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Sesión de mal humor

Sesión de mal humor

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Gina

—Mateo, ¿que hacemos a éstas horas de la mañana aquí en el bosque? —pregunto algo adormilada.

Se da la vuelta para verme. —Estamos aquí para que aprendas a controlar tu mal genio.

—¿Cómo para qué? —bostezo.

—Para que no te enojes con cada cosa que te digan —responde.

—¿Estás bromeando? ¿Para eso me levantaste? Es sábado, y esos días suelo despertar hasta tarde hombre. Aparte son las 8 de la mañana. ¡De la mañana! Siempre me despierto hasta medio día —me quejo.

—Pues no esta vez —me dedica su peculiar sonrisa.

—Esta es una mala idea —mis ojos se cierran por un momento, y de pronto siento que alguien me rocía agua—. ¡Aaaah, está helada! —reclamo y me vuelve a rociar agua fría.

—Cada que te duermas, te enojes y te quejes, te voy a rociar agua fría —sonríe triunfante.

—Este va a ser un largo día —suspiro.

Nico Jr

—Val, ¿has visto a mi hermana Gina? No la encuentro por ningún lado —miro a todos lados.

—¿Qué no te enteraste? Wilson se llevó temprano a Gina para su sesión de mal humor —se ríe—. De hecho voy a ver cómo le va, porque ella es de perder la paciencia rápido con alguna cosa que no pueda hacer.

—Vamos a ver —propongo. Pues no me pienso perder ese show con mi hermana, ha de estar sufriendo.

Ambos nos encaminamos al bosque, pues al parecer, ellos están allá practicando.
Al momento de acercarnos, escuchamos con se está quejando mi hermana.

—Ya Mateo, no sé puede, punto, soy un caso —patea una pequeña piedra.

—De las 10 veces que te hice de enojar, en ninguna has logrado controlarte —comenta Wilson.

—Que se jodan esas 10 veces, yo no lo quiero hacer —se sienta sobre una piedra.

Val y yo nos aguantamos la risa al ver a mi hermana haciendo esos dramas. Jamás la habíamos visto así, regalen le más paciencia a Mateo por favor, porque creo que se le va a agotar con ella.

—Ahorita vengo —le digo a Val.

—¿A dónde vas? —dicho esto, me voy en viaje sombra.

Mateo

—Ya no quiero y no me sale —se queja mientras pone sus manos en un tronco y empieza a saltar de la frustración.

—Definitivamente se va a morir joven —susurro frustrado.

—Me doy —se acuesta en el césped.

Me acerco y la miro. —¿Te rindes?

—Por el momento sí —me mira mientras bufa.

LA MALDICIÓN DE HADES 💀Book 2💀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora