𝑫𝒂𝒓𝒌 𝒏𝒊𝒈𝒉𝒕 || 𝑍𝑖𝑔𝑔𝑦 𝐵𝑒𝑟𝑚𝑎𝑛

𝟏𝟑

Al estar dentro del centro comercial hicieron un plan, el cual era encerrar a los asesinos dentro de las tiendas, para quedarse ellos solos con Goode y poder acabar con él, a Ziggy se le ocurrió la idea de hacerlo al estilo Carrie.

Los dos chicos se fueron por un lado, mientras que las chicas se fueron por otro.

Ziggy observaba el gran árbol al cual se acercaba, la chica recordaba lo que había pasado junto a ese árbol, ese sentimiento que nunca se iba, el de miedo, tristeza y dolor combinados. La pelirroja se asusto al sentir a alguien a su lado, observó quién era.

–¿Ese es?– preguntó Deena observando el árbol.

–Si.– contestó la pelirroja para después alejare de ese lugar.

Después de unos minutos todos se reunieron frente al árbol, traían todo lo que ocuparían, Deena dijo unas cuantas palabras antes de cortarse la palma de la mano, haciendo que la sangre escurriera hacia una cubeta con agua.

Cada uno empezó a organizar una parte del plan, el cual tenía que salir bien, sino todo se iría al carajo. Al terminar de colocar todo bien, solo faltaban dos cosas, una era Goode y la otra era apagar las luces innecesarias.

–¡Muy bien, cortala!– grito Deena, al tener solo las cosas necesarias conectadas.

–¡Cortala!– repitió Ziggy.

Segundos bastaron para que las luces se apagarán y en su lugar se encendieran las luces azules, las cuales dejaron ver todo lo que habían escrito en las paredes, la sangre que habían colocado y demás cosas.

Los cascabeles sonaron indicando que alguien había llegado.

Ziggy agarro a Martín para poder esconderse.

–Oye cuidado.– se quejo el chico.

–Callate, hay alguien aquí.– habló Ziggy ya cuando estan escondidos.

Unos segundos se quedó todo en silencio, una luz hizo que Martín y Ziggy dieran la vuelta.

–¡Polica!, ¡manos en alto!– ordenó el oficial.

Ziggy empezó a hablar, y Martin trataba de que no hablara más, intentado interrumpirla, pero ella siguió hasta que quizo, el chico tenía las manos dirigidas hacia el techo.

–¿Martin?– preguntó el oficial dirigiendo la luz hacia él.

–Ehh, ¡Si!.

–¿Es una broma?– el policía se escuchaba furioso. –. Suelten sus armas y deslicenlas hacia mí.

Martin y Ziggy hicieron lo que les ordenó.

El policía guardo el arma.

–Tengo a los 5150...– el hombre no terminó de hablar, había caído al suelo dejando ver a uno de los asesinos detrás de él, y el cual lo había matado.

Martin empezó a gritar al ver aquello, el chico empezó a balbucear cosas, Ziggy lo agarro y empezó a jalar de él para que corriera, la pelirroja llevó al chico hacia su puesto y lo sentó. Ambos miraron como mataron al otro oficial.

–Tienes que calmarte– ordenó la pelirroja. –, porque el plan sigue en pie, ¿si?.– la chica se iba a parar pero Martin lo impidió.

–¿Qué? ¿Me abandonas?– cuestionó el chico horrorizado por lo que miró.

–Si– Ziggy agarro la cuerda y se la dio al chico. –. Y no te les acerques, pasan sin verte.– dicho eso se marchó.

La pelirroja se fue hacia su lugar a esperar que algún asesino entrará en la trampa. Después de varios minutos de espera, Ziggy observó cómo uno de los asesinos se acercaba y entraba lentamente a la trampa, en cuanto estuvo lo suficientemente adentro la chica empezó a jalar la cuerda, haciendo que la reja se cerrará.

La pelirroja corrió hacia otra de las trampas, al llegar observó que uno de los asesinos ya estaba dentro, ese era Tommy, Ziggy empezó a jalar la cuerda rápido, observó como el asesino dio la vuelta, la reja se quedo enganchada, así que la pelirroja tuvo que empezar a forcejear para poder cerrarla, cuando lo logró, observó como Tommy intentó darle un hachazo. La chica empezó a correr de nuevo.

Corrió hacia la pizzeria, donde ya están los demás.

–Dime cuántos son.– dijo Deena.

–Yo tengo uno, y Martín al lechero.– habló Josh.

–Cuatro. Son cuatro– Ziggy se dirigió hacia ellos. –. Calavera, Nightwing.

–¿Y Ruby?– preguntó Deena.

–Shhh...– los callo Martín quien observa sobre el estante. –¡Oigan, oigan, oigan!– llamó la atención. –. ¿Por qué hay silencio?.

Los otros tres al no escuchar nada, se acercaron hacia dónde estaba Martin para poder ver, en verdad todo era un completo silencio, después de unos segundos regresaron a donde estaban segundos antes.

–Es él.– habló Ziggy.

–No tienes que hacer esto...

–Claro que sí.– dicho eso la pelirroja salió de la pizzeria pasando sobre el mostrador.

Ziggy se paro frente al árbol, a esperar que Nick entrará, los cascabeles sonaron, las pisadas de aquel hombre cada vez estaba más cerca, y cada vez Ziggy lo podía ver con más claridad.

–Ziggy...– soltó Nick al estar frente a ella.

–Nick.– soltó la pelirroja de la marena más seca posible.

–¿Qué haces aquí?– preguntó Nick.

–Jugando. Te toca.– la pelirroja agarro la cuerda que estaba a su lado y tiro de ella.

La cubeta se ladeo, haciendo que la sangre cayera sobre Nick. Ziggy empezó a correr, el hombre al ver lo que tramaban corrió de tras de ella y la agarro del cuello cuando la alcanzó.

–¡Deena! ¡Alejalos de mi! ¡Si yo muero, ella también!– advirtió Nick, el hombre apuntaba con el arma a uno de los asesinos.

Ziggy gritaba, se encontraba llena de miedo.

–¡Aléjate!– ordenó a uno de los asesinos. –¡Atrás!.

Nick sintió como algo se hundía en su espalda y luego salía rápidamente, cayendo al suelo segundos después, dejando ver a Darcy con un cuchillo.

Ziggy empezó a correr mientras gritaba, el lechero corrido hacia ella y la agarro.

Darcy al ver a Nick en el suelo intentó encajarle el cuchillo en el cuello, el hombre fue rápido y agarro la mano de la chica deteniendola, la castaña con su otra mano empezó a hacer más presión.

Los gritos de Ziggy eran cada vez más fuerte y llamaban demaciado la atención de la castaña, un solo momento que se distrajo fue suficiente para que Nick la golpeara, haciendola hacer hacia un lado.

Deena corto la palma de su mano para poder salvar a Ziggy del lechero, así llamó la atención de todos los asesinos que estan allí.

Nick salió huyendo, y Deena corrió tras él, aún llamando la atención, calavera casi la alcanzana pero Martin lo golpeó con una silla.

Martin, Ziggy y Josh corrieron hacia una de las tiendas, la pelirroja tiro su suerte hacia afuera.

–Mi ropa está cubierta de sangre.– informó la chica.

Para después cerrar la regilla.

–¡Corre! ¡Nosotros continuamos!.– gritaba Josh a su hermana.

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