capitulo 3

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Susi, Alex y Sandy me tenían acorralada en el baño de chicas, sabía que me golpearían de nuevo, simplemente me quede quieta a esperar lo que viniera.
Sentí un puño en mi estómago que me dejo sin aire, caí de rodillas al piso, de pronto sentí un impacto en mi mejilla, sentí la sangre fluir de mi labio inferior. Me dieron unos jalones de cabello. Me quede sentada en un rincón del baño, mientras lagrimas corrían por mis mejillas. Estaba harta de todo esto, toque el bolsillo de mi saco de uniforme.

Con mucho esfuerzo me puse de pie, me lave la cara, sacudí mi uniforme y arregle mi cabello. Cuando termine me dirigí a las escaleras del colegio, subí hasta llegar a la azotea, en ese lugar jamás estaba nadie. Por lo tanto nadie sabía que en ese lugar había un pequeño invernadero.
Me gustaba regar las plantas ahí, en cuanto llegue a la azotea me dirigí al invernadero, me senté sobre unas masetas vacías, saque la pequeña navajita que siempre llevaba conmigo para casos como este, empecé a pasarla por mi brazo una, otra y otra vez, sin darme cuenta tenía el brazo mutilado, cuando me di cuenta me detuve rápidamente. Por suerte me había quitado el saco de la escuela y había subido la manga de mi camisa blanca.

Tome un poco de agua con la que regaba las plantas y me lave el brazo, ya habían dado en timbre de entrada y la sangre no paraba de salir, maldije por lo bajo, lave por última vez, ya hacia como cinco minutos que habían dado el timbre, tenía clase de literatura, baje la manga de mi camisa y me coloque el suéter rápidamente, abrí la puerta y choque con alguien yendo al piso, mis costillas dolieron peor que nunca, me quede agachada tomando mis costillas un poco.
Cuando pude ver con quien había chocado.

"mierda" en serio la vida debía odiarme mucho, Justin me estaba viendo de arriba, abajo, como si estuviera examinándome, me puse de pie rápidamente ignorando el dolor en mis costillas, solté un pequeño pero audible jadeo al ponerme de pie rápidamente.

-perdón, soy una tonta, no me fije por donde caminaba- dije esto como Robot, ya que siempre me decían eso.
-hasta que concordamos en algo- gire mi cara a otro lado, estaba esperando que moviera su culo de la entrada para irme.
-¿te importaría?- pregunte, a lo que él me vio confundido, entonces levante mi brazo y señale la puerta. Siguió mi brazo con la vista, pero se detuvo en mi manga, entonces me di cuenta, que la sangre no se había detenido del todo, así que la baje rápidamente. -compermiso- intento tomarme el brazo pero fui más rápida.

Había llegado a la clase y la profesora no me dijo nada, pedí disculpas y puse atención, había exentado seis materias de ocho, era un genio. Y por eso mismo es que muchos chicos y chicas me molestaban, pero me daba igual, mi meta era sobresalir costara lo que costara.
Quería que las clases terminaran ya, por suerte hoy no tenía tareas, pues había hecho las que me habían dejado a la hora del almuerzo. Tendría un poco de tiempo para dormir, sonreí al penas eso, hacia demasiado tiempo que no descansaba por un rato y se sentiría realmente bien, quizás comiera un poco de helado también, sacudí mi cabeza para desechar ese pensamiento.

"el helado te hará más gorda de lo que estas"

Me decía esa voz interior, esa voz que me seguía desde que tenía solo diez años, desde que Justin me había dicho por qué su odio hacia mí, escuche el timbre de salida sonar y agradecí con todo mi ser, tome rápidamente mis cosas y las metí a mi bolso, espere a que todos se mataran por salir como siempre, así que salí a lo último cuando salí por la puerta del aula, tomaron mi brazo fuertemente haciéndome pegar mi espalda con la pared, de pronto me encontraba acorralada entra la pared, dos brazos fuertes y el cuerpo de Justin.

-¿podrías moverte por favor? Debo ir a casa- para mi mala suerte no había nadie alrededor, y aunque lo hubiera sería igual.
-¿Qué le paso a tu brazo?- hizo un movimiento con la cabeza señalando mi brazo, por inercia lo escondí en mi espalda.
-nada que te interese, simplemente haz esto rápido para poder irme ¿vale?- esperaba que me golpeara o me insultara, pero simplemente se quedó ahí de pie viéndome a los ojos, por un momento sentí que él podía ver a través de ellos. - tengo que irme- dije rápidamente mientras me agachaba para salir de sus brazos, Salí corriendo del lugar.

La hija de la sirvientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora