Habían pasado varias semanas desde que el gatito llegó a la vida del rubio, le impresionó la rapidez con la que le tomo confianza, le meneaban la cola y quería estar pegado a él todo el tiempo
Era un gato un tanto peculiar, eso ni negarlo.
— Panterita ven aquí — se anunció esperando ver al felino — Ven a comer tteba — dejo el plato con comida en el suelo agachándose a cargarlo.
Era otro punto, le había comprado comida de gato y no la tocaba, casi siempre estaba atento a cuando comía yse estaba ahí hasta que le diera un poco.
— ¿Quién es mi gatito bonito tteba? — preguntó como tonto, antes de darle un pequeño beso.
Sintió como se movía un poco, pero al abrir los ojos le sorprendió ve un chico azabache.
— Tú no eres mi Panterita tteba — retrocedió un par de pasos algo asustado, pero aún no lo soltaba, tras ver sus ojos negros, se dió cuenta que eran los mismos ojos de aquel gatito negro.
— ¿Qué Panterita? — preguntó extrañado, con la voz apenas audible.
— Tú, tú eres, tú eras....tú no eres mi gatito tteba — tragó saliva nervioso soltandolo de a poco.
— No soy un gato y tampoco soy una persona — frunció levemente el entrecejo,parece si que estaba a punto de lanzar un zarpazo.
— ¿Porque eres humano? Eras un gato hasta hace un rato — se alejó un poco, desviando la mirada hacia un costado, pues el azabache estaba desnudo.
— Que no soy ni uno si lo otro, soy los dos— se sentó en el suelo bajo la mirada del rubio — ¿Sucede algo? — preguntó sin despegar su mirada.
— No...espera aquí, iré por algo para cubrirte— le señaló el pequeño sofá — Ahora vengo — salió corriendo a su habitación.
Regresó con una sábana — De acuerdo, mi gato, el que recogí en un callejón, ahora es un chico, uno muy bonito debo admitir — murmuró pegándose en la frente con la pared.
— ¿Estás por ahí? — el azabache entró al cuarto con cuidado, con las piernas temblando.
— ¡Sí! — extendió la sábana para envolverlo — No es bueno que andes así ttebayo — al notar que era delgado lo cargó como una princesa llevándolo al baño.
Comenzó a llenar la tina y le dió un jabón — Ten ¿Me haz visto usarlo cierto? No es muy difícil, me gritas si ocupas algo, mi nombre ya te lo sabes, voy a buscarte algo de ropa.
El chico solo lo miro sin decir palabra alguna, asintiendo a todo lo que le decía.
Naruto seguía en una especie de trance, necesitaba saber que clase de truco de magia uso.
Cuando volvió, encontró al azabache enjuagandose con cuidado, como si nunca lo hubiera hecho — ¿Te sientes bien? — cuestionó dejando la ropa a un lado.
— Si, pero no puedes verme sin ropa antes de casarnos — respondió con tranquilidad, haciendo que el rubio se impresionara.
— ¿Cómo que casarnos?
— Me diste un beso, eso solo se hace en el altar y me viste sin ropa.
— Eso no es cierto, bueno si te di un beso pero no era para eso, así hablaba mi bisabuela tteba — se cruzó de brazos.
Quería mirar hacia otra parte pero le llamaba la atención la piel nivea del chico.
— Oye ¿Entonces eres o no un gato? — preguntó extrañado, pues el azabache tenía unas pequeñas orejas de gato a cada lado de la cabeza, incluso una cola algo esponjada, parecía que no se daba cuenta.
ESTÁS LEYENDO
El Neko del que me enamoré [NaruSasu]
FanfictionNaruto Uzumaki decidió salir de casa de sus padres para poder alquilar un departamento mientras estudia la universidad, tiene una vida solitaria, no sale a ninguna parte, más que a su trabajo en una tienda de autoservicio, pero llegará algo a cambia...