Nudes

03

— Ya estarás feliz — le dice el mexicano, puede ver las lágrimas escapar de sus ojos, no entiende porque lo culpa, quien hizo algo poco moral no fue el.

Deja salir un suspiro cuando lo ve alejarse por el pasillo y luego mira la puerta cerrada del baño, se acerca pegando el oído esperando escuchar sus sollozos pero no hay nada.

¿Por qué duele?

Se lleva una mano al pecho respirando lentamente, besa dos de sus dedos y luego los pone sobre la puerta cinco veces, como si con eso quedara claro, lamentablemente tiene que despedirse cuando eso no era lo que planeaba.

Planeaba hacerle entrar en razón, hacerle saber que había tenido suficiente... ¿tan difícil era entender que lo quería solo para el? Quería sus besos, sus abrazos, sus dulces palabras, sus sonrisas, que se sintiera seguro.

Por eso había dejado de decirle que hacer y que no hacer a pesar de que salía de su rutina estrictamente perfecta, estaba dispuesto a presentarlo ante todos como su novio aunque tuviera que admitirse bisexual, quería darle todo... y entonces un engaño y poco después otro.

Estaba tan molesto, tan frustrado, tan cansado de tener que soportarle todo, tan enojado consigo mismo por no ser suficiente...

Y cuando escucho a Quackity y su grupo de intercambio hablar de lo mucho que le gustaba que fuera tan libre, tan suelto, tan... tan todo lo que él le había prohibido. Por primera vez en su vida se arrepintió de algo.

Podían haberse adaptado, podrían haber tomado acuerdos... podían haber hecho las cosas diferentes de no haber sido por su enojo.

¿Te arrepientes?

Se pregunta aún sin poder apartarse de la puerta. ¿Lo hace? Sea como sea no tiene tiempo de pensar porque ve por el rabillo de su ojo, del lado derecho del pasillo venir a alguien. Voltea a la izquierda y se limpia los ojos cristalinos y lo enfoca bien.

El enojo que creía apagado vuelve a crecer cuando nota quien es.

— Buenos días, presidente — quiere decirle que se vaya, que nadie lo necesita ahí pero la puerta del baño se abre, Rubén tiene una bonita sonrisa que desencaja de sus ojos rojos e hinchados — lamento interponerme en su camino pero no será por mucho tiempo — le extiende la mano y el teñido no duda en tomarla, está actuando como si nada de lo que había visto antes fuera real.

Rubén está en el grupo de teatro.

Se recuerda y con eso también el saber de que Rubén usa su don para la actuación como método de defensa. Renato besa su frente, quiere decirle que se vaya, que los universitarios no pueden estar ahí hoy pero las palabras se quedan en su garganta cuando lo ve abrazarlo con fuerza, Rubén cierra los ojos y suelta un pequeño suspiro, tan imperceptible que duda de lo que ha visto.

¿Eso es lo que quiere? ¿Que lo sostenga con la misma firmeza que la fuerza que posee? Si lo hubiera sabido...

Pero el hubiera no es parte del ahora, así como Rubén ya no es parte de su vida, va saliendo de ella a cada paso que da.

No se voltea como veces anteriores, no le lanza un beso y susurra un "me gustas" para descolocarlo, no rueda los ojos cuando el finge no verlo. No hay más medias sonrisas, no le muestra los colmillos, no le levanta el dedo corazón. Tampoco lo mira mal ni besa su mano después de fijarse que nadie más vea..

Ni siquiera está escapando de él, solo lo ignora. Y eso duele aún más, hace crecer su enojo. Rubén no va a entrar al resto de clases, va a irse con el recién universitario a quien sabe dónde y el va a cubrir sus faltas...

Suelta un suspiro, se acomoda el cabello y cuenta hasta diez, lo merece, lo admite. El pobre tuvo que soportar todo el daño que le provocó al filtrar sus fotos después de haber hackeado el teléfono de Quackity, bien puede dejarlo faltar un día.