VI

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Nuestra caminata al centro de Gangnam fue muy silenciosa, los dos mayores iban adelante en su mundo mientras que Wooyoung y San nos seguian desde una distancia prudente; por nuestro lado Yunho y yo podíamos sentir esa diferencia de ambiente, sin Yeosang ni Mingi todo se sentía tan gris, solo de pensar en ellos hacía que me dieran escalofríos por no saber si estarían bien en donde esa gente horrible los llevaron, por la clara preocupación de Hongjoong debíamos apresurarnos para rescatarlos.

Tuvimos que desviarnos por varias calles ya que la avenida principal estaba infestada de monstruos, las calles suburbanas me recordaban mucho al primer día, podía escuchar los gritos de la gente en mi cabeza. Los infectados que estaban en medio de nuestro camino Hongjoong y Seonghwa los silencianban con una llave en el cuello antes que se dieran cuenta; parecían sincronizados entre sí, no había ni una mirada o señal para saber qué haría el otro. Gracias a eso avanzamos más rápido de lo que esperabamos, debíamos recorrer lo más que pudieramos en el día para aprovechar la casi inactividad de los infectados.

Fue un alivio ver el gran aviso rojo de Lotte Mart al final de la calle, Wooyoung y San corrieron más adelante que los mayores, esto hizo que, por culpa de las fuertes pisadas, vinieran varios monstruos contra nosotros.

Fue un error de principiante el cual Hongjoong no dejó pasar porque su mirada hacia ellos congelaría si pudiese, los mencionados se detuvieron en seco al darse cuenta de lo que hicieron, se iban a devolver de la misma forma para luchar pero el mayor todos negó e hizo un ademán para que permanecieran en sus lugares. Yunho tomó un pedazo de bloque que había en el suelo y se posicionó cerca de mí para pasarme una palanca de hierro que había recogido antes.

Sostuve el objeto con ambas manos, éstas temblaban por el hecho que uno venía justo en mi dirección, los ojos inyectados de sangre, el grito gutural y salvaje que raspapa su garganta... todo desapareció y pude sentir solamente mi corazón latiendo a toda velocidad, debía atinarle un golpe limpio en la cabeza, como siempre, como había entrenado con Hongjoong; pero mis manos no querian reaccionar para levantar la palanca y colocarla en posición, cada vez estaba más cerca y yo no podía mover mi cuerpo.

ㅡ¡Jongho, corre! ㅡVolví a mis sentidos con la advertencia de Yunho, él estaba resistiendo contra una infectada y los demás vieron a mi dirección con preocupación; Hongjoong empujó contra quien peleaba y corrió hasta mí, pero no llegaría a tiempo, el infectado estaba más cerca.

Mi cuerpo reaccionó colocando la palanca en su boca para evitar que me mordiera, su fuerza era tal que me hizo caer al suelo. Quedamos a un punto que sentía su aliento a unos centímetros de mí, cerré mi boca a pesar de las inmensas ganas de gritar que tenía y rezaba para que las fuerzas de mis manos no se desvanecieran por el pánico. Hongjoong no podía ayudarme porque fue interceptado por su atacante así que quedó en el medio del camino.

ㅡ¡Aguanta!, ¡Sigue aguantando! ㅡGritó el líder con todas sus fuerzas a la vez que trataba de desafarze del monstruo.

El infectado colocó ambas manos en la palanca y levantó sus piernas para apoyarse mejor, la presión era tal que casi el metal tocaba mi rostro, la adrenalina no bastaba para empujarlo lejos de mi cuerpo. Respiré hondo, no dejaría que las lágrimas se asomaran en un momento como este, todos estaban peleando con todo de sí mismos y yo no podía resistir a un infectado que pude darle un golpe certero en la cabeza.

Apreté los dientes y apliqué más fuerza en uno de los laterales de la palanca para tratar de hacerlo voltear, los gritos me aturdian pero esi no sería impedimento para seguir luchando; di varias patadas a una de las piernas de mi contrario, este cayó y ahí aproveche para cambiar de posiciones, en ese mismo instante que quedé arriba Yunho le atinó varias pisadas al infectado, mi rostro salpicó con la sangre del último. Me levanté inmediatamente cuando vi que dejó de moverse, no pude mantenerme de pie por mucho tiempo por lo que caí de rodillas en medio de la calle, lo único que podía escuchar era mi respiración agitada sobre la de los demás y los brazos de Yunho sosteniendome.

Everlasting | 2hoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora