Ofrenda de paz

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—Te mostraré una vez más, a la siguiente tú lo intentarás, ¿de acuerdo?

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—Te mostraré una vez más, a la siguiente tú lo intentarás, ¿de acuerdo?

—Claro.

Martha sonrió con complacencia y le hizo una señal a Murro para que se acercara sobre el imponente jabalí, consiguiendo cubrir la mayoría de los puntos para acceder a la silla en la que José reposaba, fingiendo ser un sobreviviente capturado.

(T/N) se aferró al tirante de su bandolera para observar a detalle cómo la coordinadora iba de un lado a otro, esquivando los intentos del hombre salvaje para evitar que el rescate fuera concretado, todo mientras ponía atencion al tiempo límite antes de sobrepasar la mitad.

No obstante, Martha se las arregló para desatar a Baden y protegerlo.

El mercenario por otro lado, observaba la práctica algo alejado del resto, de brazos cruzados y dándole un par de caladas constantes a un cigarrillo en total silencio, sólo dedicándose a juzgar la situación con la mirada y aguardando a que la chica cometiera algún error.

Aún llevándose mal con algunos de los sobrevivientes, Naib no toleraba cuando un rescate era infructífero y algún compañero terminaba quedándose atrás, mientras que los otros escapaban tras abrir las puertas, razón por la que era muy estricto y exigente con cada nuevo rescatista que se unía al equipo.

Todos lo sabían, él era un alma temperamento complicado, pero pese a su turbia profesión era bastante leal y acreedor de un gran espíritu de autosacrificio, algo que no acababa de agradar del todo a Emily, quien tenía que hacer esfuerzos grandes cada que debía tratar sus heridas tras las partidas.

No por nada muchos lo consideraban el mejor camarada a la hora de salvar a otros, incluso afirmado por el jugador de rugby y la coordinadora, quienes también eran muy confiables en ese aspecto.

Emitió un suspiro que dejó salir una leve nube de nicotina de sus labios resecos, tiró la colilla al suelo y la apagó de un pisotón, volvió a poner atención al entrenamiento y frunció el ceño al captar a (T/N) pasmada tras una pared, mirando con inquisitez a Murro custodiando al primer oficial.

El nepalí resopló, se aclaró la garganta y habló con severidad en la voz.

—No esperes a que el cazador sea indulgente contigo, él no va a estar sin moverse y aguardando con una taza de té y galletas a que decidas acercarte.

—Pero... a veces el fotógrafo come sopa mientras cuida de la silla— interrumpió Martha, llevándose una mano al mentón de manera pensativa.

—Él puede comer su sopa de mierda en otro lado, y en cuanto a ti— comentó mirando de nuevo a la modista —, los cazadores irán directo por ti para herirte e impedir el rescate. Y hay un límite que todos tenemos al estar atados a esas sillas, si sobrepasamos la mitad, entonces para la siguiente vez que nos atrapen saldremos volando sin que se pueda hacer algo más. Así que dilo y no nos hagas perder el tiempo, ¿puedes rescatar o no?

Identity V - Stay With Me (Naib Subedar × Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora