Uno.

105 4 0
                                    

- Lunes, 07:20 a.m. -

Sue Collins

Tras varios minutos dando vueltas en la cama decido levantarme, bajo las escaleras y al llegar a la cocina veo a mi madre sirviendose una taza de café; le doy un beso en la mejilla y procedo a hacerme el desayuno.

— Cariño, ¿cómo te encuentras? -pregunta mi madre mirándome.
— Mejor, gracias. -bebo de mi desayuno.
— Acuerdate de coger el almuerzo, tengo que irme a trabajar. Nos vemos luego. -dice tras dejar un beso en mi frente.
— Vale, hasta después.

Dicho esto mi madre sale de casa y yo vuelvo a mi habitación, abro el armario y cojo una camiseta negra y un pantalón vaquero que quedara bien con mi figura, tras acabar de vestirme, me arreglo el pelo. Después de recibir un mensaje de Noah cojo mi mochila y vuelvo a la cocina para guardar mi almuerzo en ella. Salgo de casa y Noah me saluda con una sonrisa, cierro la puerta con llave y voy hasta donde estaba mi amiga.

— ¡Que alegría verte! -me abraza.
— Nos vimos hace tres días. -me río.
— Lo sé -se rie-. ¿Preparada para volver después de una semana? -añade mi amiga mirándome.
— Supongo. -respondo caminando.
— ¿Ya te encuentras mejor? -me mira.
— Un poco. -respondo frunciendo el ceño.

Al llegar al instituto como de costumbre las miradas de todos mis compañeros se apoderan de mí, igual que los susurros de cada uno. Entro en clase y me siento en mi sitio, varios minutos después entran todos mis compañeros entre ellos, Blake Jones, uno de los populares junto a Chealse James, una del grupo de las pijas

— Vaya, si ya ha vuelto la gorda. -dice Chealse mirándome.
— Esta la clase como más llena. -responde Blake entre carcajadas mirándome-. Como ocupas tanto espacio. -añade haciendo así que todos los de la sala se rieran de mi.

Bajo la mirada ante su comentario, el profesor entra clase haciendo que cada uno se siente en su sitio.

— Bueno, quiero que hagáis un trabajo por equipo de cuatros. -anuncia el profesor sentándose en la mesa.
— La gorda puede ir sola, que ella sola ocupa los cuatro asientos. -dice Blake entre carcajadas.
— Blake Jones, por listo, tu irás con ella, así aprenderás a tener respeto a tus compañeros. -dice el profesor cruzándose de brazos.

El profesor dice los demás miembros de mi equipo, entre ellos Noah; era la única que podía hacerme sentir bien. Nos ponemos por equipos de tres ya que el otro compañero no había venido, Noah se sienta a mi lado y Blake enfrente de ambas.

— Ahora os diré los temas que podréis elegir. -dice el profesor yendo hacia la pizarra-. Los temas serán, "acoso escolar", "anorexia", "trastorno alimenticio", o cualquier tema que se os ocurra. -añade el profesor-. Os daré tres semanas para hacerlo, luego tendréis que exponerlo delante de vuestros compañeros. -dice para finalizar la clase.

El profesor sale y Blake se vuelve a su sitio.

— ¿De qué vamos a hacerlo? -le pregunto a mi amiga frunciendo el ceño.
— No sé, luego hablamos los tres y opinamos. -responde sonriendo.
— Esta bien. -susurro.

°•°•°•°•°•°•°

El timbre suena dando por finalizada la clase; recojo las cosas de mi mesa y espero a mi amiga para salir al patio. Bajamos hasta el patio y nos ponemos en los bancos que había al lado del gimnasio; ella abre su mochila y saca su almuerzo, se percata de que no saco el mio y me mira.

— ¿No almuerzas? -dice con el ceño fruncido.
— No tengo hambre. -miento.
— ¿Quieres un trozo? No me importa. -añade sonriendo.
— No, tranquila. -sonrio.

Miro a mi amiga y doy un suave suspiro, mi estómago empieza a rugir y mi amiga gira su mirada hacía mi.

— ¿Estás segura que no tienes hambre? Tu estómago dice lo contrario. -se rie.
— Si si. -aparto la mirada.

Tras finalizar el patio volvemos a clase; al llegar a mi sitio veo una nota sobre ella, la cojo y la guardo en uno de mis bolsillos. Me siento y la profesora entra, saluda a todos mis compañeros con una sonrisa radiante y me mira fijamente.

— Sue, puedes leer la página 53. -dice la profesora acercándose a mi.
— Si. -empiezo a leer
.
Mientras leo la página que la profesora me había mandado, escucho un barullo de risas, tras acabar de leer miro hacía los asientos de al lado de la puerta y como era de esperar, era Chelsea.

°•°•°•°•°•°•°

Al finalizar las clases, salgo del instituto y espero a Noah junto a la puerta, todos los demás compañeros empiezan a salir, Blake se separa de sus amigos y se acerca a mi.

— ¿De que vamos a hacer el trabajo? -pregunta expulsando el humo de su boca.
— No lo sé, tenemos que hablarlo todos. -susurro tosiendo.
— Más te vale que nos pongan un diez en el trabajo. -me mira enfadado-. No quiero repetir por culpa tuya. -añade serio.
— Pero es... -me corta.
— Trabajo tuyo y de tu amiga, yo no quería ir con una foca como tú. -se cruza de brazos.

Trago saliva y en ese momento Noah sale por la puerta, baja a donde estabamos y se queda mirándolo.

— ¿Que pasa? -mira a Blake.
— Nada, estábamos hablando de que hacer el trabajo, pero me ha dicho que tenemos que hablarlo los cuatro. -dice el chico mirándome.
— Si. -susurro nerviosa.
— Pues mañana lo hablamos. - Blake se va-. Oye tía, ¿luego vamos de compras? -añade sonriendo.
— Em, tengo que estudiar. -miento.
— No hay nada que estudiar, además tienes que salir de casa y no estar encerrada. -dice poniéndose delante mío.
— No me apetece. -suspiro-. Si eso otro día. -añado y empiezo a andar.
— Esta bien. -me mira cabizbaja.

Seguimos andando hasta llegar al cruce donde mi amiga se separaba para irse a casa; se va tras darme un beso en la mejilla y yo sigo mi camino.

Besos prohibidos.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora