Capítulo 4 En el que Naruto y Sasuke están solos

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Se la pasó recostado en el sofá viendo el televisor, había muchas cosas para ver, quitando eso, prefería ver caricaturas.

Eso hasta que escuchó la puerta de la entrada, viendo a un Naruto respirando agitado.

— ¿Estás bien? — preguntó algo preocupado.

— Sí — contestó una vez que recuperó la respiración — Pero va a haber una tormenta de nieve y nos quedaremos aquí una semana.

— ¿No vas a ir a la escuela ni al trabajo? — cuestionó incrédulo.

El rubio movió la cabeza de un lado a otro — Pero no te preocupes, me van a pagar lo del trabajo y pues las clases se suspenden — completó quitándose el suéter y los zapatos, dejándolos en la entrada.

— Naruto — lo llamó en un tono bajo, como si tuviera miedo.

— ¿Que sucede? — se acercó a él — ¿Te sientes mal? ¿Te enfermaste? — tocó su frente, sus mejillas, necesitaba asegurarse de que estuviera bien.

— No es eso, la chica que nos encontramos ayer vino a buscarte — miró nervioso hacia otro lado — Y le dije que no estabas — a medida que lo decía un sonrojo se comenzó a presentar en el — Lo último que le dije fue que quizá habías ido a comprar cosas para nuestro bebé — tragó saliva.

Naruto se quedó estático unos instantes, como si procesara todo lo que acababa de escuchar.

— ¿Vamos a tener un bebé? — indagó mirando al azabache con atención.

— No, solo lo dije para que se fuera — se sentó y miro hacia el sueño como si esperara un regaño — Aunque... Podríamos intentar tener uno.

La última frase hizo pensar a Naruto — ¿Estás seguro? Decías que nada de eso hasta el matrimonio — se cruzó de brazos.

— Y tu escribiste que me amas — alzó la vista para hacerle frente

— Ya sé que yo lo dije pero si no estás seguro de querer hacerlo, está bien.

Sasuke negó con la cabeza un par de veces — Ví tu papel varias veces y creo que es algo que se hace cuando dos personas se aman ¿O me equivoco?

— Bueno, tienes razón pero solo si estás cómodo con esa idea, no estás obligado a nada ttebayo— intentaba hacer que recapacitara aunque fuera solo un poquito, no quería que se presionara o algo por el estilo.

— Te estoy diciendo que está bien Naruto, tenemos que acostarnos si queremos un bebé.

— Ah eso...— quizá no esperaba esa determinación del azabache — Sasuke tenemos que conseguir un par de cosas en ese caso.

— Entonces también quiero trabajar como tú — respondió de inmediato.

— Ese también es un problema, no tienes papelería y la vas a necesitar para cualquier trabajo o por si quieres el bebé.

— ¿Papeles como cuales? — preguntó haciendo la cabeza hacia un lado, tal como un gato al prestar atención.

— Sí, tus papeles de nacimiento, los de estudios, todo eso — hizo ademanes con las manos.

— ¿Entonces no puedo salir a trabajar? — preguntó sin quitarle la vista de encima.

— Puedes hacerlo pero sería en algo pequeño, de mesero en restaurantes no piden esas cosas, aunque también está el asunto de tus orejas y cola.

— Tampoco quiero que me mantengas siempre, quiero ayudarte — replicó esperando poder convencerlo — Y para tu información — se quedó callado y en un "puff" sus orejas y cola desaparecieron.

— Lo solucionaste, ahora tendremos toda una semana para nosotros solos — se acercó al azabache para cargarlo.

— ¿Lo haremos? — se aferró a su cuello recargando la cabeza en el hueco que se formaba en su hombro.

— Si no quieres, podemos ver una película o solo puedo manosearte tteba — habló coqueteando un poco con él — O mejor, te manoseo mientras vemos una película.

— Naruto, no seas vulgar, no me vas a meter los dedos en ninguna parte del cuerpo.

— ¿Y porqué no? — preguntó alzando una ceja antes de llegar al cuarto lo acomodó haciendo que lo rodeará con las piernas por la cadera — ¿Ves? Tú solo te acomodaste — susurró contra su cuello antes de dar varios besos cortos en él.

— Yo que sé, va a ser incómodo — murmuró entrecortadamente, no planeaba decirle lo bien que se sentían esos besos.

Aunque quizá el color de sus mejillas lo delataba a simple vista.

— Y esto es solo la primer base — lo llevó hasta la pared para que pegara su espalda — Podemos pasar hasta la tercer base — se frotó descaradamente contra Sasuke, provocando que soltara un gemido mezclado con un maullido — Interesante ttebayo.

— No hagas eso — se quejó mordiéndole la mejilla al blondo.

— Luego no te quejes — coló su mano bajo la camisa del neko haciendo que temblará por el contacto — Tenemos que entrar en calor.

— Pero no así — intentó alejarlo pero era claro que no podría hacer nada en esa posición — Es incómodo tener las piernas así Naruto.

— ¿Quieres que vayamos a la cama entonces? — preguntó mirándolo con una expresión serena.

— Esa pregunta tiene respuesta, claro que sí, no quiero hacer nada a mitad del pasillo — manifestó.

— Nada te parece tteba —se quejó antes de cargarlo como un vil costal hasta la habitación — Dijiste que quieres un bebé, no te voy a dejar salir en toda la semana — declaró cerrando la peea del cuarto, dejando al azabache en la cama.

— Deberíamos cerrar todo ¿Qué tal que haya algún fisgón afuera? — murmuró mirando hacia la ventana, había dos gatos observandolos bastante atentos.

— No me digas que te seguían los gatos — intento contener la risa.

— Pues para que te digo si lo acabas de descubrir — frunció el entrecejo — Cierra las cortinas Naruto, no quiero que unos animales me vean — volvió a insistir, logrando que el rubio hiciera lo que le pidió.

Esto sería algo nuevo para ambos...

El Neko del que me enamoré [NaruSasu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora