Capitulo 3

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Pasaron dos días. Namjoon no había ido a trabajar esta mañana porque se sentía enfermo. Tenía que pasar por su casa para llevarle unos documentos, pero antes decidí pasar por el trabajo de mi amiga.
- ¿Qué tal el nuevo socio?
-No he tenido tiempo de decírtelo -sorbí de mi café-. ¡Es Kim Namjoon!
- ¿Kim...? -pensó por unos segundos-. ¿Kim Namjoon? ¿El empresario mas exitoso de Corea?
-No, no -negué con la cabeza.
- ¿Hay otro Kim Namjoon?
-No, me refiero a que es RM, ¿lo recuerdas? De la prepa.
- ¡Tienes razón! ¡Lo había olvidado! ¿Sigue igual de guapo? Nunca pensé en buscar una foto de él. Solo he escuchado sobre sus éxitos.
-No lo sé, no me he fijado en eso -volví a beber.
- ¿Recuerdas lo enamorados que estaban? Nunca pudieron estar juntos.
-Cuando finalmente tuvo el valor de confesarse, sus padres se fueron del país -recordé-. Igual, creo que no me recuerda. No se ha sorprendido cuando me vio.
-Han pasado más de 10 años. La gente cambia mucho. ¿No le has dicho que eras tú?
-Apenas hemos hablado. Prefiero que sé de cuenta solo o que sigamos como desconocidos.
-Eres un poco aburrida. Estas soltera...
-Recuerda lo que dije -la fulminé con la mirada-. Bien, me iré, te transferiré el dinero del café. Ahora debo irme a la casa del susodicho.
-Uhhh -su tono era picarón.
-Iré a llevarle unos documentos porque está enfermo. No te hagas ilusiones. Adiós.
-Buena suerte -agitó su mano saludando.
Miré en el GPS la ubicación. Estacioné el auto frente a una enorme casa de lujo.
Toqué timbre. A la segunda vez alguien respondió por el telefonillo.
- ¿Quién es?
-Hola, señor Kim. Soy _____(tn).
-Pasa.
Otro timbre sonó y la enorme puerta se abrió. Caminé lentamente prestándole atención al lugar. Todo era minimalista. De colores blanco y negro. Muchos cuadros y plantas.
- ¡Dejaré los documentos sobre la mesada de la cocina! -grité.
- ¡Auch! No grites -escuché detrás de mí.
Volteé y pensé que la mandíbula se me iba a caer. Namjoon estaba de shorts, sin remera, sin camisa, su torso completamente desnudo y un poco transpirado. Su pelo oscuro y algo largo estaba despeinado y húmedo. De su frente caían algunas gotas de transpiración. Su cara dejaba notar el malestar.
-Mi cabeza... parece que va a explotar. ¿Puedes alcanzarme aquellas píldoras, por favor? -señaló detrás de mí. Asentí con mi cabeza y se las alcancé-. ¿Estás bien? Parece que te comieron la lengua los ratones.
-Si -aclaré mi garganta-. Estoy bien, será mejor que me vaya.
-Está bien, gracias -intentó sonreír. Caminé pasando por su lado para dirigirme a la puerta. Sentí un golpe, volteé y Namjoon estaba apoyado contra la pared mirando hacia el piso y respirando agitadamente-. Mierda, todo me da vueltas. Mi cabeza -se quejó y dejó caer su cuerpo.
Corrí hacía él. Solté el bolso y tomé su rostro en mis manos.
- ¿Nam? Vamos, debes acostarte.
Intenté levantar su cuerpo, puse su brazo sobre mi hombro y lo tomé por la cintura. Su cuerpo estaba mojado y frio. Como pudimos, gracias a su ayuda, subimos hasta su habitación.
Lo recosté sobre la cama. Toqué su frente y evidentemente tenía fiebre. Corrí a buscar algún pañuelo de tela, un recipiente y agua fría. Coloqué con cuidado el pañuelo sobre su frente. Me senté a su lado.
No sabía si estaba dormido y solo fingía. Mantuvo sus ojos cerrados todo el tiempo. Cuando finalmente lo pude ver descansado y tranquilo, me puse de pie para poder irme. Di un paso pero su mano agarró mi brazo, deteniéndome.
-No te vayas, ______(tn) -masculló.

Please, don't leave me (Namjoon & TN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora