~ 19:40 p.m.
Ashley Murray
Llevo más de dos horas caminando sin rumbo alguno, llego hasta una cafetería y decido sentarme lo más alejada de la puerta, mis ojos se empapan de lágrimas y poco a poco van descendiendo por mis mejillas, el camarero se acerca para tomarme nota y lo único que pido es un batido de chocolate, apenas puedo mirarle ya que las lágrimas me lo impedían, él me ofrece un pañuelo ya que hasta mi maquillaje estaba corrido, vamos parecía un payaso.
Después de tranquilizarme él me trae el batido y tras darme una sonrisa se aleja, por su parte había sido bastante agradable. Levanto la vista viendo a Owen entrar con un chico castaño que me resultaba bastante familiar, él era con el que me había chocado días atrás, mis mejillas empiezan a ponerse coloradas cuando él pasa por mi mesa y yo agacho la cabeza.
Tras acabar mi batido me levanto para ir hacía la barra y me sonrojo al ver al castaño caminar en la misma dirección que yo, saco el dinero para pagar cuando él me para.
— Te invito yo. -dice sonriendo.
— No te preocupes, no hace falta. -susurro nerviosa.
— Claro que si. -dice sacando un billete de diez euros.Aparta mi brazo cuando intento pagar y me mira sonriendo. Acto seguido él acaba pagando y guardo el dinero en mi bolsillo, salgo del bar y decido volver a casa.
— Ashley, ¿te llevamos? -dice Owen sonriendo.
— No hace falta. -digo girandome hacía ellos.
— Venga, no nos importa. -dice el castaño sonriendo.
— Gracias Owen, pero no te preocupes. -digo caminando.Al llegar a casa cierro la puerta y dejo las llaves sobre el plato del recibidor, hay bastante silencio por lo que un escalofrío recorra mi espalda, mi padre no estaba y mi madre pues tampoco. Me siento sobre el sofá y miro mi móvil, tenía varias llamadas de mi padre, le llamo pero no me responde, cierro los ojos y decido descansar un poco.
~ 20:30 p.m.
Blake Jones
Abro la puerta de casa dejándome ver a Jordan y tras un choque de mano entra dirección a la cocina.
— ¿Todavía tienes pensado irte? -dice sentándose.
— Si. -respondo serio.
— ¿Y que vas a hacer? -me mira.
— No lo sé tío, si sigo aquí me seguiré rayando con mi hermanastra; él otro día volví a soñar con ella.
— ¿Y pasó? -pregunta curioso.
— Pues nada, no me acuerdo. -miento rodando los ojos.
— Yo también sueño con ella. -suspira.
— -lo miro-. ¿Te gusta Noah? -me sorprendo.
— Pues claro, ya te lo dije. -se ríe.Me callo por unos minutos ya que no me acordaba, él me mira serio y trago saliva tras su pregunta.
— ¿A ti te gusta, Blake? -dice serio.
— Claro que no, bro. -digo riendo.
— ¿Seguro? -frunce el ceño.
— Es tuya. -sonrio.Noah Miller
Bajo al salón donde escucho a Blake hablando con alguien.
— No lo sé tío, si sigo aquí me seguiré rayando con mi hermanastra; él otro día volví a soñar con ella. -dice Blake.
— ¿Y pasó? -pregunta curioso.
— Pues nada, no me acuerdo.
— Yo también sueño con ella. -suspira.
— ¿Te gusta Noah? -dice Blake.
— Pues claro, ya te lo dije. -se ríe Jordan.Me quedo en shock tras escuchar sus palabras y ruedo los ojos pensando en esta barbaridad.
— ¿A ti te gusta, Blake? -dice Jordan serio.
— Claro que no, bro. -responde riendo.
— ¿Seguro? -añade.
— Es tuya.Tras la respuesta de Blake decido entrar en la cocina, me cruzo de brazos y los miro muy seriamente.
— ¿Como que soy suya? -digo seria.
— No hablábamos de ti. -dice Jordan nervioso.
— ¿No? Pues yo he escuchado mi nombre, bueno más bien he escuchado media conversación. -me río irónica.Se miran entre ellos y ruedo los ojos, me acerco a Jordan y lo miro a los ojos, su respiración es bastante acelerada, muerdo mi labio y él se pone nervioso, por otro lado Blake nos mira serio.
— ¿Entonces si no hablabais de mi, porque estás tan nervioso? -digo mirándolo.
— No estoy nervioso. -dice serio.
— ¿Entonces si te beso que pasará? -susurro mordiendo mi labio.
— Nada. -dice entrecortado.
— ¿Seguro? -sonrio.
— Segurísimo. -responde.
— Bueno -me separo-. Una pena, entonces. -sonrio.Me doy la vuelta para irme cuando Blake da un suspiro, me rio pasando por su lado y no puedo evitar mirarlo de reojo, parece bastante molesto.
— Bueno yo me voy ya. -dice Jordan entrecortado.
— Adiós, bro. -dice chocandole la mano.Éste sale de casa y me quedo frente a Blake, lo miro por unos instantes y su mirada se clava en la mia.
— ¿Ibas a besarlo? -dice mirándome.
— Quien sabe; soy libre de hacer lo que quiera, hermanito. -sonrio-. ¿O acaso estas celoso? -frunzo el ceño.
— No. -se rie.
— ¿Seguro? -susurro dulce.Me acerco a él y nos quedamos a centímetros.
— Sinceramente no se que es lo que me pasa contigo. -dice serio-. Nunca me había fijado en ti pero tienes algo que me vuelve loco, es una pena que seamos hermanastros. -añade mirándome.
— Ya, una pena. -susurro-. Y aparte de eso, es arriesgado y una gran locura. -añado.
— Me gustan las locuras, me gustas tú. -susurra en mi oído.Cierro los ojos y doy un suspiro, siento sus manos en mi cintura y no puedo evitar temblar; su respiración esta cada vez más cerca, hasta que sus labios se juntan con los míos, nuestro beso es lento pero con mucho sentimiento, era la primera vez que mi estómago sentía esto. Me separo de él por falta de aire y lo miro a los ojos.
— Te echaré de menos. -susurra aún cerca de mis labios.
— No te vayas. -digo mirándolo.
— Es mejor así. -me da un beso en la frente.Se separa y sube a su habitación, tras varios minutos vuelve a bajar junto a una maleta, la deja al lado de la puerta y mira.
— Cuídate y lo siento. -susurra antes de salir de casa.
Miro hacía la puerta y camino hacía ella, esperando a que él volviera a entrar, pero era en vano puesto que estaba cargando las maletas en su coche, me mira desde la puerta del conductor y entra en él para acto seguido arrancarlo y marcharse de ahí, muerdo mi labio por la impotencia y entro en casa cerrando la puerta de un portazo.
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Besos prohibidos.©
RomanceDesde pequeños nos han mostrado que los prototipos perfectos son chicas delgadas con curvas y buen trasero, en caso de no ser así ya eres el bicho raro, ya eres el hazme reír de todo el mundo, ya eres simplemente "La gorda". Sue, una adolescente de...