Capítulo #1: "El Bar" [Versión Distinta]

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Que hubiera sucedido si: Alex hubiera estado enamorado de su ex novia.

Capítulo Especial #1: "El Bar"

Alexander Cortés

El bar había sido mi única solución para sacar de mi cabeza a esa mujer, después de tantos años me había sido infiel y no con cualquier hombre, sino con ese chico que había considerado amigo.

Mi alma está destrozada. Puedo sentir como me duele la doble traición sufrida.

— Alex, brother — Lucas, mi mejor amigo y compañero de clases, nunca había logrado sacarme de casa ya que suelo odiar los bares. Por mucho siempre había preferido quedarme en casa mejorando mis calificaciones, pero aquel día, yo no había puesto ninguna resistencia para acompañarle al Star Rock, al fin y al cabo yo debía sacar todo eso de mi cabeza. Todo ese dolor — Vamos a la barra a por una cerveza.

— Hoy quiero un whiskey — nunca había sido de tomar tragos fuertes, pero definitivamente hoy necesitaba más de uno.

— Tómalo con suavidad.

— Siempre quisiste tener esta parte de mi, ahora por favor colabora a que se quede.

— Entendido — su cara se había tomado un tono alegre, reflejo uno más serio para luego sonreír relajado. Los cambios de reacción en él suelen verse muy determinados siempre.

Lucas camino de prisa entres las personas hasta llegar a la barra.

— Una botella de whiskey — pidió mirándome. Quizás se detuvo un poco. Vi en sus ojos un poco de preocupación.

Así que para calmar aquellos pensamientos coloqué una mano sobre su hombro a lo que él asintió y sonrió bebiendo un trago largo y casi podía sentir el sabor fuerte pasando por su garganta. A lo que él no dejo que el sabor afectara su rostro.

— Uy, ese cabello yo lo conozco — dijo mirando hacia el otro lado de la barra. Una chica de cabello largo café pero casi rubio fumaba un cigarrillo en su mano izquierda y con la mano derecha bebía un trago.

— ¿Quién es ella? — pregunté con un poco de curiosidad, no era que llamase mi atención, pero de alguna forma la chica tenía algo magnético. Quizás era el color de su cabello, lo bronceado de su piel, no lo sé, pero algo tenía en ella.

— Su nombre es Melanie.

— Es... guapa.

Dije un poco sin saber muy bien cómo llamar su belleza.

— Es hermosa — correspondió él — pero bueno también es divertida, un poco diferente a las mujeres que debes conocer.

— No es como que conozca muchas.

— Mmm, es cierto, estaba muy ocupada con Alice.

— Ni la menciones — su nombre llegaba a hacer una daga para mi pecho, como podía aún quererla tanto si todo ella me había hecho daño.

— Ven, vamos a presentártela.

— Que emoción — dije para dejar claro que mi cabeza no estaba para nada contenta por esta presentación, pero bueno, que más podría hacer en aquel lugar.

Bebí un vaso de aquel trago que mi garganta maldijo.

— ¡MEL! — gritó él llegando a ella. Ella giró hacia nosotros. Todo en ella es magnético. Sus ojos color miel, su cabello, su cuerpo y sus labios — Tengo que presentarte a un amigo.

Ella se giró hacia mi murándome de arriba a abajo, comiéndome con la mirada.

— Alex, ella es Mel, mi mejor amiga y mejor compañera de bebidas.

— ¿De donde sacaste a tu amigo? — una sonrisa surca mis labios — ¿No es algo nerd?

Si lo soy.

— Que educada es tu amiga Lucas, me come con la mirada, pero me llama chico raro — reí por lo bajo.

— Podemos decir lo mismo de ti, también te deleitas observando, pero disimuladamente.

— No voy a mentir, si lo hice.

Había logrado que no mentir me caracterizara.

— Pues que bien que así sea.

Se pone de pie y gira frente a mis ojos, modelando su vestido que no deja nada a la imaginación. Su cuerpo y curvas son una obra de arte y por mucho que quieres apartar la mirada te pierdes en ella.

— Ustedes dos lo que necesitan es una buena cogida — agrega Lucas bebiendo otro trago, antes de alejarse con una chica a su lado — Espérenme aquí, regresaré en un rato.

— Uno muy largo — avisa Mel regresándole una sonrisa al rubio.

Bebí otro trago haciendo que mi rostro se desfigure por el sabor ardiente del trago.

Ella comienza a reírse de mi.

— Definitivamente no eres como nosotros y estás sacando de un libro de principe perfecto.

— Un principe perfecto con el corazón roto — dije un poco más para mi que para ella. Ella lo escucho y hizo como si no lo hubiera tenido que escuchar.

Dejo que el silencio recorriera entre nosotros dos pero luego de un rato se giró hacia mi como si estuviera todo pensado y calculado.

— Entonces tienes ganas de vengarte — una sonrisa torcida se forma en sus labios dando la sensación que tiene más cosas que añadir.

Vuelvo a beber intentando entender dónde están las letras pequeñas de esta propuesta. Pero todos sabemos que la bebida no ayuda a ml calor que comenzaba a formarse por la espera.

— Pues si — asentí lentamente — Pero....

Ella no me dejo hablar se acercó peligrosamente a mi. No se que es lo que en realidad tiene ella que logra hacerme cambiar mis pensamientos para entrar en un círculo vicioso en donde solo están sus labios, ojos y cuerpo. Mi cabeza una vez que entra ahí no logra salir.

— Pues estoy disponible para enseñarte que esa que tanto daño te hizo no merece la pena.

Comencé a reír un poco entre enojado, feliz y vergüenza.

— No creo poder sacarme a una mujer del corazón con otra.

— No te preocupes, a tu corazón no lo voy a tocar.

Aquellas palabras cambiaron un poco mi vista, definitivamente no estoy viendo las letras pequeñas de todo esto.

— Aquí solo existirá algo distinto.

— ¿Eh? — giré mi cabeza para observarla desde un lado.

— Yo te voy a enseñar algo más.

— ¿Algo que no conozco? — pregunté un tanto curioso.

— Bueno, de seguro no me conoces a mi. Así que podríamos llamarlo así de esa manera. O cómo quieras.

— No me interesa estar en tu cama.

— En realidad si te interesa. No has parado de obsérvame desde lejos, no has dejado de detallarme e imaginarme desnuda, sin ropa.

— Yo... yo no he hecho eso.... — mis mejillas se coloraron sabiendo perfectamente que así era. Una parte de mi había estado deseando que me mostrara lo poco que oculta su delgado vestido.

— Mentir no se te da bien.

— No.

Confirmé sin poder evitarlo.

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