Otra Oportunidad.

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Había llegado el momento de empacar para la academia de moda, no me sentía preparado para irme, me iría durante el verano, para buscar apartamentos con Peter, él estaba fuera de la ciudad por que fue a su graduación, llegaría para nuestro vuelo a Nueva York, me siento emocionado de hacer esto junto a él, mamá entro con una vieja caja de recuerdos y la puso sobre la cama,saco un álbum de fotos antiguas, de cuando yo era un bebé, se que para ella era más difícil el dejarme ir, aunque se que estara bien, mi pequeño hermano Daniel estará con ella.
-¿Ya tienes todo listo? - pregunto mamá
-Ya caso- mencioné
Ella empezó a llorar al ver casi toda la habitación vacía.
-Mamá, estare bien, prometo llamarte cada día.
Ella solo sonrió y me abrazo muy fuerte.
Salió de la habitación después de eso y yo seguí empacando las cosas que faltaban.

Mi celular sono, lo tomé y era un mensaje de Peter, *Te veo en unas horas, te amo, Peter * le respondí que estaba ansioso de verlo y agregué un emoji de besó.
Salí de casa con dirección a casa de Ashley, pero una vez más tuve un intento fallido, ni ella ni sus padres estaban en casa, al parecer habían salido del viaje desde hace ya varios días, regrese a casa, para pasar mis último día con mamá y Daniel, Peter llegaría por la noche y al día siguiente partiríamos hacia a Nueva York, Peter empezaría a trabajar en un despacho de abogados muy importante en Manhattan, y yo estudiaría la carrera de mis sueños en la escuela de mis sueños alado del amor de mi vida.

Mamá preparo una lasagña para la cena, me sentía nostálgico por que sería la última vez que cenaria con ellos, el timbre de la puerta sono, al abrir la puerta ahí estaba, mi Peter, me lancé sobre el y el soltó sus maletas, le di un beso y solo se quejaba de cuánto pesaba.
-Eres un llorkn- le dije mientras le daba un ligero golpe en su brazo, le solo carcajeo, entro en casa y mamá lo recibió también con un abrazo, nos sentamos a cenar juntos en la mesa, era la primera vez en 13 años, que Ashley no estaba ahí en la cena, sólo solté un suspiré y traté de pasar una velada agradable, subimos a la habitación después de un rato y Peter se tumbo en la cama y se durmio al poner la cabeza sobre la almohada, yo lo acomode, y le di un beso en la frente, me quedé despierto hasta tarde, leyendo un poco, y mi mente era bombardeada por mis recuerdos con Ashley, no me sentía preparado para continuar mi vida sin ella, se que nunca me perdonara, pero necesitaba decirle lo mucho que lo sentía, así que en ese momento decidí escribirle una carta, tome una pluma y papel y comencé a escribir.

"Ashley, no tengo las palabras suficientes para decirte lo mucho que lo siento, nunca me imagine que no estarías para el momento más importante de mi vida, me voy a Nueva York, a esa escuela de moda de la que tanto hablábamos, no ha pasado un solo día que no haya pensado en ti y en lo mucho que siento haberte dañado, espero que algún día puedas perdonarme, y volver a ser los mejores amigos que fuimos que solíamos ser, nunca planee enamorarme de Peter, solo paso y como dice la canción, el corazón quiere lo que quiere, te deseo lo mejor de este mundo, ojala seas muy feliz Ash, que tengas amor y que cumplas todos los sueños que alguna vez me pláticaste, te llevaré siempre en mi corazón, y a dónde quiera que yo vaya, tu sonrisa me hará falta, te amo amiga y lo haré hasta el último de mis días
Sebas".

La mañana siguiente Peter me levanto con el desayuno en la cama y mi beso de los buenos días, comimos juntos y reímos, luego nos preparamos para ir hacía el aeropuerto a iniciar nuestra nueva vida. Luego de unas horas nos despedimos de mamá y Daniel y subimos al auto, Peter ya estaba conduciendo hacia el aeropuerto, cuando yo mencioné.
-¿Podemos hacer una parada rápida? - el asintió y sonrió.
Baje del auto y deposite la carta que había escrito para Ashley en el buzón de su casa, me quedo un momento observando aquella casa y recordando todas las veces que me quedé en ella y lo mucho que viví ahí, todo la ciudad estaba llena de recuerdos de Ashley y míos, al dirigirme hacía el auto, voltee una vez más, mire la casa por última vez y suspiré, - Adiós amiga, te amaré por siempre - añadí.
Subí al coche y Peter arrancó, llegando al aeropuerto un sentimiento me invadió, tenía la esperanza de qué Ashley apareciera para despedirse e hiciéramos las pases, Peter tomó mi mano, - ¿Listo? - preguntó -Listo - le respondí y ambos sonreímos.
Nuestro vuelo había llegado y teníamos que abordar, ya no había vuelta atrás, estaba apuntó de irme a miles de kilómetros de mi hogar a iniciar una nueva vida con el hombre que amo, al subir al avión, quise desesperadamente escuchar la voz de Ashley, pero nunca pasó, Peter me tomó de la mano y ambos subimos al avión hacia nuestra nueva vida.

Había pasado ya un año, desde que Peter llegamos a Nueva York, teníamos un hermoso departamento con vista a Central Park, Peter ha era un existoso abogado y yo estaba en el tercer semestre de mi carrera, la vida en la gran manzana pasaba muy rápido, y nunca lo notabas, durante el último año no hubo un solo día en que no pensara en Ashley, la he extrañado cada día desde ese día en el hospital, supe que cómo lo tenía planeado se había quedado al frente de todos los negocios de su padre y ahora era una gran empresaria.
Me encontraba caminando por Time Square, cuando entre toda la multitud de personas la vi, Ashley, se veía radiante, estaba con un hombre que parecía ser su pareja, ella volteó y en ese momento nuestras miradas se encontraron haciendo contacto visual por unos segundos, ella cambió su semblante, estaba sorprendida de verme, tanto como yo, soltó una sonrisa y me saludo, yo le devolví el saludo y también sonreí, en ese momento lo entendí, Ash ya me había perdonado, aunque tanto ella como yo sabíamos que nunca volveríamos a ser amigos, ya tenía la tranquilidad de saber que después de todo ella me perdono, la perdí de vista y desapareció entre la multitud, mi teléfono sino, era Peter
-Hey, ¿dónde estás?, el me dijo que estaba muy cerca y que lo alcanzará para que fueramos juntos a casa.
-Hola, te extrañe- dijo mientras me abrazaba
- Y yo a ti- respondí, me tomo del brazo y empezamos a caminar a casa.
-¿Ya te he dicho lo mucho que te amo? - dijo
-Me lo dices cada día - mencioné
Él sonrió y me miró una vez más con sus bellos ojos verdes.
-Pues te lo digo una vez más, Te amo Sebastián-. Susurro
-Te amo Peter-. Respondí

Es gracioso pensar como nos conocimos Peter y yo, en otras circunstancias no se si lo nuestro habría funcionado, ya estaba destinado que tenía que pasar tal y como pasó todo, después de la tormenta y de todos los obstáculos, cuando le toco elegir, aquel chico rubio de ojos verdes, me escogió a mi.

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