"El olor de la pólvora y el dolor de la guerra son cosas tan desagradables. ¿No sería maravilloso si el mundo fuera tan hermoso como las perlas?
El deber puede superar por un momento al talento, y el talento es capaz de ir mucho más alto, pero tan s...
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Escenario!
Naib Man in red!
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Reader Plague Nurse!
AU: Esencia 3 de la temporada 17.
Out of Character
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-¿Cuánto falta?
-Dos kilómetros más.
(T/N) suspiró. Optó por afianzar las correas que aseguraban sus gruesos guantes de cuero blanco y se recargó contra la madera de la carreta, conducida por Servais y teniendo a Emily como copiloto.
El camino había pasado de verse bastante tranquilo a lucir siniestro ante la falta de la luz dorada del sol, pareciendo como si la muerte misma hubiese pasado por ahí, aunque esa suposición no estaba tan alejada de la realidad en esos caóticos y deprimentes tiempos.
La peste negra era el castigo divino de Dios que ingresaba en silencio a través de las pulgas presentes en ratas, después de eso mataba a los pecadores de poco en poco desde adentro, haciéndolos lucir como monstruos a causa de esos oscuros bulbos y llagas pestilentes. Luego el destino directo era la hoguera para matar a los restos que pudieran quedar en el cuerpo, totalmente arruinado y hecho andrajo.
Parecía que Dios estaba demasiado disgustado con Oletus, una enorme extensión de tierra llena de peste y cadáveres a la que asistieron múltiples médicos para ayudar, y que no habían vuelto, mandado cartas o dado alguna señal de vida en meses. Lo mismo con equipos para verificar el estado de la ciudad, e incluso un noble de renombre llamado Edgar Valden se hallaba desaparecido, siendo Oletus el lugar en donde había sido visto por última vez.
Era extraño y un tanto aterrador. Ni siquiera su gobernante parecía estar haciendo algo.
La tríada médica compuesta por el doctor Servais Le Roy, la doctora veterana Emily Dyer, y la joven enfermera (T/N) Gabrielle, había sido enviada por el gobierno aledaño a prestar servicios al sitio vecino al disminuir milagrosamente la tasa de contagiados y fallecidos, por lo que aceptaron aún si las circunstancias eran inciertas.
