Capitulo 21

773 83 0
                                    

Ignore su comentario. Pretendí no escuchar.
   – ¿Por qué me ignoras? –inquirió acercándose.
   –Porque no quiero hablar sobre mis problemas amorosos con mi ex esposo.
   –Mira, ______(tn). He sido un imbécil, tienes todo el derecho a ignorarme, insultarme o incluso abofetearme. Pero he vuelto...
   – ¿Crees que volviendo te daré otra oportunidad? –clave mis ojos en los suyos–. Dime por qué lo hiciste. ¿Por qué me engañaste? ¿Por qué con ella si decidiste tener un hijo y conmigo no?
   –El amor a veces se acaba, _______(tn). Lamento mucho haberte herido. Y con ella solo sucedió. Estaba enamorado y fue un impulso el pensar en tener un hijo con ella.
   – ¿Quieres decir que de mi no lo estabas?
   –Demonios, no –negó con su cabeza–. Claro que estuve enamorado de ti. Pero de algún modo sentí que lo nuestro no funcionaría.
   – ¿Y por qué decidiste casarte conmigo? –me puse de pie.
   – ¡Por qué sabía que era tu sueño! –gritó–. Sé que has soñado con casarte de niña y no quería arruinar esa ilusión. Sabía que me amabas y cuanto deseabas que te lo pidiera.
   –Lo hiciste por obligación –solté–. Hubiera preferido que arruinarás aquel sueño –comencé a alejarme.
   –Espera –tomó mi brazo–. Estoy arrepentido. He venido a pedirte perdón.
   –Yoongi, seré clara. Te he esperado por mucho tiempo. Te amé, te odié y ahora no tengo ningún sentimiento hacia ti. No volveré contigo. Te perdonaré, claro que sí, sabes que odio tener rencor y mi enojo dura dos segundos. Pero no pretendas que lo nuestro volverá a funcionar. Ya no queda nada aquí.
   –Entiendo...
   –Y sí. Estoy enamorada de Namjoon. Lo amo y siempre lo hice, muy en el fondo, de manera inconsciente, pero lo hice. Pero él está a punto de casarse y será mejor olvidarme de él. Puedes quedarte, puedes incluso ser una especie de amigo, pero ya no volveremos a estar juntos.

   Regresé a la empresa. Yoongi había decidido terminar su café.
Al llegar me encontré con Eun ji rodeada de gente celebrando. Namjoon sonreía abrazado a Hoseok.
   – ¿Qué sucede aquí? –alcé mi voz. El silencio incomodo apareció.
   –Nada. Regresemos al trabajo –Namjoon borro la sonrisa de su rostro.
   –Dile, jefe –alentó Hobi.
   –Dile, amor –Eun ji tomó su mano.
   – ¿Decirme que?
   –Nada –negó él.
   –Ay –ella soltó un suspiro–. ¡Nos casaremos en dos semanas!
   Mi mirada, llena de dolor, llegó hacia los ojos de Namjoon. Evitó el contacto visual.
   –De hecho vine para traer las invitaciones –Eun ji levantó los sobres en su pequeña mano.
Intenté mantener una sonrisa falsa. Mordí mi lengua para evitar llorar. El pecho me ardía, el estómago me dolía.
   –Felicidades –logré decir casi en un susurro.
   – ¿Te encuentras bien? –Hoseok interrogó
   –Si. El café me hizo mal. Iré a mi despacho.
   – ¿Quieres...?
   –No –interrumpí. Caminé hacia mi rincón y ahí me encerré.
Solté toda la angustia. Lloré sin ocultar ni una lágrima. Hundí mi rostro en el hueco que se formaba en mis brazos apoyados en el borde del escritorio.
   Me pregunté por qué esas cosas me sucedían a mí. ¿Por qué nunca lograba estar con Namjoon? Aun así la vida era tan jodida que parecía querer volvernos a juntar luego de tantos años para verme sufrir otra vez.
   Escuché la puerta abrirse. Sin levantar la vista, ni disimular grité.
   – ¡Vete!
   –No me iré –escuché su voz y levanté la cabeza.
   –Justo tú, vete.
   –No puedo verte así –se acercó.
   – ¿Cómo quieres verme? –me levanté–. ¿Quieres verme feliz por ver al hombre que amo casarse con otra? –Él alzó las cejas–. Sí, Namjoon. Te amo, te amo como a nadie y odio verte con alguien más. Pero no puedo hacer nada.
   –En serio lo lamento.
   –No, no lo haces. Ni siquiera te importa verme tan rota.
   –Sí que me importa.
   – ¡Entonces déjala! ¡Sé que no la amas, Namjoon!
   –Ya te lo expliqué. No puedo hacerlo, mis padres...
   –No quiero volver a oírte. Dime a que viniste.
   –Eun ji –se acercó para entregarme ese maldito sobre blanco perlado–, ella quiere que seas su dama de honor.
   –Dile a Eun ji que le agradezco, pero no podré asistir a la boda –sequé mis lágrimas.
   –También vine... –hizo una pausa–. A presentar mi renuncia. Me iré del país con ella. Comenzaremos una empresa en Francia –me quedé helada. El golpe era aún más fuerte al saber que volvería a perderlo.
   – ¿Te iras...?
   –Ya está todo arreglado –bajó la mirada.
   –Pues vete –volteé.
   –______(tn) –sentí su presencia detrás de mí. Su respiración cerca–. Perdóname, por favor.
Sentí la puerta cerrarse. Apoyé mi espalda contra la pared y volví a echarme llorar.
Todo había terminado. 

Please, don't leave me (Namjoon & TN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora