Colegas | Relato | Damie

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Dakota les envió un mensaje para avisar que llegaría más tarde, eran pasadas las diez de la mañana y Jamie andaba inquieto de un lado al otro a punto de pedir un taxi para ir a buscarla cuando el coche patrulla se metió en la cochera y pudo por fin respirar tranquilo, esperó hasta que ella entró con una bolsa de papel en la mano para empezar a cuestionarla pero entonces notó un parche en su mejilla y tuvo que contar hasta diez para no perder el control.

-Espero que te guste el desayuno de McDonalds -dijo ella como si nada, caminando a la cocina- compré un poco de todo y por supuesto, café americano.

-¿Vas a decirme lo que pasó o fingiremos que no pasó nada hasta después de comer?

-Me gustaría más la segunda opción, la verdad -suspiró sentándose derrotada- ¿recuerdas a los chicos de la noche que te dispararon?

-Por supuesto, llevó un recuerdo permanente de ellos en forma de cicatriz.

-Los pillé justo antes de terminar mi turno, estaban entrando a un jardín privado y los seguí, había un par de patrullas cerca y me dijeron que llegarían en un par de minutos, así que solo tuve que vigilar que no se fueran de ahí.

-¿Sola? Pensé que tendrías algún compañero hasta que yo volviera.

-Nadie fue tan valiente, en fin, estaban intentando entrar por una pequeña ventana al sótano, cuando lograron entrar ya teníamos el perímetro rodeado, creo que no sabían que en esa casa tenían un bonito perro dóberman como mascota, salieron a  toda prisa y los capturamos.

-Buen trabajo colega -chocaron con sus vasos de café- pero no me has dicho cómo te lastimaste la mejilla.

-Oh, los llevamos a la estación para interrogarlos, como son menores de edad y estaban bastante asustados estaban muy agresivos y uno de ellos me lanzó el anillo que llevaba al rostro, me ha hecho un corte, pero nada grave, pero esa no es la mejor parte.

-Dímelo entonces -estaba abriendo uno de los burritos.

-El anillo estaba en la lista de cosas que robaron de la casa de aquella mujer, les dijimos que bajaríamos su condena si devolvían la caja fuerte que robaron, creo que aceptaron.

-Se te da muy bien eso de tratar con los jóvenes delincuentes.

-Solo hago mi trabajo.

-Pero eres de las mejores policías que he conocido, que hayas ido tu sola por ellos es admirable.

Ella estaba sonrojándose, pero se encogió de hombros.

-Tú habrías hecho lo mismo... pero quizá con más violencia.

-Puede ser -se rió y ambos siguieron comiendo.

Charlaron un poco más sobre la captura mientras terminaban el montón de comida del desayuno, cuando terminaron Jamie recogió la basura y luego se acercó a ella muy despacio, colocando una mano en su mejilla.

-Debes estar agotada, lo mejor será que vayas a dormir ahora.

Dakota frunció un poco el ceño, se levantó de la silla y tras llevarse una mano al bolsillo, dejó un paquete de preservativos sobre la mesa.

-¿Así que no le daremos uso a esto?

-Po-podemos hacerlo después, ya que descanses.

-Los niños regresarán de la escuela -se colocó las manos en la cadera- mira si no quisiera hacerlo no lo habría sugerido ahora mismo, pero está bien Dornan, si no quieres...

Él cortó la frase tomándole el rostro para besarla con fuerza, ella no dudó en corresponderle y comenzar a rodearle el cuello con los brazos y pegarse a él, pude sentir lo mucho que él la deseaba en ese momento, ella estaba igual, lo había pensado toda la noche, incluso con todo lo ocurrido, pero ella no era ninguna cobarde y no iba a desperdiciar la propuesta de su colega por un rasguño.