Es una Broma?

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Abby, Octavia, Bellamy y Lincoln, no podían creer lo que estaba pasando, no solo perdían a uno de sus más grandes patrocinadores, no sólo perdían la 7ma carrera consecutiva, si no que ahora perdían a su entrenador. Por que todos eran concientes que Gustus se podía negar a todo el mundo, menos a Lexa Woods.

Abby no podía permitir esta situación, no podían perder a Gustus, eso seria el fin de la carrera de Clarke. Se levantó de su asiento y salió al pasillo con su teléfono en mano.

-Marcus, buenas noches como estas Abby Griffin!- Saludo.

-Abby que tal como estas? En que te puedo ayudar?.-Contestó educadamente el Sr. Woods.

-Marcus, me estoy enterando que Lexa regresará al atletismo profesional y quiere a nuestro entrenador.. se que ellos son amigos, y se perfectamente que Gustus no dudara en abandonarnos por ir con ella.

-Abby, aún no he hablado con mi hija, pero para serte honesto el que Lexa regrese es por lo que hemos estado luchando todos estos años, esto significa el bienestar de mi hija, significa que ella se recupera. Siento mucho que tenga que ser así, que el que mi hija siga adelante, signifique un obstáculo para Clarke.- Se disculpó sincero Marcus.

-Lo sé Marcus, creeme que estoy muy feliz de que Lexa tome esta valiente decisión, no te llamo para pedirte que pares o para negarme a que Gustus se vaya con ustedes.

-Entonces?.- Pregunto sin entender Marcus.

-Quiero proponerte... que compartamos el entrenador, que trabajemos juntos. Estoy segura que si las chicas entrenan juntas se exigirían más ante una competencia sana, se que Lexa puede ayudar a Clarke a salir del bache en el que se encuentra, ella es una gran influencia para mi hija, y creo firmemente que mi hija puede ayudar a tu hija a recuperar su confianza, creeme Marcus a mi hija le sobra de esa.-Abby ofreció esto último sabiendo que se estaba metiendo en un lio... y uno muy grande.

Marcus rio al teléfono y se quedo pensativo por unos largos segundos, lo que puso nerviosa a Abby.

-Abby me parece una buena idea, pero no estoy seguro de que pueda funcionar, ustedes entrenan en California y Lexa en Montana. Mi hija no va a querer mudarse, y no veo como sea posible empatar la agenda que ustedes tienen con la de mi hija en el rancho.

-Donde entrena Lexa?

-Aquí en el rancho! Le construí una pista, tienen también su alberca y su gimnasio. No tiene que salir a ningun lado, aqui esta todo acondicionado para sus necesidades.

-Nos mudaremos... aun tengo la propiedad de mis padres, hace siglos que no voy, pero solo sera cuestion de algunas reparaciones. Si nos aceptas en tu pista, nosotros nos adaptáremos a los tiempos y necesidades de Lexa. Además podemos compartir los honorarios de Gustus.- Ofreció la mujer.

-Eso no es problema... estas segura Abby?.- Preguntó Marcus, le parecía extraño pero algo dentro de su ser, le decía que sería una buena idea.

-Claro que estoy segura, es más creo que esto es precisamente lo que le hace falta a Clarke.

-Bueno, pues por mi parte no hay problema, en cuanto lleguen mis hijas se los comentare.

-Gracias...Gracias Marcus, no sabes lo que esto significa para mi. Hablaré con Gustus y te marco mañana para preparar nuestro arribo a Montana.

-Bien Abby, estaré atento a tu llamada.- Finalizo Marcus.

Abby se quedo con el telefono al pecho, cuando se giro para regresar al palco, se topo con la mirada de Octavia y Gustus clavada en ella.

-De verdad crees que Clarke aceptara entrenar con Lexa?.- pregunto sorprendida Octavia.

-Creo que aquí el problema es que Lexa acepte a Clarke. Son como el agua y el aceite.- Hablo el entrenador.

Carrera de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora