La Vida que nunca soñé

Recuerdo 3- El Baile de Pandora (Parte Dos)

Pandora abrió la caja y grande fue su sorpresa cuando escaparon de ella todas las desgracias y males que podían afectar al hombre, mas todavía le dio tiempo a vislumbrar en el fondo de la caja algo que aún no había escapado, y corriendo la cerró. Lo que pudo conservar en el fondo de la caja fue la Esperanza, que no consiguió escapar. De ese modo fue sellado el destino de todos los hombres, que a partir de entonces padecieron toda suerte de males..., pero incluso en medio de los más terribles de ellos, siguen conservando la Esperanza.

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—¿Están muertos?

—Aún no nos han confirmado ninguna baja.

Un suspiro de irritación se oyó en la oscura habitación acompañando el sonido lejano de la lluvia.

—Se suponía... que el anciano debía empezar con los síntomas todavía en seis meses —rechinó entre dientes— ¿Qué fue lo qué pasó para que colapsara justo el día del atentado?

El sonido de un par de zapatos retrocediendo un paso dejaron en claro el nerviosismo del amonestado.

—Habíamos calculado ese lapso de tiempo por la cantidad de veneno que estuvo ingiriendo, pero al parecer su salud ya estaba bastante deteriorada, y eso apresuró el proceso.

—Ah ¿de veras? Dime, Raven... ¿acaso no te pago lo suficiente para que tú y tu equipo de "expertos" prevean este tipo de situaciones?

Bajó la mirada.

—Pido disculpas en nombre de mi equipo y me hago responsable del incidente.

—Tus disculpas no me interesan en este momento, Raven, me interesa el hecho de que ahora no solo uno sino dos integrantes de los Persa están camino a urgencias y aún peor... ninguno ha muerto aún. ¿Te das cuenta de que este era el primer paso de un importante plan y tú acabas de arruinarlo?

—Lo siento... —murmuró.

—Esto no me gusta nada, a este paso terminaremos en prisión antes de que consiga más poder sobre la corporación.

—No se preocupe, no hemos dejado rastros de ningún tipo. Cuando la policía investigue concluirá que el auto cayó al río por un simple vaciado de frenos, eso adicionado a la fuerte nevada que dificultaba la visibilidad. No hay manera de que sospechen algo más.

—Ellos no, pero seguramente los detectives privados de la familia no se conformaran con un simple: "Se vaciaron los frenos"

—¿Y qué planea hacer?

La habitación volvió a sumirse en silencio por algunos minutos hasta que al fin pareció llegar a una conclusión.

—Con respecto al presidente no hay nada que necesite hacer, su cuerpo lo hará solo, pero... en lo que concierne al que se supone debió ser el accidente donde ella moriría hoy... tengo que intervenir.

—¿Cómo?

—Puedo dejar que viva o... terminar el trabajo hoy mismo.

—¿Quiere mandar un asesino? Podemos enviar uno ahora mismo, ya nos confirmaron donde aterrizará el helicóptero que lleva a Noel Persa, seguramente también están llevando a las víctimas del accidente allí, si lo ordena solo un Persa llegará con vida allí.

—¿En cuánto tiempo puedes mandar al sicario?

—Treinta minutos como máximo, cada miembro de los Persa está constantemente vigilado por un asesino.

—¿Y el asesino de mi objetivo?

—Está muy cerca de ella ahora mismo. El trabajo estará listo en menos tiempo si lo ordena.