El viaje de treinta minutos llegó a su fin. Durante el trayecto, Minho se mantuvo concentrado en el silencio de las calles a esa hora de la madrugada, las luces que aún iluminaban los puestos que permanecían abiertos y algunas personas se podían ver caminando por la acera. Sus pensamientos durante todo el camino estaban dirigidos en como cuidaría a Jisung una vez llegaran al departamento.
Deseando en su interior que el chico sea de esos borrachos que se dormían una vez tocaban la cama.Ya en la puerta de su hogar tratando de ingresar con el menor, que de nuevo se había aferrado a su torso, se dio cuenta que hasta ahora no había sido una tarea tan complicada. Habían conseguido subir en el ascensor con éxito, solo teniendo que aguantar al menor maldiciendolo de vez en cuándo.
—Jisung, si no te comportas te dejaré durmiendo en el sofá.—trató de amenazarlo para que se quedara quieto de una vez.
—Me tratas mal.
Si bien lucia más consciente después de haber dormido unos minutos por el trayecto en el auto, aún no podía sostenerse solo por lo que cuando quiso alejarse del mayor como consecuencia de su berrinche, Minho tuvo que tomarlo ágilmente por la cintura para evitar que caiga.
Suficiente.
Para sorpresa del menor, Minho ahora lo estaba sosteniendo al estilo princesa y lo llevaba a un lugar que él no conocía.
No le desagradaba el contacto, al contrario, comenzaba a sentirse demasiado cómodo en los brazos del chico, lo que provocó que se olvidara al instante cual era la razón de su enojo.
El pelinaranja lo dejó con cuidado al borde de la cama para después arrodillarse frente a él y poder fijarse en sus ojos mientras le hablaba.—Jisung, mírame.
—Eres muy bonito.—soltó sin más.
Minho reprimió la sonrisa que nacía en sus labios para concentrarse en el menor y en cómo proseguir con su cuidado.
—Voy a dejarte una ropa de cambio en lo que yo voy por un vaso de agua para que te hidrates ¿Sí?—acarició la mejilla del chico que a pesar de lucir somnoliento seguía reaccionando ante el cálido tacto que estaba recibiendo.
Minho fue hacia su armario para poder sacar una camiseta negra y unos shorts del mismo color, la ropa era algo más ancha de las que normalmente usaba por lo que estaba seguro de que Jisung estaría cómodo con eso puesto.
—Te dejo esto, voy a calentarte un poco de agua.—le recordó lo que debía hacer.
El menor quiso detenerlo del brazo por lo que Minho volvió a repetirle que volvería enseguida para lograr que se tranquilice, saliendo así de una vez por todas del lugar dejando sentado al chico sentado con la mirada perdida en la puerta.
¿Seguirá molesto conmigo?
Jisung quería cachetearse a si mismo, su parte consciente estaba encarcelada sin poder ser capaz de tomar el mando de sus decisiones mientras que sus instintos estaban más despiertos que nunca, sabiendo con exactitud que, o mejor dicho, a quién deseaban tener en estos momentos.
Él casi nunca se emborrachaba y era porque conocía lo molestoso que podía llegar a ser, sin embargo, ahí estaba el chico que conocía hace tan poco soportando sus tonterias y tratandolo con tanta delicadeza, como si Jisung fuera algo sumamente valioso.Observó las prendas situadas a un lado de la cama y tomando un poco de fuerza de voluntad decidió vestirse antes de que el mayor regresara.
Notó que todo en aquel lugar tenía el suave aroma de Minho y eso comenzaba a relajarlo, naciendo en él una nueva necesidad de quedarse ahí el mayor tiempo posible.A unos cuantos metros, en la cocina, el pelinaranja observaba con atención la taza de agua que había puesto a calentar para que el menor calmara su sed y así también alivie los efectos del alcohol en su sistema, esta daba vueltas una y otra vez dentro del aparato.
Fue hace solo un minuto atrás en el que había caído en cuenta de que Jisung, el chico que le gustaba desde hace meses ahora estaba en su departamento, en su habitación para ser más precisos. Eso no era bueno para su salud mental, no cuándo estaba conteniendose a si mismo desde hace semanas para no intentar algo con el chico.
Minho siempre se habia caracterizado por ser alguien que iba directo a apostar por lo que quería, si le gustaba alguien se lo diría sin importar si al final era rechazado. Aún así, es bien sabido que todos tienen una excepción, una debilidad, y en este caso su debilidad se llamaba Han Jisung.
Una persona distinta a cualquiera que hubiera conocido en sus veinticuatro años de vida.
Cuando supo de la existencia de aquel chico a principios de año también supo de los rumores que lo perseguían. Jisung siempre salía con alguien diferente pero jamás lo verías en una relación seria.
Obviamente sabía que esos chismes se transformaban hasta ser totalmente malintencionados, pintando al rubio de la peor manera posible y lo mas triste, según él, era que Jisung era consciente.
Fue durante un almuerzo que compartían cuando tomó la valentía y le preguntó si conocía todo lo que la gente decía, a lo que el menor solo comenzó a reir.
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Disaster | Minsung
FanficJisung tenia serios problemas con el compromiso, al menos hasta que conoce a Lee Minho. Esto podria ser un total desastre. • Inspirado en la canción "Disaster" de Conan Gray Inicio: 02/08/22 Final: 08/09/22