XIV.- Under Control

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ANTES.

2019.

Arabella creció en un ambiente en donde a corta edad, le hicieron saber que era la chica que iba a robar las miradas, suspiros y atención en casi todos lados, la mezcla de todo lo que sus papás eran, dio como resultado a dos hijos que eran llamativos, pero definitivamente Arabella lo era más.

No se equivocaron, a los 15 su lista de pretendientes ya era importante, pero así como le hicieron sentir que sería muy afortunada en el amor, su mamá siempre le advirtió que no todos tenían buenas intenciones, era importante que se mantuviera enfocada en saber cómo poner límites, porque jamás podría conocer los pensamientos verdaderos de quienes se acercaban a ella, pero sí estaba a su alcance decir hasta donde podía llegar cada uno de ellos.

A sus tiernos 14 años recibió un girasol de parte de uno de sus compañeros de la escuela, ese fue solo el primer regalo de una gran lista de cosas que le habían dado solo para llamar su atención, claro que siempre se mostraba agradecida pero, aunque al principio no entendía a su mamá. conforme pasaron los años, ese consejo sobre poner límites le hizo darse cuenta que era lo que la había salvado de caer en malos lugares, sabía que tenía suerte y en más de una ocasión lo había aprovechado.

Sin embargo, aunque era cuidadosa de quien se acercaba, eso no impedía que Arabella recibiera la atención que le daban, en más de una ocasión había conseguido mucho con solo una mirada coqueta o un par de lágrimas, ¿sentía remordimiento? a veces sí, a veces no, tenía una cierta emoción saber que podía hacer grandes planes y que en cada uno de ellos, salía con más de lo que había llegado.

A pesar de que antes de entrar a la universidad, sintió que se estaba aprovechando demasiado de esa suerte, cuando por fin estuvo en la escuela, algo dentro de ella empezó a cambiar, se lo estaba tomando todo más en serio, pero aún se dejaba envolver por el sentimiento de ir a un bar y recibir cervezas gratis, eso empezaba a ser común en su vivir, por lo que no sabía si en algún momento se iba a detener.

Esa noche de viernes iba a salir con sus amigos, el vestido rojo de ese día era digno de tener una salida inolvidable y quería que así fuera, ya que si todo salía bien, en los próximos meses se iría de intercambio a Londres, ahora que podía, aprovecharía cada oportunidad; estaba terminando de maquillarse cuando sonó el timbre de su casa, de inmediato se dirigió a abrir, aunque se le hizo extraño, ya que nadie iría por ella.

-Hola-dijo Arabella con una sonrisa-Pasa-respondió mientras se hacía a un lado.

-Hola Bella-saludó Nyck-Vine a dejarle a tu mamá los tuppers de comida que me ha mandado con Robert-dijo con timidez.

-Muchas gracias Nyck-dijo mientras tomaba la bolsa que el neerlandés traía-¿Harás algo hoy?-preguntó animada.

-Es noche de videojuegos-respondió con tranquilidad.

-Pues ya no-replicó la rubia frente a él-¿No quieres venir conmigo? Prometo que mis amigos son las personas más relajadas que conocerás-propuso con esa sonrisa especial que ella sabía convencería a cualquiera.

Nyck la miró impresionado, ellos se hablaban poco, así que su invitación no solo era repentina sino que sonaba más emocionante salir, que quedarse en casa jugando, solo-Pero mañana tengo entrenamiento en la tarde-respondió, aunque al segundo se arrepintió.

-Nyck, Nyck-pausó con la misma sonrisa-No dejaré que me digas que no, ni tampoco dejaré que te quedes toda la noche jugando tú solo-explicó decidida-Así que, dame unos segundos y te llevo a tu casa para que te pongas otra cosa, prometo regresarte sano y salvo-finalizó mientras le guiñaba.

Ocean Drive - Oscar Piastri {+18}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora