𝕰𝖖𝖚𝖎𝖕𝖔 𝖅 • 𝕾𝖙𝖗𝖊𝖆𝖒𝖊𝖗𝖘 ©

Two

Los doce chicos en cuanto llegaron a Collins, se sintieron extraños. Una nueva aventura les esperaba.

Cada uno de ellos pasó por recepción, donde le dieron todo lo necesario y donde los recibió el director.

— Buenos días, chicos — se levanto el y le sonrió — Soy el director Denver Collins pero llámenme Collins — algunos de ellos sonríen otros están absortos a su alrededor. Al fin están ahí dentro, después de tanta espera. — Como ya tienen todo lo básico, iré al grano, las habitaciones, obviamente son por géneros — algunos chicos bufaron — Y son de doce personas, asi que serán añadidos a otras.

— Yo tengo una pregunta — dijo Carrera, el director le animó a hablar — ¿Cuando empiezan las clases? ¿Hay algun tipo de charla?

— Dios, Carrera cállate, me agobias — dice Barca a su amigo. Carrera rueda los ojos.

— Eh, las clases empiezan en tres días a las ocho y cada uno tiene su horario. Y si, si hay una charla, mañana a las nueve y media — responde sonriente. Carrera sonríe y Denver da por finaliza la charla.

Teo, el secretario les dio la dirección de las habitaciones. Ambas no estaban muy lejos de cada una, y por el camino aprovecharon para conocerse algunos, ya que algunos se conocían y otros no.

— Hola, soy Ivan — sonríe el nombrado. Alana sonríe divertida.

— Alana Flores — sonríe — Te tendería la mano, pero se me caería la maleta y el mapa — ambos ríen.

Por otro lado Carrera y Nuvia charlaban animadamente.

— ¿Te ha traído Payton? — pregunta la chica, el asiente.

— Se ofreció ella, ya sabes, mis padres son muy estrictos con ellos mismos — dice mientras se acomodaba la mochila. Nuvia ríe.

— Siempre he sabido, a esa chica no le gustas, le encantas — dice empujándolo suavemente. El bufa.

A Carrera siempre le gustó su amiga Nuvia, pero sabe que no siente lo mismo por el. Alana no para de recordárselo, a si que lo intento con Payton pero la chica resultó ser demasiado empalagosa y terminaron quedando como amigos.

Atrás de ellos Aldo y Rocio reían juntos.

— Tendrías que haber visto la cara de la niña — dice la chica sobre el vídeo que acababan de ver. Aldo la intenta imitar haciendo que la chica ría más.

— Es que, a quien se le ocurre esa idea de mierda — dice él entre risas. A ellos se suma un Juan.

— Hola, soy Juan Guarnizo — se presenta, el chico estaba animado.

— Rocio y Aldo — los presenta la chica.

— Encantado — murmura Aldo.

Al fin llegaron a la puerta de la residencia de los chicos. Algunos bufaron y otros como Osvaldo tocaron la puerta con una sonrisa.

— ¿¡Que?! — gritan desde dentro, un chico rubio abre la puerta y mira a los seis chicos de arriba abajo.

— ¿Nos vas a dejar pasar? — pregunta Barca, el solo quería tumbarse y dormir.

— ¿Y por qué lo haría?

— Tu, que los dejes pasar, ya nos a avisado Collins — el rubio, los deja pasar y se da cuanta de las seis chicas.

— Hola preciosas soy Ross — sonríe pícaro. Las chicas bufaron y otras rodaron los ojos. Genial el típico "seductor" pensaron.

— Bueno nosotras los dejamos, pásenlo  bien — dijo Rivers comenzando a caminar al lado de Nuvia y Vicky, que hablaban de sus amigos de California. — Hola chicas — se presenta Rivers, ambas la miran sonrientes. — Soy Samantha Rivera

— Mirallay

— Vicky — se presentan ambas. Las tres comienzan a hablar conociéndose. Tras ellas Alana, Rocio y Ari también se presentaban.

— Abril

— Rocio 

— Alana — se presentan las tres. Y Rocio les enseña el vídeo que había visto con Aldo.

Las seis llegan a su nueva residencia y se temen lo peor cuando ven las cortinas rosas.

— Por favor que no seas odiadas, ya tenía suficiente con mi hermana — murmura Ari. Vicky suspira y toca la puerta, a los minutos la puerta es abierta por una copia barata de Regina George.

— ¿Quienes son? — mastica el chicle con el ceño fruncido, una chica castaña corre y se apoya en su hombro.

— Oh son las nuevas que dijo el director — dice con voz aguda la morena. La copia de Regina George las mira de arriba abajo y dice:

— ¿Y no había más residencias? — murmura. Las chicas bufan y esperan pacientes solo falta que las deje fuera.

— Ay, Barbara déjalas pasar — dice la morena abriendo más la puerta y les sonríe — Pasen, yo soy Channel Williams — dice sonriente

— Nosotras somos, Ari, Nuvia, Rocio, Rivers, Alana, y yo, Vicky — dice la chica presentándolas.

— ¿Bonitos nombres? — dice aunque suena a pregunta.

En cuanto pisaron un pie dentro que estas chicas iban a ser demasiado plásticas y perfectas.

Pero ellas no se iban a quedar atrás. Los doce iban a vivir su aventura.