Capítulo 4

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No podía creer lo que mis ojos estaban viendo.

Ahí estaba Guzmán, ensangrentado por toda la cara, encima de otro chico a el cual golpeaba muy fuertemente.

Estaba paralizada, no sabía qué decir o que hacer hasta que su mirada se cruza con la mía, en sus ojos había rabia una rabia segadora y algo de pena pero en un segundo la volvió a poner como siempre, una mirada fría que no dejaba ver lo que sentía.

Se escucho la voz del portero por encima del bullicio y todos comenzaron a dispersarse, mientras ellos seguían golpeándose.

— PAREN YA - Grita el portero y ellos se separan diciéndose mucho con las miradas.

— A la sala de enfermería ahora - Ellos se van con el portero siguiéndoles el paso.

He decidido volver a mis clases pero mi mente está en la cara de Guzmán en como la tenía ¿porque habrán peleado? Lo llevarán a comisaría, le pondrán actividades por mala conducta. decido dejar de pensar en eso y concentrarme en mis clases.

                                  ....

Me encuentro de camino a mi trabajo, y durante este tiempo no supe nada más de Guzmán.

Cuando llegó al trabajo saludo a mis compañeras y a Laura quien me pregunta cómo estoy por estar perdida en mis pensamiento.

Estoy a media hora de terminar mi jornada de trabajo, el día se pasó algo lento para mi gusto y no dejaba de pensar en el.

Dios que me está pasando.

decido ir a coger la orden de un chico que acaba de llegar. Es muy guapo, alto, cabello rubio y su cuerpo está muy bien trabajado.

Se parece a Guzmán, por Dios Lía que estás diciendo. Me reprendo y llego donde el chico.

— He, Buena tarde puedo tomar su orden - Le digo al chico que enseguida levanta su mirada del celular.

Dios, esos ojos azules se parecen mucho a los de el, será que son hermanos se parecen mucho. El me da una leve sonrisa diciendo.

— Buena tarde. Si por favor, deseo un café negro con alta azúcar y un pedazo de torta de chocolate - Yo asiento y voy por la orden.

A los minutos regreso con ella y se la pongo en la mesa, me sonríe y agradece, yo vuelvo a la caja para encontrarme con una Laura que suelta babas mientras está mirando a el chico. Le paso mi mano por la cara para que me mire y le digo.

— Con la boca cerrada también se ve - Ella se ríe murmurando.

— Dios, de donde habrá salido ese chico, parece de novela. Es muy guapo Lía, es que me lo como.

— Ya lo estas asiendo Laura - Le digo carcagiandome.

                                  ....

Estoy esperando el bus para irme a mi apartamento, a los minutos pasa y  mientras voy en este me viene el recuerdo del chico de hoy en el trabajo que es muy parecido a Guzmán.

Me largo a reir al acordarme de cómo me decía Laura que la dejara ir a recoger la mesa del chico y cómo lo describía mientras lo miraba.

Me encuentro haciendo mis deberes y repasando un poco lo visto ya que mañana tengo examen, no tengo tiempo para hacer mi cena así que me como el último poquito de cereal del que me compro mi mejor amigo mientras termino de repasar.

Estoy bajo el agua de mi ducha pensando lo duro que es trabajar y estudiar a la vez pero bueno ahí hay que acostumbrarse y ser fuerte si se quiere salir adelante.

Salgo de la ducha, seco mi cuerpo y me pongo mi pijama, me recuesto en mi cama pensando en si debería ir este fin de semana a visitar a mis padres, los extraño mucho.

Al otro día estoy en mi casillero con mis mejores amigos hablando mientras se escuchan susurros de que pusieron al chico problema a reciclar.

— Que tal si salimos hoy los tres - nos dice Elliot.

— La verdad no se, estos días he estado saliendo muy cansada del trabajo y quiero descansar - Les explicó a mis mejores amigos.

— Handa Lía, vamos. No seas aguafiestas - Interviene Luisa apoyando a Elliot.

— Pero.... - No me dejan excusarme cuando dice Elliot.

— Paso por ti a las nueve - No me queda más que asentir yendo a mi clase.

Estoy en mi asiento mientras veo cómo entra Guzmán con un corte en su ceja al lado derecho de su ojo morado y con un yeso en la nariz.

Pero que es esto, de me estruja el corazón verlo de esa forma. Estoy a nada de acercarme y preguntarle cómo está pero el ruido de la puerta me detiene dando aviso que a llegado el profesor para dar inicio a su clase.

Cuando llega la hora del descanso recojo mis cosas y salgo para la cafetería, estoy bastante desconcertada por no haber prestado suficiente atencion a la clase.

No sé cómo me haya ido en el examen porque la verdad no estaba muy concentrada en el, tengo que hacer algo ya porque me está perjudicando mucho estar pensado en Guzmán, alguien tan grosero y poco amable.

No dejaba de verlo en las clases y eso no puede seguir así, estoy en el jardín bajo un árbol comiendo mi pasta que acabo de comprar.

A lo lejos miro a Guzmán recogiendo unas latas, creo que esa es su actividad por la pelea del día anterior, al menos no lo suspendieron.

El levanta su mirada conectando con la mía y me estremezco al verla tan fría casi como siempre, no puedo mas y bajo la mirada.

Me levanto rápidamente de donde estoy sentada, recojo mis cosas y paso por su lado depositando la botella en la gaveta, en ese movimiento me roso con su brazo y siento una electricidad recorrer mi cuerpo. Salgo rápidamente de allí para mi salón.

Ya son las ocho y media y aún no sé qué ponerme para salir con mis mejores amigos, que estrés no se para donde vamos ni nada de eso estoy entre un vestido o ir con lo que me siento bien y más cómoda, mis vaqueros.

Suspirando opto por el vestido para no defraudar a mi mejor amiga ya que si me ve con vaqueros me mataría.

Me encuentro lista esperando a mis mejores amigos. Escucho el timbre y miro mi celular para ver la hora pero me extraña ya que faltan diez minutos y ellos no son tan puntuales que digamos.

Decido ir abrir la puerta sin ver primero de quien se trata ya que estaba más que segura de que se trataba de mis mejores amigos pero no.

Me quedo en shock al ver de quien se trata, pestañeo varias veces para saber si esto es real o solo estoy soñando despierta.

Dios enserio..

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