-¿Aun no lo entiendes Potter? Tu eres mi perra aquí.
Grace transmigra al mundo de Harry Potter, ella tuvo muchas complicaciones en su vida anterior y ahora solo quiere disfrutar de este extraño sueño tan placentero.
Y lo mejor? Se cogería a su Sugar...
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Grace llevaba encerrada en su habitación todo el día desde ese día tan vergonzoso en la biblioteca.
Alguna vez an hecho algo algo sumamente estúpido que en ese momento no parecía tan estúpido.
Pero cuando ya pasó y lo recuerdan solo quieren enterrarse en un oyó sin fondo!?
Así se sentía Grace.
—Amita lleva mucho tiempo encerrada en su habitación no le ara bien a su salud —Happy entro a la habitación con una bandeja con un chocolate humeante con crema y a su lado tostadas de mermelada. —salga a tomar aire fresco! Happy la acompañará.
La elfina sonriente abrió todas las cortinas de la habitación provocando que la mujer sisiara molesta antes de meterme bajo sus cobijas.
—HAAAA! Casi me quemas! La luz del día me quema!
Happy rodó los ojos ante su dramatismo, el día en Hogsmeade siempre era nevado pero eso no impedía que de ves en cuando de entre las nubes no pudiera asomarse el sol.
Grace a regañadientes salió de su escondite cerrando los ojos molesta debido a la luz tomando uno de los panes.
Dioses, no sabía cómo pero debía preguntarle a Happy cómo le hacía para que fueran tan deliciosos.
Bien, recapitulemos.
Ella,libros y un chico absolutamente encantador, casi cogen en una librería y resulta que es James Potter si ningún problema.
Termino sus cuatro tostadas pero aún se sentía hambrienta no solo en su estómago sino allí abajo.
Apretó sus muslos, estaba mojada joder y con una picazón insoportable en su siempre virgen flor que llevaba aguantandose desde que dejó aquella librería.
Ella jamás a sido atrevida y los recuerdos del día anterior la avergonzaban, esa. no era. ella.
Podía ser una pervertida, depravada incluso un poco masoquista.
En su mente.
Pero jamás, de los jamases se atrevería a exponerse de esa manera tan pública.
Para eso servían los lugares decentes que hiba en sus tiempos libres, esos hombres hacían su buena parte en la sociedad femenina ella solo aportaba en su sueldo.
Pero ¿Importaba? Esto solo era un sueño muy vivido, ¡¿Entonces porque se siente tan avergonzada?!
Si, ella despertara muy sudada, esto es solo un sueño húmedo muy húmedo.
Gruñó contra su almohada, había dejado su lista de útiles en su bolso con todos sus libros del año ¿talvez si hiba aún estuviera allí?
...
No, no lo cree.
Deslizó su mano por sus pechos tocando sus pezones rozados que estaban erguidos en todo su esplendor, no era el frío definitivamente.
