casada con el charro negro. (primera Parte)

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-todo eso será tuyo.... Pero acambio de tu alma-

Ahí estaba t/n portando un traje compleramente negro, frente a una alma que ante el llamado del charro negro se vio sorprendida cuando una dama vestida de negro atendió su llamado.

-claro, seré tuya solo dame la capacidad de concebir-dijo la mujer pues no le importaba con quien hiciera el trato... Solo quería complacer a su marido.

T/n chasqueo los dedos y un contrato acompañado de una pluma blanca apareció sobre la mesa.

-firma entonces y tu seco útero volverá a la vida, pero recuerda bien esto, cuando tu hijo cumpla los mismos años que posees en este momento.... Vendré por ti-

La mujer vio dudosa el papel, había un sello de cera de un color vino tan intenso como el pigmento que docotaba los labios de t/n, además estaban todas las reglas y cláusulas del trato, había dos líneas una donde la firma de t/n estaba colocada y otra en blanco... Donde ella debía firmar, sin embargo no era tonta y se dispuso a leer el contrato atentamente.

Mediante la presente se estipula que la esposa del charro negro La dama de negro dotará a quien la invoque de riqueza, poder o cualquier otra cosa que el llamate decee.

Así bajo estas reglas, se estipula que la dama de negro dotará a Domitila Sánchez de un vientre fértil y logrará concebir un hijo varón al primer intento, este niño crecerá dotado de salud e inteligencia todos los días de su vida.

Sin embargo al cumplir 23 años(edad de la llamante) la dama de negro regresará a la misma hora y el mismo día en el que este contrato entra en validación, para cobrar el precio estipulado.

DN
Firma de la dama
De negro.

________
Firma del llamante

Suspiro y con todo el valor que claramente no tenía, tomo la pluma que parecía pertenecer a una ave elegante de plumas blancas y firmó el papel, al terminar de firmar la tinta negra se tiño de dorado y el contrato se incendio reduciéndose a nada, ni siquiera había cenizas en la mesa donde había aparecido.

-el trato esta hecho-hablo t/n y ofreció su mano cubierta con un guante del mismo tono que sus labios y la cera del documento.

La mujer estrecho la mano y pudo sentir el ardor en su muñeca justo donde se encontraban sus venas, al soltarse noto como había una cicatriz, una que parecía un simple corte sin importancia pero no se necesitaba ser un genio para comprender que era. Ahora estaba marcada, marcada por la que se hacía llamar la dama de negro.

T/n sin decir ni una sola palabra salió de la casa, se coloco su sombrero y subió a la brava quien gracias a su tono blanco contrastaba con la paleta de tonos oscuros de su dueña.

-cuando puedo comenzar a intentar-dijo la mujer quien hacía seguido a t/n hasta la salida.

-hoy mismo-y sin decir nada más hizo a su yegua galopar desapareciendo entre la oscuridad.

T/n suspiro, era su primer trato con un mortal y había salido bastante bien, sin embargo la nostalgia la perseguía al encontrarse en la mismísima Puebla.

El tiempo había pasado y faltaban unos días para que el primer año de su ausencia en el lugar se cumpliera, apretó las riendas de la brava sabía que debía regresar a la hacienda antes de que saliera el sol y de eso ya faltaba una hora.

Sin embargo ahí estaba frente a la hacienda Balvanera, las luces estaban apagadas pero ella sabía que su padre estaba ahí, dormido o muerto tal vez... Victoria y Elizabeth lo habían abandonado y ella... Bueno todos sabemos que paso con ella.