Capítulo 10 Otro comienzo

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El rubio ya no encontraba alguna manera efectiva en que el bebé se separara de Sasuke, si lo dejaba en la cuna lloraba, si lo cuidaba para que el ezabache fuera a alguna parte lloraba, vaya que los bebés si dependen demasiado de alguien.

Solo que tenía el dilema de tener que compartir a Sasuke, era suyo, pero tenian un pequeño que lo necesitaba, claro que no tenia problema con eso, el asunto era que ya no tenian ningún momento a solas, incluso la cuna estaba en su habitación, cosa que molestó al neko por haber pasado demasiado tiempo acondicionando el cuarto que Menma ocuparía pero que no lo hace.

— ¿Sasuke como vas? — preguntó al verlo entrando de nuevo al baño con la pequeña bañera de plástico celeste.

— Volvió a vomitar, ¿lavas las sabanas? — preguntó asomando la cabeza por la puerta

— Claro pero ya no hay sábanas secas — señaló el armario antes de volver al baño.

El rubio miró hacia el interior de la habitación revisando todo con cuidado y quitar la ropa de cama para llevarla a la pequeña lavadora — Parece que vomita mucho — murmuró para sí recargándose contra la pared.

Mientras Sasuke trataba de bañar al pequeño que parecía inquieto, no tenía de porqué, aún era muy pequeño como para comer algo dulce, así que el azúcar no era una opción de lo que le podría estar afectando.

— ¿Qué te parece si hacemos un trato? — le habló al bebé llamando su atención, logró que lo mirara — Si tu dejas de vomitar mi ropa y mi cama, duermes conmigo y con papá toda la semana — parecía muy convincente, aunque solo vió como Menma se metía la manita a la boca con una sonrisa.

— No quieres ¿verdad? — preguntó terminando de bañarlo, lo llevó a la cama para buscar su ropa — ¿Si te he dicho que eres una copia de Naruto? — declaró viendolo con ternura, era tan pequeño que incluso tenía miedo de que se lastimara.

Se quedó atento cuando notó que se tocaba mucho la cabecita — ¿Te molesta algo? — se sentó para poder revisarlo, solo fue un estornudo, uno bastante gracioso, cuando dejó de lado la ternura su atención quedó robada por un par de orejitas de gato que habían salido.

—¡ Naruto! — gritó provocando que el rubio llegara corriendo, incluso se cayó en el suelo por la prisa de llegar.

— ¿Qué ocurre? ¿Pasó algo malo? — cuestionó de inmediato al azabache que tomó al bebé alzándolo.

—Pasa esto — volvió a recostarlo sobre la cama, revisando en la ropa del pequeño hasta que dió con un bulto, viendo ahora una colita esponjada — Bueno.... creo que tienes lo que querías — mencionó de manera pensativa.

— Tenemos un bebé neko — afirmó con un sonrisa fascinada — Podrás decir que es igualito a mí pero tiene mucho de ti ¿Verdad que si Menma? Te pareces a Sasuke bastante ttebayo — se sentó al otro extremo mirando con atención las orejitas del bebé.

— Es raro, pero da igual, no podremos sacarlo a la calle si tiene orejas.

— Podemos sacarlo como lo hacías tú, con un gorro, aun es pequeño, no habrá nada de extraño con eso.

— Supongo que tienes razón, pero de todas maneras no sería bueno que salga, no sé como podría ocultarlas, digo, yo las escondo cuando quiero pero lo único que Menma sabe hacer es comer, hacer del baño y dormir.

— No olvides que te vomita la ropa y el cabello — señaló Naruto a manera de burla.

— Cállate que a ti te mojó cuando lo cambiaste de pañal — fue su turno de burlarse, haciendo que el rubio se pusiera colorado.

— Que grosero Sasuke — se volteó idignado — ¿Cómo acomodaremos su ropa? — preguntó viendo que se incomodaba al tener la colita guardada en la ropa.

— Haciendo un hoyo en los pantaloncitos — dictó Sasuke lo más firme que pudo, no se le ocurría otra idea de como hacerlo.

— ¿No será muy extremista eso? Ya sé, podemos comprar de esa ropa que tien como botones en la parte de atrás.

— No sé de que estas hablando.

— No, no funcionaría, mejor usemos tu idea, tenerlo desnudo no es una opción.

— No es ningún exhibicionista — levantó los hombros tomando la parte inferior del conjunto para hacer un hoyo — Si esto no funciona solo quedaremos como idiotas.

— Lo normal en padre primerizos sin ninguna información como nosotros — cruzó los brazos asintiendo como si hubiese sido buena idea decir eso.

— Pero yo te dije que compraras ese libro de maternidad y no quisiste — frunció la nariz — Según tú sabías como cuidarlo, y huyes en cuanto te digo que ensució el pañal.

— No estamos hablando de eso, estamos hablando de esto — tocó las pequeñitas orejas — se ve mucho más tierno que tú, está chiquito y pachoncito.

— Cambia el tema, cambiálo dobe — exclamó haciendo un gesto extraño.

— Bueno como sea, ahora meto a la secadora todo y te traigo las sábanas.

— De acuerdo pero no tardes — el azabache terminó de vestir a Menma para cargarlo e ir a la cocina a intentar preparar la cena mientras cuidaba de él.

— ¿No te incomoda tenerlas? — se acer'co al portabebé que había dejado sobre la mesa — A mi algunas veces me resultan molestas, escuchas cosas que no, como los vecinos, y te llega a doler la cabeza de todo lo que tienes que escuchar — tomó su mano empezando a jugar con ella mientras vigilaba la comida.

— Me hubiera gustado que fueras como tu papá — recargó su menstón sobre la palma de su mano — Aunque se esté peleando con las cosas, pero sabes, me refiero a que espero que no tengas problema con las orejas y la cola.

— Sasuke ¡ya acabé! — entró gritando a la cocina — ¿Necesitas ayuda?

— No, ya casi está listo ¿Puedes cuidarlo? — se levantó de la silla y fue a continuar con lo que estaba haciendo.

— Claro — se sentó frente al bebé, observándolo con suma atención — De verdad si se parece a ti un poco — le afirmó volteando a verlo con una sonrisa atontada — Sasuke te amo.

— Y yo a ti — le respondió con una sonrisa para volverse hacia la estufa — ¿Cuándo te darán vacaciones en el hospital? — preguntó con curiosidad.

— Ni idea, con eso de que me dieron solo unos días libres por lo de Menma, no estpy seguro.

— ¿Entonces no hay nada seguro? — el rubio negó — Creo que sería buena idea si buscaramos alguna casa, aunque sea pequeña, no creo que cuando Menma comience a andar de un lado a otro tenga espacio aquí.

— También lo pensé, estoy seguro que si podria conseguir alguna casa, lo complicado sería saber dónde .

— Con que tueviera un jardín sería suficiente ¿no? — sirvió la comida para ambos y calentó la leche para el pequeño — Dijimos que sería bueno tener más hijos....

— Cierto — se quedó analizando eso unos instantes — Será mucho mejor una casa grande, por si son nekos por si no lo son, que tengan espacio para moverse.

— Me sorprende que pienses un poco — dejó los platos sobre la mesa sentándose a su lado, para darle el biberón a Menma.

Apenas comenzaría la verdadera vida de una pequeña familia, que era seguro que todos se querían lo suficiente.

El Neko del que me enamoré [NaruSasu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora