La Noria

2.6K 291 67
                                    

- Mierda - masculla Tobias, cabreado -. Estamos jodidos.

- Tenemos que ir a buscarlo - sentencia Hermione, que suena realmente decidida.

El muchacho sacude la cabeza en señal de negación.

- Imposible. Tardaremos mucho en llegar a la Noria y no disponemos de ese tiempo extra. Le estaríamos dando la oportunidad al otro grupo de adelantarse.

Mi cabeza está en debate, no sé de qué lado ponerme. La situación en la que se encuentra Harry no me agrada en absoluto y una parte de mí quiere ir a rescatarlo. Pero, por otro lado, está el tema de la competencia con el equipo contrario y, honestamente, no me gustaría quedarme atrapada en esta ciudad tan peligrosa. ¿Qué se supone que debemos hacer?

- Parece que no entiendes - replica la bruja, con el ceño fruncido y los brazos cruzados -. No nos vamos sin Harry.

- Oh, yo entiendo perfectamente - repone Tobias -. Es simple. Tenemos dos opciones: o aceleramos el paso, llegamos antes que el otro equipo y escapamos de este lugar de una vez por todas, o nos desviamos para rescatar a tu amigo y dejamos que los demás tributos se hagan con el premio gordo.

- Lo siento pero no coincido contigo - acota Susan -. Se supone que esto es un trabajo en equipo. Ponte en el lugar de Hermione. Si Tris hubiese sido capturada en vez de Harry, ¿no irías a rescatarla?

El muchacho parece reflexionarlo unos segundos.

- Cuatro, creo que tienen razón - le dice Tris -. Son solo unos cuantos kilómetros más. No podemos abandonarlo.

- Recuerden que contamos con una ventaja sobre el otro grupo - añade Percy, levantando el dedo -. A diferencia de nosotros, ellos no cuentan con el holo para identificar las vainas ocultas en la ciudad.

Observo como la expresión firme de Tobias se va ablandando gradualmente. Está cediendo.

- Okay, iremos por el mago - sentencia finalmente, y distingo un asomo de sonrisa en el rostro de Hermione. Victoria -. Pero con algunas condiciones. Primero, tendremos que aumentar la velocidad. Dividiremos el recorrido en varios bloques de trotes intensivos. Segundo, si al arribar a la Noria no encontramos a Harry, nos marchamos. Demasiado esfuerzo nos tomará llegar hasta allí. Tienen que entender que esto no es así de fácil, el tiempo vale oro en momentos como este. No hay lugar para los errores. Un paso en falso y nuestro boleto de salida será anulado.

Hermione asiente con la cabeza, con determinación presente en la mirada.

- Bien, carguen sus cosas. Tenemos que llegar a la Noria antes del anochecer.

Me falta el aliento. Llevamos corriendo todo el día y mis hombros me suplican que me detenga y me descuelgue la mochila. El dolor es insoportable y se ha mantenido a lo largo de todo el trayecto. Por suerte, el gran círculo que describe la Noria es cada vez más grande, a medida que nos acercamos a ella.

Llegamos a ella unos segundos antes del atardecer. Apenas las vemos, todo el grupo se posiciona y comienza a disparar. Las arpías se muestran desconcertadas e indefensas; no se esperaban nuestra emboscada. Me sorprendo a mí misma al presenciar lo rápido que logramos acabar con ellas. Una a una, las criaturas son derribadas, descendiendo cual ángeles caídos del cielo e impactando contra la superficie del suelo con fuerza. Cuando terminamos, el sonido de los disparos se extingue y permanecemos en silencio por un momento, omitiendo nuestras respiraciones agitadas.

- Bien hecho, equipo - dice Tobias, finalmente y mostrándose satisfecho -. Lo difícil ya ha pasado. Busquemos a Harry y larguémonos de aquí lo antes posible.

- No creo que subir hasta allí sea demasiado sencillo - replica Annabeth, señalando con el dedo hacia arriba. Levanto la cabeza para contemplar la inmensidad de la rueda. Distingo algunos metales oxidados y corroídos con el paso del tiempo.

- Yo iré - prorrumpe Tris.

Tobias no se muestra muy entusiasmado ante su idea.

- Yo puedo subir también - añade Thomas.

Después de pensárselo unos segundos, Cuatro asiente afirmativamente, dándoles el visto bueno.

- Sean cuidadosos - les recomienda.

Los muchachos se ponen en marcha y comienzan a trepar. La rubia va a la delantera, mientras que el Antiguo Corredor va detrás de ella. Sus figuras se van achicando a medida que van tomando altura, hasta que se transforman en pequeños puntitos negros a la distancia. Contengo el aliento cuando alcanzan la cima. La pareja es apenas visible, mientras examina la cabina más alta en busca del tributo desaparecido. Finalmente, todos aplaudimos cuando Harry se asoma y saluda con la mano. Gracias a Dios, está bien. Siento como si mi cuerpo pesara mucho menos. Una preocupación menos, un peso menos para la carga.

Cuidadosa y metódicamente, el trío desciende de las alturas. Unos segundos más tarde, todos nos hallamos reunidos nuevamente y Hermione corre a abrazar a su amigo. Cuando se apartan, me encuentro con una expresión extraña y dudosa plasmada en el rostro del recién llegado.

- ¿Qué sucede Harry? - le pregunta la bruja, frunciendo el entrecejo, que también parece haberlo notado.

- Tengo que contarles algo - dice el chico y todos nos amontonamos para escucharlo -. He encontrado un objeto en la cima de la Noria. Es una especie de llave y creo saber a dónde corresponde. No es un lugar muy lejano, son solo unos cuantos metros. Lo importante es que parece ser que este lugar contiene algo extremadamente valioso. Oí a las arpías discutir sobre ello durante un largo rato. Quizás podemos aprovéchanos de esto, quizás puede proporcionarnos una ventaja.

Todos meditan en silencio. La propuesta del mago suena interesante pero... ¿y si no es más que otra trampa? No obstante, la oportunidad es demasiado grande como para ignorarla.

- Entonces... - comenta Percy, por fin -. ¿Qué estamos esperando? Vamos allá antes de que el sol se ponga.

***

Harry introduce la llave en la cerradura del portón y ésta emite un sonoro clic. La gira y desbloquea la entrada. No puedo negar que tengo una sensación extraña en el estómago, producida por la ansiedad de no saber qué es lo que nos aguarda dentro. A continuación, Harry empuja el portón hacia afuera y, con ayuda de los demás tributos, consigue abrirlo.

La abertura conduce a un amplio depósito que se encuentra sumido en las penumbras. El ambiente huele a césped, mezclado con el olor del aceite de automóvil. Entre todos buscamos el interruptor hasta que Susan da con él. Las luces se encienden gradualmente.

Ahogo un grito al contemplar con los ojos extremadamente abiertos lo que nos aguarda.

Distribuidos a lo largo de todo el hangar, hay varios elementos de distinto tamaño. Lo primero que veo son un conjunto de escobas muy peculiares y con un diseño bastante dinámico, alineadas a la perfección contra uno de los muros. Más atrás, hay un pequeño 105E Ford Anglia azul estacionado junto a unas cuantas motocicletas color negro como la noche. Luego, les siguen los inmensos aerodeslizadores. Logro reconocer algunos del Capitolio y del Distrito 13, aunque también advierto que próximos a ellos se encuentran otro tipo de aeronaves cuyo origen desconozco, pero que tienen un aspecto bastante similar.

Pero, lo que más me sorprende de todo, son los animales. Al igual que en el Desfile de Tributos, me topo con los corceles alados a los que han llamado pegasos (si mal no recuerdo) que lucen un pelaje blanco, limpio y pulcro. Después me encuentro con una criatura que aparenta ser una variedad de caballo alado, con un cuerpo esquelético, rostro de rasgos reptilianos y alas de aspecto curtido que me recuerdan a las de un murciélago. Por último, hay una solitaria criatura que parece haber salido de la cruza de un caballo y un grifo. Nunca había visto algo así y tengo que admitir que encuentro cierta belleza en el aspecto de éste.

No puedo creer lo que acabamos de encontrar. No sé para qué funcionarán las escobas en un futuro, pero con el resto del arsenal me conformo. Después de tanto caminar, después de horas y días recorriendo las calles bajo el sol... No podría estar más agradecida. Tengo ganas de abalanzarme sobre Harry y abrazarlo por haber descubierto algo tan magnífico.

- Bueno... - dice Jace, con un asomo de sonrisa en su rostro -. Creo que ya tenemos un medio de transporte para llegar al edificio de Erudición...

Los Juegos LiterariosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora