Capitulo 20

803 81 6
                                    

Apartó cualquier obstáculo entre nosotros y me besó. Me besó como hacía tiempo no lo hacía, con deseo, con necesidad. Busco entre mi boca mi lengua y jugo con ella, mordió mi labio. Jaló de mi brazo y me subió encima de él. La adrenalina se apoderó de mi cuerpo, la lujuria recorría mis venas y me encendía. Lo abracé con fuerza y moví mi cadera rozando mi intimidad con el bulto que se había formado debajo de su pantalón.
   Me había olvidado del mundo, de los problemas, de Jungkook, de Namjoon, de todos. Yoongi bajó con desesperación, como si se tratará de un lobo que estaba a punto de comer a su presa, besó mi cuello, mordiéndolo, marcándolo con delicadeza. Colocó sus manos debajo de mi blusa y presionó con fuerza mis pechos, solté un gemido al sentir el tacto de su piel. Recordé las noches de pasión que tuve con él. Recordé aquellos días donde fui feliz, donde habíamos sido felices y entonces la recordé. Recordé a Diana, imagine su vientre y todo ese ardor que sentía mi cuerpo desapareció.
   –Yoongi, no –me aparté.
   – ¿Qué? ¿Qué sucede?
   –No debemos –di un paso hacia atrás–. Diana, ella... le estás haciendo lo mismo que me hiciste a mí. Será mejor que pases la noche en un hotel.
   –Déjame explicarte...
   –No, es mejor que tú... vete Yoongi.
Subí las escaleras hacia mi habitación. Él me siguió.
   –Diana cortó conmigo –escuché detrás de la puerta–. Por eso regresé, ya no estoy con ella.
   – ¿Lo dices en serio? ¿O solo porque quieres coger?
   –Lo digo en serio, ______(tn). Sé que ya no me crees, pero no estaría acá si ella seguiría conmigo.
   –Claro que ya no te creo, tengo mis razones, ¿no crees? –abrí la puerta.
   –Pero tú tienes novio...
   –Ni siquiera sé si es mi novio aun, no me ha hablado en cinco días.
   – ¿Eso quiere decir que estas soltera? –sonrió de lado.
   –Tal vez... pero no sueñes que tendrás oportunidad, Min Yoongi. Ya las has perdido.
   –Nadie pidió oportunidades –se acercó para tomarme de la cintura y besarme.

Nos duchamos luego de una noche de reencuentro. Yoongi parecía estar contento, besó mi mejilla al bajar a desayunar. Por mi parte intente mantenerme en mi perfil, nada había cambiado. Mis sentimientos por él habían desaparecido, no podía engañarme.
   – ¿Puedo manejar yo? –inquirió parándose frente al auto.
   –Sigue soñando, Min Yoongi. Es mi auto, yo lo manejaré, sube.
Conduje hasta la empresa. Todo el mundo nos observaba, algunos sonreían de felicidad al ver nuevamente al señor Min.
  – ¡Señor Min! –Hoseok corrió para abrazarlo.
   –Hoseok, cuanto tiempo.
   – ¡Que sorpresa verlo aquí! ¿Cómo ha estado?
   –Muy bien, amigo. ¿Y tú?
   – ¿Min Yoongi? –su voz ronca se escuchó detrás. Su maldita voz, la cual aún no lograba olvidar.
   – ¿Kim Namjoon? –volteó para verlo.
   – ¿Cómo estás? –sonrió y estrechó su mano.
   –Muy bien. He venido por unos días –me dedicó una sonrisa.
   – ¿Acaso ustedes...?
   –Creo que eso a ti no te interesa –respondí–. Acompáñame Yoongi –caminamos hacia mi oficina.

   Min se quedó sentado en el sofá toda la jornada. De a ratos me ayudaba con algunos papeles, pero prefería "descansar".
   – ¿Señorita, _____(tn)? –Victoria asomó la cabeza.
   –Dime.
   –Tiene una video llamada del señor Jeon Jungkook.
   –Uhh –escuché susurrar a Yoongi.
   –Gracias, Victoria –me acomodé en mi asiento–. Tú has silencio –lo señalé. Él cerró su boca.  Atendí la video llamada.
   – ¡______(tn)! ¿Cómo estás? Lamento haber estado tan desaparecido. Si hubiera sabido que esto era tan agobiante no hubiera aceptado.
   –Jungkook, estoy bien. ¿Tú que tal?
   –Agobiado. He querido ir a verte pero no he tenido tiempo –se escuchó la risa de una chica a lo lejos.
   – ¿Estas con alguien más?
   –No. Es solo gente que está aquí –miró hacia un costado–. Te llamaba para decirte que no seguiremos viéndonos por un tiempo.
   – ¿Por? –alcé una ceja.
   –Debo viajar, nena –sonrió–. Iré a Grecia por unos trámites. Pero estaremos en contacto, amor.
   –Kookie, apresúrate –otra voz distinta habló.
   – ¿Kookie?
   –Solo son las secretarias.
   –Claro. ¿Sabes que, Kookie? –Hice énfasis en su sobrenombre–. No necesitas fingir conmigo. Jamás he estado enamorada de ti, no me duele tu despedida –él abrió sus ojos–. Y un consejo, para la próxima intenta mentirle a alguien sin que haya mujeres cerca –guiñe un ojo.
   –______(tn), yo...
   –Adiós, Kookie –corté.
Cerré la laptop de un golpe. La rabia me consumía y no porque Jungkook me dejará, sino por el hecho de creer que era un hombre decente y que podría llegar a funcionar si me forzaba a enamorarme de él.
   – ¿Estás bien? –Yoongi se acercó.
   –Claro que lo estoy –mi tono de voz no ayudaba.
   –Ven, salgamos un poco –me tomó de la mano.
   –Debo trabajar, Yoongi.
   –Solo será una hora –tomó mi mano. Se colocó mi bolso en su hombro y salimos por el pasillo. Olvidé las miradas dirigidas a nuestras manos entrelazadas. Era tal la rabia que no me importaba nada en ese momento–. Namjoon, dile a Victoria que ______(tn) saldrá conmigo. No estará en su oficina –se detuvo frente al susodicho que miraba de reojo nuestras manos.
   –Está bien, señor Min –respondió pausado.
Manejó mi auto, el cual tenía prohibido tocar, hasta un jardín. Caminamos entre las flores, respirando el aire puro y nos sentamos en una banca.
   –Jungkook no es quien te ha roto el corazón, ¿no?
   –Yoongi, en este momento no quiero hablar de corazones rotos...
   –Ha sido Namjoon, lo sé. Se nota cuando lo miras, se nota cuanto lo amas.


Please, don't leave me (Namjoon & TN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora