Capítulo 51

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Lo abrazo fuerte y él también me lo corresponde. No me gusta verlo cuando se deja llevar por la ira y no le importa nada.

— Vuélvete acercar a mi mujer y te mato - Lo amenaza señalándolo con un dedo y asiendo énfasis en la palabra "mujer" frase que en otras circunstancia me hubieran encantado.

Miran no responde nada mientras Caled se separa de mi y se va hacia la puerta. Tomó mi bolso y salgo corriendo tras de él, va con alma que lleva el diablo y a mi me toca correr.

— Caled espera.. Cariño - Le grito pero él no me escucha.

Sube a el ascensor y no alcanzó a llegar cuando se sierra, me dirijo a la escalera porque si espero a que vuelva el ascensor ya sería muy tarde.

Llego a la planta baja cansada y corro a el estacionamiento, cuando llego a este él ya está arrancando me le pongo al frente.

— ¿Cariño para donde vas? - Le pregunto sin moverme del frente.

— Necesito estas solo lía - Niego acercándome a su ventanilla.

— Porque siempre que te enojas te vas y me dejas sola - No me dice nada y sigo — Enfrentemos los problemas juntos Caled.

Él arranca a toda velocidad dejándome atrás y con las palabras en la boca. No sabe cuando me duele que huya de esa manera.

Subo a mi auto para ir a la casa por si va para allá, lo llamo pero no me contesta lo intento varias beses y nada asta que solo apaga el celular.

Lo que me faltaba a hora no sé cómo rastrearlo, porque no pensé en eso antes agh.

Llego a la casa y no ahí rastro de nadie, voy a la cocina para buscar a Carmen porque Caled tampoco está aquí su auto no está fuera.

— Hola Carmen.. Dime por favor que tu si sabrás donde puede estar Caled - Le digo a la señora que se mueve en la cocina.

— Oh.. hola lía. No, no se donde puede estar pero no te preocupes el buen hijo vuelve a casa - Me dice la señora alentándome.

— Estás segura que vuelve antes de la cena. Cuando se fue estaba muy enojado - Me acercó a ella.

— No te preocupes. Él volverá - No me había dado cuenta cuando la eh abrazo y soltado un sollozo en su pecho.

— Y si no vuelve - Esa es una posibilidad. Conociéndolo.

— El buen hijo vuelve a casa. Ven come algo - Me dice ella llevándome a sentar en la mesa de la cocina.

— No creo que me pase comida Carmen y si me das mejor cereales - Es lo único que creo que me ara sentir bien.

Ella me lo prepara y yo rápidamente me lo como, amo estos cereales.

Ya son las ocho y nada que llega Caled su celular sigue apagando y mis alertas se van aumentando que le habrá pasado o donde está.

No eh probado más bocado porque no me pasa no me eh despegado del celular por si me llama o no se agh que estrés.

Sigo en la sala de estar esperando a ver si llega desde las seis estoy aquí sentada y si no es así caminando de un lado a otro, creo que no me quedan más uñas por comer.

Carmen a cada rato me pregunta que si ya voy a cenar y que no me preocupe, como me pide eso si yo no estoy acostumbrada a no saber nada de él en todo un día.

Me levanto para irme a duchar y ponerme la pijama. Subo a nuestra habitación me quito la ropa y me voy a el baño, llevo mi celular con migo por si llama.

Dejo que el agua relaje mi cuerpo mientras trato de despejar mi mente. Cuando salgo me pongo una pijama larga porque está asiendo un poco de frío al parecer ya viene el invierno.

Vuelvo a marcarle por si algo y se me va a buzón de vos. Voy a la cocina a ver si está Carmen y no la veo por ningún lado, decido no buscarla más eh irme a sentar a la sala.

No sé en qué momento me quedo dormida que el ruido de un auto me despierta, miro la hora y faltan un cuarto para las cuatro de la madrugada.

Me quito una manta que tenía encima creo que esa fue Carmen y voy hacia la puerta. Abro rápidamente está encontrándome con un Caled más que ebrio.

Se está bajando del auto en traspié y sierra la puerta demasiado duro. Dios mío cómo habrá hecho para llegar manejando en ese estado.

— A.. ¿Amor donde estabas? - Pregunta una ves estoy a su lado.

— Po. r ahí - balbucea esas palabras.

— Solo mira cómo estás. Me tenías muy preocupada - Lo ayudo a estar estable mientras lo llevo dentro de la casa.

— Necesitas ayuda hija - Pregunta Carmen llegando a mi lado.

— Oh. No.. no te preocupes. Ve a descansar yo me encargo - Ella asiente no muy convencida pero se va.

— Descansa hija. Espero que no te de mucha lata - Señala a Caled el cual está doblado.

Asiento y comienzo a subir las escaleras con el, pesa demasiado y como es muy alto es muy difícil tenerlo derecho.

Cuando por fin lo subo a la habitación lo tiro a la cama para ir a prepararle una ducha. Le quito toda la ropa y lo llevo a el baño.

Cuando hago que se meta en esta se queja porque el agua se la puse como salida de la nevera.

— Irina.. Por favor no me.. Dejes - Escucho como balbucea esas palabras y me pregunto quien será Irina.

Cuando ya lo tengo listo con su pijama larga lo acuesto y no se que mas pensar sobre el nombre de Irina porque la menciona a cada rato.

Lo acuesto y se ve tan lindo parece un bebé, pero está más abrió. Al minuto esta durmiendo profundamente. Que bueno que no comenzó con su vomitadera pero la resaca de mañana estará fatal.

Tomó a Toni para darle cariño porque por la preocupación que tenia no le di cariño hoy. El también se quedó dormido así que me fui acompañar a Caled.

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