'¡No hables de ella!'
-¡Hijos míos, os extrañe mucho-
-puto padre...- El ánimo de México cambió muy bruscamente, Rusia veía como los antes relajados ojos del mexicano se tensó y formó una nueva mostrando su evidente desagrado a ese representante -y no vengo solo hijos mios- detrás de él como cereza del pastel se asomaba una tímida mujer, era de piel clara con ojos verdes y un cabello que era perfectamente la misma noche, ese señor —que para desgracia de México se veía joven y apuesto— exhibía a esa dama como si fuera un gran logró -saluden a Italia, el amor de mi vida...-
México sonrió amargó sacando una risas en el proceso -¿Pues cuántas vidas tiene este cabrón?- susurro más para si mismo que para un tercero. El ruso trató de disimular su sonrisa al poder escuchar lo que había dicho el mexicano, pero España prosiguió -bueno, ¿pueden presentarse apropiadamente?-
En el rostro de todos los hermanos latinos se les miraba la incomodidad de la situación, no era la primera vez que traía a alguien nuevo a la cena de año nuevo, solo que ya había pasado unas cuantas décadas desde la última vez que tuvieron que fingir que son amables y que ver a otra mujer tomar el lugar de sus madres no les afecta.
En esas situaciones México siempre era el primero en saludar por lo ya acostumbrado que esta, y en está ocasión no fue la excepción, suspiro profundamente para empezar a caminar con dirección a la italiana, se le veía una sonrisa muy hipócrita, miro de pies a cabeza a la europea y con una dulce risa saludo -buenas noches señorita, soy México hijo mayor de este señor y el primer hijo de sus calenturas-
-¡Nueva España!- reclamo España con esos ojos miel idénticos a los de México, el de sangre mexica siguió -no te preocupes por mi, debería preocuparte de no quedar panzona de este wey, usen condón, no planeo cuidar más chamacos- siempre con una sonrisa descarada, con eso hizo reír a sus hermanos y uno que otro solo rodó los ojos, no era sorpresa esa actitud, se dió media vuelta y volvió a dónde estaba ignorando los gritos de reclamos por parte de su progenitor.
Se notaba a kilómetros la mala relación que tenían esos dos, y eso que eran tan iguales en tantos aspectos, el euro-asiatico no tenía que ser un genio para notar como todos los demás hermanos trataban de no juntar a estos dos, no querían que esa cena también fuera un desastre, antes de llegar a la cena Chile le pidió a él que calmará a México y que tratará que no discutiera tanto, y aunque al inicio quería saber porque esa familia famosa por ser "unida" se la pase peleando, al ver ese temperamento de México no le gustaría que terminara moliendo a golpes a España.
Tuvo una idea, el norteamericano se veía extrañamente feliz cuando con el, no sería mala idea pasar toda la noche con el para evitar que se meta en problemas y que ahora sí se alejará de la familia.
Y así fue, estuvieron hablando en la cocina tomando algo de vino rojo y hablando de relatos del pasado, como cuando México quemo todos los trajes decentes de España cuando esté tenía una junta muy importante con los reyes de en ese entonces. O también la vez que se dejó maquillar por sus hermanas y así poder engañar a Portugal cuando está lo castigaba con no salir.
México hablaba tanto pero a la vez nada, cada que Rusia preguntaba algo como su madre, su infancia o sus guerras, evadía la pregunta contando una anécdota graciosa, una forma curiosa de evadir.
Justo estaban hablando de como México siempre escapaba de esas cenas formales que lo hacían sentir asfixiado disfrazando se de un bufón, lo trataban mal y lo sacaban pero al menos no tenía que vestir ropa incómoda, entonces a la puerta tocaron, al ser ellos los más cercanos, México decidió ir el a abrir.
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Del río
RomanceUna noche como cualquiera, una cara bonita y una bebida en juego ¡Un beso no se le niega a nadie! Hasta que de das cuenta que besaste a quien menos debías. [Rusmex]