Nine

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Nuvia le sonríe a su amiga, hoy es el último día de suspensión de clases, mañana, martes, ya comienzan de nuevo, y los chicos han aprovechado para sacarle provecho.

— ¿Seguro que le voy a gustar asi a Spreen? — pregunta insegura Vicky a su mejor amiga. Nuvia asiente de nuevo.

— Y luego soy yo la insegura e indecisa — rueda los ojos y Vicky ríe.

— Vale, vale lo capto

Vicky lleva unos pantalones negros con una blusa de encaje color salmón, se ha puesto unos zapatos altos y se ha maquillado natural.

— Estas genial,  aparte, como tú has dicho, Carrera te ha aconsejado bien — le guiña un ojo y la codea, Vicky vuelve a reír.

— Pues allá voy — suspira y sale de la habitación con la cabeza bien alta, Nuvia sonríe.

Tras eso, ella se sienta delante de su ordenador y comienza a escribir alguna cosa. El sonido de la puerta le avisa que alguien quiere entrar asi que se lo hace saber.

— Adelante — dice Nuvia aún con la vista en su ordenador.

— H-Hola Nuvia — saluda su mejor amigo, Carrera. Nuvia le sonríe y se aparta de su ordenador — ¿Quería decirte algo? — dice, aunque suena más a pregunta, piensa el.

— Claro, ¿dime? — le responde amable. Carrera se pone nervioso y se toca las manos, Nuvia lo conoce demasiado bien para saber que esta muy nervioso, ella se levanta y se acerca al castaño.

— ¿Mañana en la tarde estás libre? — pregunta, Nuvia frunce el ceño pero asiente.

— Si ¿por qué?

— ¿Te gu-gustaría salir mañana conmigo? — pregunta de forma rápida, Nuvia ríe y se muerde el labio divertida.

— Pues claro, como te diría que no — aprieta sus mejillas y le besa una de ellas, Carrera se pone rojo como un tomate y sonríe tontamente.

— ¿A las ocho? — Nuvia asiente y Carrera se va a más feliz que una perdiz.

Mientras Carrera salía de la habitación de Nuvia, veía como Rivers y Rocio se empujaban para ver quien llegaba antes a Aldo.

— Vuélveme a empujar y te arranco esos mechones marrones — murmura Rivers de forma agresiva, Carrera pasa entre ellas y se encierra en su habitación con una sonrisa.

— Mira quien lo dijo la rubia — se burla Rocio, Rivers gruñe, Aldo al oír tal discusión se acerca sigilosamente.

— Dame motivos para no tirarme encima tuyo y arañarte — gruñe Rivers, Rocio sonríe burlona.

— ¿Qué esperas? — murmura Rocio, Aldo sonríe ante tal discusión, pero se le borra al ver a la rubia tirarse sobre la castaña y arañarle.

Rocio se tapa la cara mientras Rivers le araña y tira de su pelo. Barca, que pasaba por ahí, y ve a Aldo, ambos se acercan y la separan.

— Ey, Rocio, para — la agarra por la cintura Aldo, y Barca hace lo mismo con Rivers. Cada uno se la lleva a una habitación.

Cuando por fin están solos y con calma Aldo se acerca a Rocio con el ceño fruncido.

— ¿Se puede saber porque te pegabas con Rivers? — se cruza de brazos.

— A ti no te tiene que importar — murmura enfadada, Aldo suspira y se sienta a su lado.

— Me parece un comportamiento demasiado infantil, pero no solo de tu parte, también la de ella — le responde Aldo con firmeza, Rocio suspira.

— ¿Quieres saber el por qué? — grita enfadada y se levanta de la cama — ¡Porqué a las dos nos gustas, y si, a lo mejor somos demasiado idiotas! — confiesa, dejando a Aldo algo sorprendido, pero antes de que se de cuenta Rocio ya habia salido de la habitación.

𝕰𝖖𝖚𝖎𝖕𝖔 𝖅 • 𝕾𝖙𝖗𝖊𝖆𝖒𝖊𝖗𝖘 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora