Disaster | Minsung

Extra Pt. 1

"Eres mi futuro.
Quiero superar los tiempo difíciles y tomar tu mano.
Eres otro futuro mío.
Un camino de amor que durará para siempre."
—Future

...

Jisung sentía el viento chocar contra su rostro debido a la ventana del auto que había estado abierta todo el camino.
En su cabeza podía escuchar un tictac del reloj y eso solo comenzaba a ponerlo ansioso.

¡Maldito momento en el que fue a trabajar!

Él lo único que había deseado para la mañana de navidad era quedarse en cama hasta que su alarma sonara al medio día, pues algunas costumbres no habían desaparecido en Jisung a pesar de los años y las responsabilidades que conllevaba la vida adulta.
Jisung amaba dormir y eso era algo que nadie lograría cambiar.

Vio la pantalla de su celular iluminarse por una llamada proveniente de su mejor amigo, por lo que dándole un pequeño toque al auricular inalambrico logró contestar.

—Jisung ¿Dónde estás? Dime que vienes en camino.—a pesar de qué su voz sonaba tranquila, sabía que era muy probable que estuviera igual de desesperado que él.

—Estoy cerca lo prometo.—miró a su alrededor para verificar el lugar.—A unas dos calles, casi.

Escuchó a través de la linea una tercera voz pero sin lograr entender del todo que era lo que deseaba comunicar.

—Por cierto, Minho dice que dejes de contestar el celular cuando manejas, que le vas a provocar un infarto.—el ahora rubio tapó el micrófono del celular para decir algo.—¡Sí Minho, ya se lo dije!

Jisung rodó los ojos por el comentario.

—Si sabe que por algo compramos el auricular ¿Verdad?—Al ver el semáforo cambiar de color volvió a ponerse en marcha.—Qué dramatico.

—Ay, no sé, él es padre de tus hijos. Debiste fijarte mejor con quién decides compartir tu vida.—un suspiro exagerado se escuchó.—Yo te advertí.

—¡Tú me apoyaste en esto!

—¿En serio? No lo recuerdo, creo que me confundes.—Desvió el tema de conversación para por fin cortar la llamada.—Me envías un texto cuando estés en la puerta, los niños siguen preguntando por ti, en especial Yejun.

Jisung puso fin a la llamada y formó un puchero inconsciente al imaginar a su pequeño hijo viendo a todos lados en busca de que él llegara a su presentación.
Quería llorar ahora mismo, no debía fallarle.

Hoy era la víspera de Navidad, el día más esperado por los dos niños. No solo por los regalos y la comida, sino porque ese día la casa hogar a la que siempre solían visitar había decidido realizar una especie de festividad para todos los niños del lugar y adultos que deseaban asistir.
Era una buena manera de hacer este día especial para los niños y niñas del lugar, además de atraer a más parejas que se animaran a adoptar.

Grande fue su sentimiento de paz cuándo vio la entrada del lugar y un espacio disponible para poder estacionarse. No sin antes dejarle un mensaje a Felix, avisándole que estaba por entrar.

La fachada del lugar era de un amarillo muy bajito, decorada con algunas flores y árboles por el exterior.
Adentro, podías ver distintas zonas decoradas con algunos dibujitos animados y juguetes encima de algunas mesas.
A Jisung le gustaba el ambiente dentro de esa casa hogar, por eso accedió llevar a sus hijos de visita cada cierto tiempo cuándo ellos se lo pidieron, pues ahí tenían algunos amigos e incluso el personal administrativo era amable con ellos.

Tuvo que mostrar su identificación con la señorita de recepción que rápidamente lo reconoció, dejandolo pasar e indicándole que todos los presentes ya se encontraban en el patio principal.