Treinta y seis.

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- Domingo, 09:15 a.m. -

Noah Miller

Tras cogerme el pelo con una coleta voy a la cocina para desayunar algo, leo el mensaje de Blake y sonrio puesto que lo echaba muchísimo de menos.

Salgo de casa y tras cerrar la puerta camino hasta su antigua casa, antes de llegar me encuentro con Jordan.

— Jordan, ayer hablé con Blake. -digo sonriendo.
— ¿Si? -dice abriendo los ojos como platos.
— Me dijo que esta en su antigua casa, voy para allá; ¿vienes? -le pregunto sonriendo.
— Vale. -responde haciendo una mueca-. Tengo que hablar con él.
— Genial, vamos. -sonrio.

Al llegar a casa de Blake siento la necesidad de cogerle la mano a Jordan y así hago, él mira nuestras manos y sonrie.

— ¿Estás segura de que esta aqui? -dice mirándome.
— Si, eso me dijo. -respondo nerviosa.
— No parece haber nadie. Vámonos. -rueda los ojos.
— Igual no sale porque estás tu aquí. -digo soltandome de él.
— Me has dicho tu de venir. -se cruza de brazos-. Mejor me voy, ya volveré otro día.
— Quédate. -susurro.

Él me mira y acto seguido me dispongo a tocar el timbre cuando la puerta se abre, dejándome ver a un hombre con una sonrisa curiosa, siento miedo y agarro la mano de Jordan que esta en shock como yo, siento unos brazos rodear mi cintura y acto seguido caigo en un profundo sueño haciendo así que mi mano se soltará de la suya.

~ 10:20 a.m.

Jordan Davis

Abro los ojos y siento un dolor tremendo en la cabeza, no se dónde estoy y solo puedo ver a Noah a mi lado, la cual esta apoyada sobre sus piernas con la cabeza entre ellas, por los movimientos que siento debajo de mi pienso que estábamos en una furgoneta o algo por el estilo.

— Noah. -susurro.
— Jordan, tengo miedo. -me mira con lágrimas en los ojos.
— Tranquila, todo va a salir bien. -me pongo a su lado con cuidado.

Entrelazo mi mano con la suya y intento acercarme más a ella pero las cadenas que rodean mi tobillo me lo prohíben.

Tras varias horas en este sitio las puertas de la furgoneta se abren y varios hombres con pasamontañas nos miran, Noah apreta mi mano con fuerza y uno de ellos sonríe pícaro mirándola.

— Jefe, tenemos aquí a una bonita pareja. -dice éste riendo.
— No somos pareja. -digo serio.
— Vaya el caballero dando la cara por su doncella. -se ríe.

Me quitan la cadena del tobillo y me sacan a estirones, me ponen unas esposas y me llevan hasta quien sabe dónde, miro hacía atrás y veo a Noah gritando tras los agarres de esos hombres.

~ 12:00 p.m.

Noah Miller

Me llevan hasta una habitación y cuando la abren no puedo creer lo que veo. Blake esta con cadenas sobre un mugroso colchón.

— Blake. -grito llorando.
— Noah lo siento tanto. -dice mirándome.

El hombre me quita las esposas y me empuja cayendo frente a él. Me acerco despacio a Blake y pongo mis manos en sus mejillas, él me mira y no puedo evitar llorar, junto mi frente junto a la suya y beso sus carnosos labios sin importarme nada más, echaba de menos sus besos y sobretodo a él todas las mañanas.

— Te quiero. -susurro triste.
— Yo te quiero más. -dice él-. No deberías estar aquí. -cierra los ojos-. Esto es culpa mía.
— Blake. -digo con lágrimas en los ojos.
— Bueno pareja, espero que ya hayáis acabado, todavía tengo cosas que hacer con la señorita y además debo ocuparme del otro acompañante. -dice el hombre cogiendome.
— ¿Que acompañante? -dice Blake mirándolo.
— Jo..Jordan. -trago saliva.

El hombre me saca de la habitación y lo golpeo debido a que no tengo las esposas. El me coge de la muñeca y su mirada se clava en mi como un puñal.

Me lleva hasta una habitación, más bien a su habitación.

— Te han dicho alguna vez lo bonita que eres. -susurra acariciandome la mejilla.
— No me toques. -digo escupiendole.
— -se limpia-. Niñata de mierda. -me da una bofetada.

Me lleva hasta la cama y me esposa en ella.

— Luego volveré para hacerte mía. -dice sonriendo.
— Eso no te lo crees ni tú. -digo gritando.

Sale de la habitación dando un portazo y cierro los ojos para dar un largo suspiro.

~ 12:45 p.m.

Blake Jones

Escucho un grito y mi cuerpo se tensa, Leonard entra en la habitación y se pone de cuclillas ante mí.

— No veas como ha gozado conmigo. -dice sonriendo.
— -lo miro con asco-. Mientes. -grito.
— -se ríe-. Que poco me conoces, Jones.
— No eres capaz de hacerlo. -lo miro serio.
— ¿Que no? -se ríe-. Si quiero me la puedo follar delante de tí.
— Deja que se vaya. -lo miro.
— ¿Y perder la oportunidad de hacerte daño igual que tu me hicisteis a mi? -se ríe irónico-. Nunca.
— Eres un miserable, Leonard. No se como pudiste ser mi mejor amigo. -digo con rencor.
— Pues para ser amigos bien que me quitaste a mi novia. -dice serio.
— Hasta ella decia que yo follaba mejor que tú. -me río.
— Ahora veremos que opina tu querida hermanastra. -se levanta para irse.
— No la toques, hijo de puta. -grito.
— Tranquilo, ahora la traigo y verás con tus propios ojos como goza. -cierra la puerta.

Grito de la impotencia y apreto mis puños llenos de furia, si le hiciese algo jamás me lo perdonaría.

~ 15:30 p.m.

Jordan Davis

Me sacan de la habitación y me llevan a otra, al entrar veo a Blake en el suelo.

— Blake, ¿que coño haces aquí? -digo serio-. ¿Dónde esta Noah?
— No lo sé, no se dónde esta. -dice serio.

Me empujan hasta él y tras varios minutos la puerta se vuelve a abrir, Noah esta asustada y a su lado esta el hombre que nos secuestró apuntandola con un arma.

— Quítate la ropa. -le ordena a lo que ella se niega.
— Hazlo o lo haré yo. -dice apuntándole con el arma.
— No lo hagas. -grita Blake.
— Cállate. -esta vez nos apunta a nosotros-. Ahora hazlo. -vuelve a apuntarla tras disparar hacía nosotros dándole así al colchón.

Miro a Noah que se desviste ante la atenta mirada de todos los que estaban en la sala y su cuerpo tiembla como si de un flan se trátase, el hombre la mira de arriba a abajo y muerde su labio para acto seguido cogerla de la cintura acercandola a él, aparta su pelo y empieza a besarle el cuello, su mano va descendiendo hasta llegar a su trasero y Noah cierra los ojos para acto seguido golpearle en sus partes. Él se retuerce de dolor y cae al suelo de rodillas.
Le quita las llaves y se acerca a nosotros para quitarnos las esposas; tras acabar nos levantamos para irnos pero el hombre coge su pistola y nos apunta, dispara y lo último que escucho es el disparo impactar contra algo, Noah me mira asustada ya que Blake esta en el suelo con un disparo en un costado.

— Blake, ahora no. -grita Noah arrodillandose frente a él.
— Jordan, cuídala. -susurra antes de cerrar los ojos.
— Quédate conmigo porfavor. -susurra ésta.

Miro al hombre que nos mira y acto seguido un disparo vuelve a sonar, su cuerpo cae al suelo y un charco de sangre se empieza a formar alrededor suyo.

— Noah, vámonos. Ya no podemos hacer nada. -digo calmandola.
—  Yo le quiero. -dice apoyada en su cuerpo.
— Él a ti también. -digo dolido.

Cojo su ropa y salimos de la casa dejando a Blake en aquella habitación, Noah temblaba de miedo y yo todavía seguía en shock por todo lo que había ocurrido, la abrazo como si no hubiera un mañana y ella se hunde en mi pecho con lágrimas en los ojos.

Besos prohibidos.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora