𝐏𝐫𝐨́𝐥𝐨𝐠𝐨

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Dieciocho años antes

Una suave melodía salía del instrumento por cada caricia de las manos del chico, sobre las teclas. Todo pasaba a segundo plano cuando podía expresarse de esta manera, cuando sacaba sus emociones a través de esto, que tanto amaba.

Por un momento podía dejar de sentir ese dolor, que parecía ser permanente en él, dejar que la sensación de culpa sea reemplazada solo por un momento, por la nostalgia y el anhelo.

—¡Este mocoso me va a escuchar!- el muchacho se sobresaltó al escuchar la voz de su padre desde fuera.

—Papá, déjalo por favor—pidió la hermana mayor, antes de que la puerta se abriera con un estruendo, permitiendo que aquel hombre entrara hecho una furia.

—Tu me vas a escuchar— dije, pero a pesar de que el chico estaba asustado, no dejó de tocar el instrumento, la melodía ahora sonaba atropellada debido a sus nerviosismos,y el temblor de sus manos, pero no se detuvo, ni siquiera miró a la dirección del padre.

—¿Es cierto que rechazaste la escuela de derecho? ¿Cómo pudiste? después de todo lo que me costó que te acepten en esa universidad ¿me avergüenza de esta forma?

El chico no contestó, no tenía el valor para responder, ni siquiera sabía de dónde había sacado el valor de rechazar esa universidad de derecho que su padre tanto había deseado para él.

–¡ESTOY HABLANDO CONTIGO! —el grito, haciendo que las manos del joven se quedarán inmóvil, y la melodía cesará—¿VAS A ESCUCHARME!

—¡Papa! —la desesperación en la voz de su hermana deducía el nivel de rabia que tenía su padre, pero aun así el chico no levantó su mirada, ni se movió— Déjalo por favor—suplico.

—¿Por qué la rechazaste ? —pregunto.

—Por que no quiero ser abogado, quiero ser doctor— su voz tembló, pero lo dijo con completa decisión.

—¡MALDITO BASTARDO! —el padre se abalanzó sobre el.

—¡PAPA! — La hermana quiso ponerse entre su padre y el chico, pero éste la apartó con fuerza haciéndola trastabillar al punto de caerse.

Se abalanzó sobre el chico tomándolo por el cuello de su sudadera y levantándolo de la banquilla, para quedar cara a cara, pero aun así, los ojos del chico no miraron a los de su padre.

—Llamaré a la escuela de derecho, y les diré que te has equivocado, para que te vuelvan a recibirte, porque serás un abogado, y no está en discusión— su voz era más baja pero seguía siendo amenazante y peligrosa—¿Me has entendido?

Los ojos del muchacho se encontraron con los de su padre, esa mirada fría y llena de desprecio que siempre le dedicaba desde que tenía memoria, le provoca un gran temor.

—Sue.....suéltalo po..por favor— la voz entrecortada por los sollozos de su hermana retumbaba en la habitación.

—No voy a ser abogado— su voz era casi inaudible pero firmé— Porque no quiero ser como tu.

—¿Cómo quieres ser? —siseo entre dientes—¿Acaso quieres ser como ella?

—Ella siempre será mejor que tú, es lo que nunca le vas a perdonar— ya estaba cansado de quedarse callado.

El impacto de su trasero en el suelo, junto con el grito de su hermana y a continuación un fuerte dolor en el rostro lo tomaron de sorpresa. El chico miró incrédulo a su padre que tenía aún el puño cerrado, con el que le había golpeado.

𝐎𝐏𝐏𝐎𝐒𝐈𝐓𝐄 𝐒𝐈𝐃𝐄𝐒  «𝐽ℎ & 𝑀𝑔» +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora