de las palabras. Por una vez desde que lo conocieron, lograron ver como su máscara de indiferencia caía y todas sus emociones se arremolinaban en sus ojos.

—Es imposible—dijo después de unos minutos, cuando la castaña volvió a tomar asiento—yo... ¿Cómo? —logró articular, después de que tragara el nudo que se le había formado en su garganta.

—No podemos decirte hasta que no hagas un juramento inquebrantable

—No haré tal cosa—Espetó

—Siempre podemos obliviarte—Dijo con un encogimiento de hombros el castaño

—Theo—advirtió esta vez Hermione, pero algo más divertida—. Regulus, la nota era una muestra de buena fe. Pudiste notar que fue escrita por ti y si quieres puedo hacer el hechizo para confirmar la firma mágica, aunque supongo que dado los años que pasaron, puede que ya se haya perdido

— ¡Nunca escribí esa cosa! —Gritó el Black, aunque los Nott podían ver la desesperación en sus ojos y como aquello era más un intento de convencerse a sí mismo, que a ellos—Ni siquiera sabía, hasta que leí eso, que el Señor Oscuro había hecho un horrocrux