🌼Capitulo 24🍂

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'¡Mentiras!'

Llegaron a la segunda parte de la boda, siendo la civil pusieron escoger lugar, y como México no quería estar mirando de frente a los novios optó por irse hasta atrás. Era buen lugar para criticar a los demás por lo que hicieran.

Al sentarse México movió el pie de forma rápida en modo de nerviosismo, lo hacía tan inconsciente que cuando se dió cuenta trato de calmarse con su mano, pero simplemente no podía dejar ese tic, a su rescate llegó la mano del euro-asiatico tomando la suya con fuerza y entrelazado sus dedos ---como dirías tú, pareces 'gelatina'---

El mexicano rió ---no eras tú el que estaba chipi hace nada--- Rusia seguía mirando al frente ---no me cambies el tema Мексика [México]---

»¡no mames que bonito dice mi nombre!« pensó al mismo tiempo en el que no dejaba de mirarlo apreciando su perfil con esa nariz griega ---¿Mex?---

---guapo---

---¿Qué?---

---¿Qué?--- Sentía las orejas calientes, a veces quería pegarse el mismo su boca con kola loka, aunque Rusia no se quedó atrás dejando aprecia un bello rojo carmesí colorear sus mejillas y orejas ---te decía que... Ya mero termina esto---

---gracias a la virgencita---

[...]

Finalmente llegó la hora más esperada por los hijos de España, la fiesta. Habían muchas mesas redondas y un escenario, para su lamentable suerte era una fiesta formal.

Y una fiesta formal para ellos era sinónimo de etiqueta, modales y aburrimiento absoluto. Pero sabían que entre más noche más ambiente, ésto ya cuestión de espera. El acomodó de mesas hizo que al menos está vez le tocarán con sus hermanos cercanos y sus parejas (cabe aclarar que eran mesas donde el cupo era de diez personas por mesa).

El mexicano miro con detenimiento un arreglo en medio de la mesa, era como unas mariposas doradas colgadas con una vela en medio que las hacía moverse. Odiaba cumplir estereotipos de su población pero es que ese centro de mesa si valía lo de una deschongada con Perú y Chile.

Rusia notó ese gran deseo que desprendía los ojos del mexicano al momento de mirar al arreglo, esa cara tan expresiva era una de las cosas que más empezaban a amar de México.

El inicio de la velada paso con relativa normalidad, muy buena comida mediterranea, aunque México apenas pudo comer la entrada y mitad del plato fuerte. La plática entre los hermanos era calida recordando anécdotas de sus infancias, ahí las parejas de cada uno pudo tomar nota mental de sucesos de ellos.

Cuando la noche donde solo se escuchaban las olas del mar y la plática entre ellos fue interrumpida por la llegada de un mariachi, se veían gallardos tocando cada uno un instrumento, fue en esos momentos que México supo cuál sería su papel en ese lugar. Tomó de un trago en seco su tequila sunrise y el shot de tequila doble, todo sea por tomar valentía.

Se levantó de golpe camino al escenario sintiendo desde ese momento los ojos juzgadores de los demás encima de el. Sin importarle nada llegó al micrófono inalámbrico que le habían preparado, tomó aire por última vez para soltar un grito de esos mexicanos con una increíble entonación ---buenas noches invitados distinguidos, desde este momento me toca molestarlos con mi hermosa voz---

Regreso a ver al euro-asiatico nervioso, luego a los ojos con ilusión de su hijo y por último al despreciable ser de su padre ---¡Desde arriba compae'!---

Del río Donde viven las historias. Descúbrelo ahora