X.- Something We Can't Ignore

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3 Días Después. 

Arabella sonrío cuando vio salir a Oscar de las puertas del elevador, cuando lo conoció en los primeros días de enero, jamás se imaginó que será ese australiano, muy poco demostrativo la mayoría del tiempo, fuera quién terminaría llamando su atención, no lo planeó en lo más mínimo, pero ahora que estaban mucho tiempo juntos, ella realmente no se imaginaba con alguien más. 

Para ser sinceros, no supo el momento exacto en el que lo empezó a querer, pero sí supo el momento exacto en donde se derritió en ternura por él. 

ANTES. 

Bella casi se arrepintió de haber aceptado la ida al cine con Robert y Caroline, no porque fueran malas personas, sino porque era obvio que ninguno de los dos le iban a prestar ni un gramo de atención, pero no los culpaba, finalmente se estaban convenciendo de por qué era buena idea dejar ser "solo amigos" para dar el siguiente paso. Todo el mundo lo sabía, ella era romántica, la clase de persona que aún le gustaban las cartas, globos, peluches y pequeños detalles e increíblemente, a menudo encontraba que ya no era el sexo el último grado de confianza, sino el admitir los sentimientos, lo que empezaba a complicar las cosas, por eso fue que cuando Robert le dijo que sentía algo lindo por aquella pelirroja, no dudó ni un segundo en ayudarlo, porque quería que su primo también pudiera vivir su propia historia de amor. 

Estaba sentada con las palomitas, mientras esperaba a que Robert y Caroline aparecieran, Oscar entró corriendo, realmente corriendo, al cine. Arabella le dirigió una mirada desconcertada, no entendía por qué tanta prisa, pero intentó no sobre pensar las cosas, después de todo, aún no lo conocía lo suficiente cómo para determinar el comportamiento del australiano. 

-Arabella-dijo en un suspiro

-Hola-saludó sin intentar esconder su asombro-¿estás bien?-preguntó con genuino interés. 

-Te estaba buscando-confesó sin más-Robert me dijo que vino contigo y con Caroline al cine, pero sabía que te iban a dejar sola, así que mejor vine-explicó mientras su respiración se regulaba. 

-Hasta yo sabía que era mala idea pero bueno, alguien tenía que ayudar al tonto ese-dijo mientras sonreía-¿Cómo llegaste? si Robert está usando el auto-cuestionó mientras le acercaba una botella de agua. 

-El uber me cobraba una cantidad que no estaba dispuesto a pagar y no tuve más alternativas que venir...corriendo-dijo mientras se sentía avergonzado de la situación. 

Arabella no pudo ocultar su ternura ante la confesión del chico frente a ella "Lía es una chica muy afortunada" fue el primer pensamiento que le vino a la mente, si por ella había ido corriendo, seguramente por la chica que le gustaba, haría mucho más. -Muchas gracias Oscar, no diré que no era necesario, aunque realmente no lo era-río para aligerar el momento-Te debo una y el día que quieras, tendrás mi apoyo-explicó sincera. 

Oscar le sonrío, a su manera, para después beber un poco de agua. Cuando sintió que ya no estaba absolutamente agitado, logró hablar más-No creo que no hayan hecho algo parecido por ti antes, si la última vez que venimos nosotros tres al cine, el que nos vendió las palomitas te regaló un helado-dijo risueño. 

-Olvídate de los demás, yo te debo algo a ti, ¿entendido?-preguntó Arabella mientras fingía seriedad.

-Quién soy yo para negarte algo, querida prima de Rob-respondió mientras alzaba sus manos en señal de absoluta rendición. 

AHORA. 

-Arabella, ¿me estás escuchando?-preguntó Oscar

-Sabes que siempre escucho-respondió para regresar a la normalidad. 

Ocean Drive - Oscar Piastri {+18}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora